El II Congreso José Antonio Labordeta analiza la política y prensa aragonesa en la transición

El II Congreso José Antonio Labordeta de Política, Comunicación y Periodismo, que se celebra hasta el sábado en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza se ha centrado este viernes en la prensa y política aragonesas durante la transición

José Ramón Marcuello.

Ha abierto esta segunda jornada del congreso la ponencia del veterano periodista aragonés José Ramón Marcuello, un comunicador nato que ha trabajado desde los años 70 en diversos medios de comunicación y gabinetes de prensa de instituciones, titulada “Los medios de comunicación social en Aragón en la transición”.

En su intervención, Marcuello ha realizado un recorrido por los medios de comunicación en la transición y en los años inmediatamente anteriores, concluyendo que “la prensa en Aragón,  que tenía una gran tradición, realizó una metamorfosis vertiginosa en ese periodo. Aragón no hubiera sido el mismo sin la revista Andalán (1972-1987) y sin el periódico El Día (1982-1992), medios progresistas que dinamizaron la vida política y social aragonesa”.

En su recorrido por los medios de comunicación, de los que ha manifestado que “en la prensa pasó lo mismo que en la sociedad, atravesaron esa etapa como Dios les dio a entender a cada uno, con excepción del centenario Heraldo de Aragón, un periódico que atravesó indemne la transición y que se adapta con una tremenda facilidad a cada periodo histórico”.

Otra cosa muy diferente es lo que ocurrió con la prensa del Régimen, llamada del Movimiento, y con la de la Iglesia Católica. El Noticiero (1901-1977), dependiente de los sectores conservadores y de la iglesia, con “corresponsales que erran los curas párrocos de los pueblos y que como noticias enviaban sus homilías”, hizo un esfuerzo por renovar sus contenidos y sus instalaciones, pero desapareció en 1977 con las primeras elecciones democráticas; y el periódico Amanecer, que cerró en 1979.

Un recuerdo especial ha tenido para Aragón Express, que nació en 1970, unos años antes de la transición y que sobrevivió hasta 1983, y que fue una escuela de grandes periodistas. También ha tenido unas palabras para el papel que jugaron las diputaciones en el nacimiento y sostenimiento de periódicos como El Diario de Teruel y El Diario del AltoAragón. A finales de los 80 y primeros 90 llegaron otros periódicos como Diario 16 Aragón, El Periódico de Aragón o ABC Aragón.

También ha realizado un recorrido por las emisoras de radio que se dieron cita en la transición –todas de onda media hasta que murió Franco- y de su incesante actividad, desde Radio Zaragoza, a Radio Popular – Cadena COPE y RNE. Por último, ha recordado el nacimiento de la delegación de TVE en Aragón, que surgió en principio por razones estratégicas, como centro emisor de Madrid, y cómo el incendio del Corona de Aragón supuso un punto de inflexión en su protagonismo informativo.

La política aragonesa en la transición

A partir de las 12.30 horas se ha celebrado la mesa redonda “La política aragonesa en la transición”, en la que han participado Santiago Marraco (PSA), Emilio Lacambra (PCE), Mariano Blasco (PAR) y José Antonio Escudero (UCD/CDS).  Ha moderado Nerea Vadillo.

Santiago Marraco, cofundador del Partido Socialista Aragonés (PSA) y presidente del Gobierno aragonés desde 1983 a 1987, ha manifestado que “la transición fue una vorágine de cinco años que nos arrastró a todos sin saber a dónde íbamos, con tres momentos importantes: la muerte de Carrero Blanco en 1973, que inició la descomposición del Régimen con asomos de cierta apertura; la muerte de Franco y el periodo de incertidumbre que surgió porque todas las alternativas estaban abiertas; y las elecciones de 1977, en las que con el nacimiento de UCD desaparecieron los restos del franquismo”.

Por ello, ha afirmado que “la democracia llegó con los votos de los españoles y no con un plan predeterminado. La gente estaba harta del régimen y dispuesta a lanzarse a la calle”. Un grupo de personas, comprometidas con el cambio y no afiliadas a ningún partido, entre ellas Labordeta, crearon en 1976 el PSA, un partido socialista y autogestionario, que reclamaba una constitución democrática y la autonomía para Aragón.

“Pero nadie sabía, de verdad, qué iba a pasar”, ha concluido Marraco “La izquierda pedía ruptura y la derecha reforma del régimen franquista. Aquello dio como resultado una constitución homologable con las europeas, que va a cumplir 39 años, y que necesita bastantes retoques”.

Emilio Lacambra, afiliado en el PCE desde 1962, se ha definido como “un soldado raso de la política”, pero ha relatado cómo vivió la transición como empresario de hostelería –es dueño de Casa Emilio, célebre restaurante y lugar de encuentro político y cultural durante décadas–, como comunista y con su participación en movimientos vecinales.

Su casa ha servido para reuniones de todo tipo, incluso se han “gestado gobiernos” en su reservado y “han nacido sindicatos” –el de la guardia civil, la ertzaina o los mossos de escuadra–. Su discreción  y talante le han hecho sobrevivir todos estos años. Sus paredes y salones guardan una buena parte de la historia de Aragón y del Estado español desde su nacimiento, en 1939.

Y no hay artista, cantautor o personaje del mundo de la cultura que no haya encontrado en sus platos y pucheros alimento para sus giras y se haya  sentado a su mesa sintiéndose en familia. Una casa, un restaurante, en el que era frecuente escuchar la BBC y Radio España Independiente.

Mariano Blasco, cofundador del PAR (Partido Aragonés), ex concejal y padre de una saga de buenos políticos, ha recordado a sus 94 años que a los 13 años vivió una guerra que le dejó sin juventud, que sobrevivió a la dictadura en el medio rural  como farmacéutico, cuando en los pueblos de política no se hablaba nada.

“Y cuando llega la transición –ha relatado- me coge con cierto miedo, había temor al cambio. En 1976 me llama Hipólito Gómez de las Roces y me dice que cuenta conmigo para fundar un partido político, porque hay que defender Aragón en este nuevo proceso porque si no, se nos van a llevar hasta el agua. Lo fundamos y en las primeras municipales democráticas sacamos siete concejales y entré en el Ayuntamiento de Zaragoza”. “cuánto me ha enseñado la democracia y esa transición en la que respetábamos las ideas de los demás”, ha asegurado.

“El PAR era una idea de centro”, ha señalado. “Queríamos hacer Aragón sin destruir España. El PAR ha tenido más logros de los que esperábamos, ha confesado. “La transición ha sido una maravilla, porque después de vivir en una España deshecha, supimos respetarnos. Todo se basó en el diálogo. Hay que dialogar porque todos tenemos un poco de verdad. Hay que dialogar, pero sobre todo escuchar, por algo Dios nos hizo con una boca y dos orejas”.

Ha finalizado confesando que “tengo la esperanza de que todo se arreglará (en referencia al tema catalán). Por favor, no rompáis España. Hay que ser más artistas y menos críticos. En este país faltan artistas y sobran críticos”.

Más crítico con la transición ha sido José Antonio Escudero, que fue senador por UCD y eurodiputado por el CDS, quien ha afirmado que “los aragoneses en la vida política de la transición hemos trabajado de manera inconexa, no hemos ido quizá en la misma dirección”. Había conexiones entre los partidos políticos, pero no entre los aragoneses con intereses comunes por Aragón.

Respecto a la constitución, ha señalado que “no marcó bien el tema de las transferencias, lo que ha dado pie a exigencias de que se transfiera más y más, lo que ha propiciado un Estado imposible. Hay que cerrar bien ese proceso y fijar hasta dónde se puede transferir”.

Respecto a los partidos en los que ha militado, ha manifestado que “la desaparición de UCD era la crónica de una muerte anunciada. No era un partido político propiamente dicho. Nació con un fin y desapareció cuando lo consiguió. Lo que fue una tragedia fue la muerte del CDS, porque podía haber colaborado en la participación de las mayorías parlamentarias, como centro que era, sin tener que echar mano de los partidos nacionalistas, con las consecuencias que hemos tenido”.

Finalmente, ha valorado la transición como “un periodo muy positivo en la historia de España en un país bronco, individualista y muy poco solidario, con el problema no resuelto de Cataluña y el País Vasco”.

Respecto a Aragón ha señalado que no ha tenido, ni en la transición ni ahora, el protagonismo que debía haber poseer. Tiene que recuperar su protagonismo.  A este respecto, Santiago Marraco ha añadido que “los aragoneses somos pocos pero útiles. Debemos ser los interlocutores privilegiados con Cataluña y somos puerta de Europa, visagra para articular la economía y ser útiles”.

Los cantautores en la transición

En la tarde de este viernes, el tema central del congreso será “Los cantautores en la transición”, con una ponencia, a partir de las 17.00 horas del periodista Antonio Gómez y la celebración de una mesa redonda que reunirá a Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Marina Rossell, Luis Pastor y Joaquín Carbonell.

Para concluir el congreso, este sábado a las 10.00 horas se realizará una visita guiada al Palacio de la Aljafería para los congresistas y tras ella habrá una ponencia a cargo de Eloy Fernández Clemente sobre “Andalán”.

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