El historiador Luis Palacio imparte la charla: "División Azul, ¿crimen franquista?"

El historiador Luis Antonio Palacio Pilacés ha publicado su séptimo libro, 'Tal vez el día' sobre el exilio aragonés en la URSS, estudio que también analiza a las y los aragoneses que se alistaron en la División Azul. Dentro de las Jornadas 'Ama la cultura, odia el fascismo' organizadas por la Coordinadora Antifascista de Zaragoza, Luís dará este jueves una charla, a las 20.15 horas en la Vía Láctea (calle Doctor Palomar 25, barrio de la Madalena), sobre la División Azul y lo que supuso en aquel contexto histórico. Una vez finalizada la Guerra Civil, Franco se apoyo en distintas …

La charla se enmarca dentro de las Jornadas 'Ama la cultura, oida el fascismo' de la Coordinadora Antifascista de Zaragoza
La charla se enmarca dentro de las Jornadas 'Ama la cultura, oida el fascismo' de la Coordinadora Antifascista de Zaragoza

El historiador Luis Antonio Palacio Pilacés ha publicado su séptimo libro, 'Tal vez el día' sobre el exilio aragonés en la URSS, estudio que también analiza a las y los aragoneses que se alistaron en la División Azul. Dentro de las Jornadas 'Ama la cultura, odia el fascismo' organizadas por la Coordinadora Antifascista de Zaragoza, Luís dará este jueves una charla, a las 20.15 horas en la Vía Láctea (calle Doctor Palomar 25, barrio de la Madalena), sobre la División Azul y lo que supuso en aquel contexto histórico.

Una vez finalizada la Guerra Civil, Franco se apoyo en distintas “familias” para instaurar su dictadura, la Falange, la Iglesia, los militares y los monárquicos. En un primer momento el sustento del Régimen fue la Falange, y fue esta la que presionó para que la "España franquista" entrase en la II Guerra Mundial (IIGM) junto a Hitler y Mussolini, sin embargo los militares presionaron en contra y llegó a haber enfrentamientos entre ambas "familias". Según la historiografía franquista, las altas peticiones de Franco a Hitler en la entrevista de Hendaia imposibilitaron la entrada de Franco en el Eje. Otros historiadores apuntan a que el Estado español no tenía ningún valor estratégico ni militar para Hitler, y por eso este se negó a aceptar las peticiones. Los últimos documentos desclasificados apuntan que empresarios ingleses pagaron grandes cifras económicas a Franco por no entrar en la IIGM.

Sin embargo, Franco tuvo un gesto simbólico hacia las potencias del Eje y hacia Falange y creó la División Azul, una unidad militar destinada a luchar junto al ejército nazi y contra los comunistas. Pero la División Azul, lejos de ser un cuerpo de soldados fascistas anticomunistas, que los hubo, fue una vía de escape para cientos de republicanos. La derrota en la Guerra Civil supuso el asesinato de decenas de miles de antifascistas y el encarcelamiento en campos de concentración y cárceles de otras tantas decenas de miles de ellos. Los que se salvaron de la cárcel o de las cunetas tuvieron que vivir con el estigma de ser un “rojo”, lo que le imposibilitaba encontrar trabajo o acceder a ayudas, la única manera de librarse de ese estigma y poder sacar a sus familias adelante fue la de alistarse en la División Azul y luchar con los nazis. Otros muchos republicanos se alistaron para huir de la represión e intentar pasar a territorio soviético.

El cambió en el desarrollo de la IIGM hizo que Franco olvidase a la División Azul y los vítores y festejos de la partida se convirtiesen en silencio y olvido.

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