El gran blanqueador

"De cualquier forma, es difícil entender a un Ministro de Hacienda justificando las donaciones de dinero negro", sostiene el autor.

Cristobal Montoro.

montoroLa rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros tuvo un nuevo formato. Los representantes gubernamentales que acudieron fueron:

En silencio, la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Como adorno, la Ministra de Trabajo también llamada Ministra de los Milagros. Efectivamente, es un milagro que alguien haya pensado por un momento que esa persona alcanza el nivel mínimo exigible para ser Ministra. Claro que sí quien lo ha pensado es “El Señor de los Hilillos” todo se entiende muchísimo mejor.

El tercer compareciente en la rueda de prensa era un señor católico practicante que suplantaba al Ministro de Hacienda.

El señor en cuestión argumentó desconocer los tejemanejes que se llevan a cabo desde la empresa que fundó con unos amiguetes del Ministerio en el que cohabitaban. Curiosamente eran colaboradores en el organismo público.

Esa peculiar empresa, consultora de servicios diversos para más señas, contrató con la administración jugosos contratos, ¿de forma licita?, pues seguro, alguien tan pulcro y cuidadoso de las obligaciones fiscales de los contribuyentes como es el señor Ministro, es poco probable que haya utilizado algún tipo de influencia o de información de privilegio para que su empresita tuviera un trato favorable.

Además el señor que se presentó en la rueda de prensa estaba muy bien caracterizado y con el maquillaje y corte de pelo era clavadito a Montoro, pero no, no nos engañemos, es imposible que una persona con la sólida formación fiscal de Cristóbal desconozca que existen comportamientos que despiden ese feo tufillo a utilización de los medios del Estado en beneficio propio. Aunque tú te hayas ido de la empresa tienes que entender que te persiga el persistente olor a podrido.

El suplantador resulta ser un acérrimo defensor de lo privado y usador de lo público para hacer negocietes ¿suena de algo? ¡Claro que suena!

Al triste personaje que movía compulsivamente la boca y emitía sonidos inconexos tampoco tendríamos que confundirlo con el Ministro de Hacienda cuando trató de explicar la actuación y los argumentos que aparecen en el informe que la Agencia Tributaria ha remitido al juez Ruz.

Según el suplantador del señor Ministro, el PP no tiene que justificar las donaciones en negro ni su procedencia, exactamente igual que las ONG (como Cáritas por ejemplo).

En ese momento se arrancó con valentía y obsequió a los periodistas allí presentes con una declaración de carácter personal que no interesaba a nadie. Dijo alto y claro que era católico y practicante ¿Y a los ciudadanos que nos importa? ¿O acaso los pertenecientes a su confesión tienen privilegios fiscales? ¿No tienen obligación de justificar sus ingresos? Si eso es así, entendemos que diga que su gobierno ha beneficiado a una sola ONG con un buen montante de euros.

También acabamos de entender las exenciones de impuestos que disfruta la franquicia católica. Entre sus seguidores figuran prohombres de la Administración del Estado y de otras Administraciones y parece que uno de ellos es el responsable de confeccionar los Presupuestos Generales, o tal vez estemos equivocados y quien los confeccione sea su imitador.

De cualquier forma, es difícil entender a un Ministro de Hacienda justificando las donaciones de dinero negro. Acaba de abrir desde su alto cargo una extraordinaria vía de blanqueo de capitales. Los narcos ya no necesitan romperse la cabeza imaginando complicadas operaciones de ingeniería financiera.

Se habla con el Obispo de turno, se hace una generosa limosna, se factura (sin IVA) una buena obra de acondicionamiento de aposentos del señor Obispo y se abona con el donativo menos un diez por ciento (por ejemplo) que se queda el prelado - en concepto limosna - por las molestias. Y el Ministerio de Hacienda parece ser que ni pregunta.

Fácil rápido y limpito.

Por los motivos expuestos me resisto a creer que el señor que se parecía a Cristóbal fuera el señor Ministro. Según el buen hombre para traer el dinero de Andorra sólo es necesario un contacto en una parroquia. Lo demás es coser y cantar. Drogas, prostitución, armas,… cualquier tráfico delictivo te lo blanquea monseñor. Para todo lo demás los donativos al PP también sirven, no es necesario declarar las obsequios.

Blanqueos Montoro deja el dinero negro como los chorros de oro.

[José Antonio Luque, colaborador de AraInfo]

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