El Festival Castillo de Aínsa entrega el ‘Dragón de Aínsa’ a La Orquestina del Fabirol

Más de 1.500 personas han pasado por las actividades del Festival Castillo de Aínsa que cierra su XIX edición con más de 500 en los conciertos del sábado noche y con el llenazo de la obra de teatro ‘Elisa y Marcela’ de A Panadaria. El Festival Castillo de Aínsa cierra sus XIX edición con un emotivo homenaje a la trayectoria de más de 30 años de La Orquestina de Fabirol apostando por la transmisión de la música aragonesa de calidad.

Tras la intensa noche del sábado en la que más de 500 personas disfrutaron del artista estadounidense Elliott Murphy y de las bandas que lo acompañaron, el Festival Castillo de Aínsa cierra su XIX edición con un homenaje a La Orquestina del Fabirol.

Más de 1.500 personas han pasado por las actuaciones del festival, siendo los conciertos del sábado noche los que más público acogió así como la historia de amor de ‘Elisa y Marcela’ de la compañía de teatro A Panadaria que reunió a más de 250 personas en el Patio del Museo.

Una apuesta del festival que el alcalde de l'Aínsa, Enrique Pueyo, ha valorado muy positivamente: “Balance positivo porque ha habido muchísima gente en todos los actos que se han programado, especialmente el teatro que llenó el jardín del museo. Era una apuesta que queríamos hacer desde el Ayuntamiento de intentar traer teatro al festival y que tuviera presencia de gente. Creemos que es una actividad que es difícil que se pueda producir en el mundo rural”.

Pueyo ha subrayado el apoyo recibido por la Diputación de Huesca sin el cual “no sería posible este festival” y ha señalado que el Festival Castillo de Aínsa supone un revulsivo para la temporada turística que arranca acercando al mundo rural “espectáculos que normalmente no se pueden ver ni tendríamos capacidad para poder gestionar”.

Asimismo, reconoce que contar con “artistas de la talla de Elliott Murphy, un artista de carácter internacional, que pueda venir a tocar a un festival como el nuestro nos hace visibles a nivel internacional y también ayuda a que se consolide como uno de los festivales más importantes de Aragón siendo el más longevo de la comunidad”.

Un domingo de juegos y conciertos

La mañana arrancaba con los ‘Tracajuegos’ de Tracalet, una instalación que desde las 11.00 horas animó a los y las más madrugadoras. El Ludo Móvil aparcó en el foso del castillo de l'Aínsa cargada de juegos tradicionales reinventados que invitaron a la reflexión sobre la importancia de la transmisión de la memoria.

Las altas temperaturas hicieron que el concierto de Los Titiriteros de Binéfar pasara de la Plaza Mayor al Patio ajardinado del Museo que una vez refrescado el suelo y a la sombra, comenzó una gran fiesta para pequeñas, pequeños y mayores. La banda altoaragonesa sacó sus mejores títeres para cantar y bailar tanto canciones tradicionales como “El corro churumbolo” o “Carrascal” como canciones míticas de Vainica Doble, Bob Dylan y José Antonio Labordeta.

La tarde siguió con la música de autor de Pako Portalo, un canto a la felicidad donde el público pudo disfrutar de la rumba, el funk, el reggae, e incluso, algún tinte de pop y de rap. La siguiente en dar la talla fue la banda zaragozana Llorente con su trabajo de pop-folk sobre los personajes secundarios, las relaciones personales y lo cotidiano como fuente de inspiración.

El homenaje a La Orquestina de Fabirol

Sin duda, la gran sorpresa de la tarde fue La Orquestina de Fabirol que cerraba el Festival Castillo de Aínsa con un reconocimiento por parte del Ayuntamiento de l'Aínsa y de Los Titiriteros de Binéfar por su trayectoria y su constante apuesta por el aragonés y la cultura tradicional aragonesa. Eva y Marta Paricio de Los Títiriteros de Binéfar junto con el alcalde, Enrique Pueyo, entregaron el “Dragón de Aínsa”, una escultura artesanal elaborada con madera y piedras de los ríos que atraviesan la localidad.

Eva Paricio reconoce que fue muy emotivo porque “no se lo esperaban” pero que, sin duda, se trata de un homenaje muy merecido ya que La Orquestina del Fabirol lleva “más de 30 años trabajando por el folclore tradicional y siempre ha luchado y apostado por que el público escuche música tradicional de calidad”.

La cantante y titiritera asegura que el final del Festival Castillo de Aínsa fue una gran fiesta: “Estuvimos toda la plaza bailando bailes tradicionales, un gran ambiente con gente que vino de toda la comarca”.

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