El Colegio Público de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Cándido Domingo, de Zaragoza, ha ganado el Primer Premio del II Concurso Estatal de Huertos Escolares Ecológicos, impulsado por la Asociación Vida Sana y la Fundación Triodos. En este certamen han participado 110 colegios de distintos territorios del Estado español.
Otro centro de Zaragoza, el IES Avempace, ha quedado finalista en la categoría de Centros de Secundaria. Ambos centros son pertenecientes a la Red de Huertos Escolares Agroecológicos del Ayuntamiento de Zaragoza.
Según afirman desde el Consistorio, este premio es un reconocimiento al trabajo desarrollado por profesorado, alumnado, equipos directivos y familias que día a día ponen su granito de arena en hacer posible esta labor educativa, que además, en muchas ocasiones, no está incorporada en el horario escolar.
“El suelo nos alimenta” y los niños y las niñas, protagonistas
El Proyecto de huerto escolar en el CEIP Cándido Domingo, de Zaragoza arrancó hace 10 años con un gran interés por este espacio aunque con un desarrollo a menudo limitado por diversas dificultades. En el curso 2014-2015 el Proyecto se ha cohesionado bajo el lema “El suelo nos alimenta” y pretende recoger actividades específicas en celebración del “Año internacional del Suelo”, declarado por el suelo, y que se celebra en 2015.
Se trata de un huerto de tierra, en manejo totalmente ecológico y respetuoso con el medio ambiente, en el que los alumnos y las alumnas son las protagonistas y hacen o colaboran en todas las actividades posibles, salvo las de preparación que puedan resultar más duras o peligrosas.
Desde un punto de vista docente, el Proyecto de Huerto Escolar permite que en el Cándido Domingo se cultiven una serie de valores, entre los que destacan la conciencia ambiental y social, el esfuerzo, el trabajo en equipo, la conciencia alimentaria o el pensamiento creativo.
Una experiencia pionera en Zaragoza
La Red de Huertos Escolares Agroecológicos que promueve y apoya el Ayuntamiento tiene una trayectoria, de 32 años ininterrumpidos. Actualmente hay inscritos 108 centros y cada año hay nuevas inscripciones.
Ya en 1983 cuando se inicio el apoyo a esta actividad en el Colegio Publico La Paz en el barrio del mismo nombre, cuando todavía no se hablaba tanto de la importancia de la huerta y los huertos urbanos, el Ayuntamiento de Zaragoza fue pionero en impulsar esta iniciativa de huertos escolares agroecológicos, recuerdan desde el Consistorio.
"Tras 30 años de experiencia se puede decir que el trabajo desarrollado en los huertos escolares tiene múltiples beneficios: por un lado las y los escolares aprenden en primera persona el origen de las hortalizas que forman parte de nuestra alimentación así como el trabajo y tiempo requerido desde que se siembra o planta un cultivo hasta su cosecha, lo que indirectamente repercute en valorar el trabajo de la profesión de agricultor y la importancia de contar con un espacio agrícola en Zaragoza. Comprenden los beneficios de la agricultura ecológica tanto para nuestra salud como para el medio ambiente y la forma de combatir de forma natural las posibles plagas. Ayuda a adquirir hábitos saludables en la alimentación dado que se ha demostrado que los niños y niñas que realizan la actividad de huerto incorporan mas fácilmente en su dieta las hortalizas, la saludable dieta mediterránea", añaden.
Por otro lado, el huerto, es "un laboratorio vivo a través del cual se pueden trabajar todas las disciplinas: matemáticas, lengua, idiomas, manualidades, dibujo, naturaleza etc." solamente se requieren "ganas de aprender, ilusión e inventiva para idear diferentes actividades para cada materia, como se ve reflejado en los múltiples trabajos que se realizan en la red de Huertos Escolares". "En este proceso se aprenden otras cuestiones no menos importantes, como la colaboración, el saber esperar, la responsabilidad o el trabajo en equipo", continúan.
El papel del Ayuntamiento y su Gabinete de Educación Ambiental
Para facilitar el desarrollo de los huertos al profesorado, el Gabinete de Educación Ambiental "asesora en los primeros momentos, sobre el diseño del espacio para el huerto, facilita tierra, labrado, estiércol, riego por goteo, semillas de algunas hortalizas". Por otro lado realiza talleres de formación, asesoramiento en el cultivo y coordina reuniones periódicas que "ponen en contacto a la red de centros, un espacio de intercambio de experiencias que sirve de apoyo y estimulo al sentirse formando parte de un proyecto colectivo".
Desde el año pasado, en el marco del Proyecto Life Huertas km 0 también se realizan visitas a los escasos espacios cultivados con hortalizas que aun existen en los alrededores de la capital aragonesa.
