La Asociación Llámalo H, designada por la Asamblea de Harinera ZGZ para firmar el convenio de cogestión con el Ayuntamiento de Zaragoza, lleva siete meses insistiendo a los responsables de Cultura del Ayuntamiento y a vicealcaldía en la necesidad de renovar el documento sin respuesta. Sin embargo, “a la vicealcaldesa no le parece electoralista enviar este jueves a su gerente a presentar una programación que debería ponerse en marcha sin la participación del colectivo que la realiza”, acuerda el colectivo.
En siete meses solo se ha conseguido una reunión en la que Elena de Marta, directora general de Cultura, transmitió la intención de firmar el convenio antes de las elecciones y la intención por parte de vicealcaldía de modificarlo, sin ninguna propuesta concreta.
Después de ignorar varios intentos de reunión, en la última Comisión de Cultura, Sara Fernández, preguntada por Luisa Broto a este respecto, afirma que “ha decidido que ese convenio lo firme la próxima corporación por coherencia.” La vicealcaldesa alega que ha criticado mucho a Rivarés por firmar este convenio en la anterior legislatura durante la campaña electoral, pero no menciona que el Colectivo Llámalo H lleva siete meses pidiendo esa reunión para no llegar a este punto, y que su corporación sí piensa presentar la programación con normalidad.
El convenio entre Zaragoza Cultural y la Asociación Llámalo H tiene una duración de cuatro años, por lo que siempre se ha sabido que se firmará en mayo. Desde el Colectivo Llámalo H se ha repetido en multitud de ocasiones que ese convenio se firmó en mayo porque hasta entonces lo estuvieron trabajando los servicios jurídicos, por lo que estaba disponible para cualquier miembro de la corporación que tuviera interés en consultarlo, y que no hubo ninguna alevosía por ninguna de las partes puesto que el trabajo se venía realizando bajo ese mismo marco durante mucho tiempo.
A pesar de no firmar el convenio, David Lozano, gerente de Zaragoza Cultural, asistió este jueves a Harinera ZGZ a presentar una programación que no puede saber cómo se llevará a cabo ni si será posible hacerlo.
Para la Asociación, el equipo de gobierno actual lleva cuatro años “poniendo impedimentos” al proyecto cultural con más proyección exterior de la ciudad, “ignorando sus propuestas de trabajo conjuntas y, en definitiva, poniendo palos en la rueda” a un proyecto pionero, premiado por Europa, que alberga proyectos a su vez premiados y reconocidos a nivel local, regional, estatal e internacional. “No queremos pensar qué les preocupa que unas cuantas vecinas sean capaces de conseguir, prácticamente sin recursos, lo que esperamos que su corporación consiga, con millones de euros para la gestión cultural de una ciudad como Zaragoza”, señalan.
Reiteran la importancia de un proyecto como Harinera ZGZ para los y las vecinas de San José y Zaragoza, un bien para la salud de muchas personas que son derivadas desde los Centros Médicos o Servicios Sociales, un espacio por el que pasan más de 20.000 personas al año para consumir cultura, crear cultura y decidir sobre la cultura de Zaragoza, un proyecto experimental y pionero en el que cientos de personas han podido desarrollarse profesionalmente.
Desde el Colectivo Llámalo H denuncian la actitud “irresponsable y vergonzosa” de Zaragoza Cultural y exigen la firma inmediata del convenio. “O, si la señora Fernández se mantiene en su posición completamente incomprensible, una definición de la situación en la que queda Harinera ZGZ cuando finalice el convenio”, afirman.
También piden que defina cómo se va a ejecutar la programación presentada ayer por David Lozano, si se van a cubrir con personal de Zaragoza Cultura, y cargo al erario público, las miles de horas que invierten de forma voluntaria las personas que integran el Colectivo, o pretenden que sigan haciendo este trabajo sin saber en qué dirección irá el proyecto, y sintiendo un absoluto desinterés y falta de respeto por parte del actual equipo de gobierno.
Consideran “especialmente grave” la situación de las residencias (espacios de trabajo), que tienen firmado un contrato con Zaragoza Cultural por el que están obligadas a participar de esa cogestión que ya no se sabe si existirá. “Es imprescindible que se les comunique a estas personas en qué condiciones habitan sus residencias”, concluyen.