El Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado por unanimidad una moción de Chunta Aragonesista instando al Gobierno de Zaragoza a evitar la pérdida de patrimonio industrial y arquitectónico de la ciudad protegiendo la Harinera del Ebro del barrio rural de Casetas.
En este sentido el consejero de Urbanismo y Sostenibilidad, Pablo Muñoz, ha anunciado que el pasado 6 de marzo dio la orden de catalogar y proteger de manera completa la Harinera de Casetas. Una iniciativa apoyada por la Plataforma Métete en Harina, que también ha intervenido en el Pleno de esta mañana.
De este modo, la Unidad de Patrimonio Histórico Artístico verificará el estado actual de la Harinera del Ebro (Casetas) y valorará si el nivel de protección aprobado en 2006 (interés arquitectónico, grado B, actuaciones permitidas: rehabilitación/fachadas) es adecuado a la naturaleza del bien protegido o bien sería más apropiado asimilarlo al de otros equipamientos como han sido la Harinera de San José o la factoría Giesa. Muñoz ha destacado que “este es el primer paso para su uso público en un futuro”.
Desde CHA, Leticia Crespo ha recordado que “tras un pasado como uno de los máximos exponentes de la arquitectura industrial de las primeras décadas del siglo XX en Zaragoza, la Harinera del Ebro de Casetas presenta actualmente un estado de abandono y degradación”. En este sentido, se ha recordado un desprendimiento en el revestimiento que tuvo lugar el pasado mes de noviembre, con el consiguiente riesgo para la seguridad pública.
Tras dicho desprendimiento, desde la Gerencia de Urbanismo se procedió a la revisión de fachadas, cornisas y molduras, así como de la cubierta y se procedió al cerramiento de huecos. Caber recordar que la Harinera del Ebro en Casetas actualmente es de propiedad privada, con capacidad para unas 33 Viviendas (3200 metros de edificabilidad).
Este edificio histórico se sumaría a otros equipamientos históricos de la ciudad que están siendo recuperados en esta legislatura, tales como la Imprenta Blasco, la Harinera de San José, los Baños Judíos, los Depósitos de Pignatelli o la casa del director de la Montañanesa, en Montañana.
