Su excelentísima policía local

La comisión de una huelga de celo policial ha coincidido con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que derogaba algunos puntos de la ordenanza municipal de Zaragoza para Ciclistas y Peatones. Éstas circunstancias han ocasionado una serie de denuncias y situaciones tan estúpidas como irracionales contra el colectivo ciclista. Policías multando a ciclistas por circular en zonas "peatonales" en las que también circulan vehículos a motor, como Paseo Independencia y calles adyacentes con acceso, calle Alfonso, Plaza del Pilar, muchas calles del casco antiguo... La respuesta de los ciclistas no se hizo esperar, y el viernes colapsaron el centro de …

Policía municipal multando a un ciclista por circular por la acera el pasado lunes. Foto: @chasca22

La comisión de una huelga de celo policial ha coincidido con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que derogaba algunos puntos de la ordenanza municipal de Zaragoza para Ciclistas y Peatones.

Éstas circunstancias han ocasionado una serie de denuncias y situaciones tan estúpidas como irracionales contra el colectivo ciclista. Policías multando a ciclistas por circular en zonas "peatonales" en las que también circulan vehículos a motor, como Paseo Independencia y calles adyacentes con acceso, calle Alfonso, Plaza del Pilar, muchas calles del casco antiguo... La respuesta de los ciclistas no se hizo esperar, y el viernes colapsaron el centro de la ciudad, sin que la policía local supiera qué hacer. Qué poca eficacia.

La Policía local es evidentemente responsable de su propia irresponsabilidad, recordemos que a lo largo de la semana han cargado sus bolígrafos y libretas de denuncia, no sólo contra las y los ciclistas, si no contra vehículos municipales e incluso contra el transporte público, vaciando autobuses urbanos de usuarios para pedir "los papeles" a los trabajadores que los conducían. Poco les importa el agravio a quiénes viajan en ellos. Se pueden permitir no usarlos nunca.

Parece que la huelga de celo viene motivada por la solicitud de un nuevo aumento de sueldo de los guardias municipales. Por las veces que protestan en este sentido, parecería que rellenar libretas de papel rosa con sanciones fuera una nueva rama de neurocirugía. Un cuerpo en el que el sueldo más bajo, el de policía raso de oficina, supera los 1800 euros mensuales, debe vivir completamente ajeno a lo que sucede en las calles que vigila.

¿Sabrá la Policía Local de Zaragoza que la mayoría de la ciudadanía cobra la mitad de su sueldo, en ocasiones por empleos de más riesgo? Probablemente ni se lo imaginen. Un fuerte abrazo a los bomberos forestales de las BRIF que se juegan la vida apagando incendios forestales por 800 euros mensuales.

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