Ecologistas en Acción reclama planes urbanos de transporte sostenible en la semana europea de la movilidad

Entre el 16 y el 22 de septiembre tendrá lugar la Semana Europea de la Movilidad, a la que se suman más de 400 ciudades españolas. Ecologistas en Acción quiere recordar que en los entornos urbanos la calidad de vida, la salud de la población y el coste económico por desplazarse están directamente relacionados con el uso del coche. Sin embargo, todavía la mayoría de las ciudades españolas presentan un uso excesivo del automóvil, y las políticas de transporte y movilidad que se están aplicando -como consecuencia de la crisis- en los sistemas de transporte público y modos no motorizados …

Entre el 16 y el 22 de septiembre tendrá lugar la Semana Europea de la Movilidad, a la que se suman más de 400 ciudades españolas. Ecologistas en Acción quiere recordar que en los entornos urbanos la calidad de vida, la salud de la población y el coste económico por desplazarse están directamente relacionados con el uso del coche. Sin embargo, todavía la mayoría de las ciudades españolas presentan un uso excesivo del automóvil, y las políticas de transporte y movilidad que se están aplicando -como consecuencia de la crisis- en los sistemas de transporte público y modos no motorizados van en la dirección opuesta a la de conseguir una movilidad más sostenible.

La convocatoria de la Semana Europea de la Movilidad se planteó por primera vez el año 2002. Con ella, se pretende promover la realización de actividades previas al Día sin Coches (22 de septiembre), con el objetivo de informar, concienciar y dar participación a la ciudadanía en la tarea de mejorar la calidad de vida de las ciudades y áreas metropolitanas. En último término, se trata de reducir el número de coches en circulación y demostrar en la práctica los beneficios que reporta el que los automovilistas dejen el coche en casa.

El lema de la Semana Europea de la Movilidad para este año “Participa en los Planes de Movilidad de tu ciudad: ¡muévete en la buena dirección!”, es un claro ejemplo de la distancia tan grande que existe entre los deseos y la realidad. Así, mientras la Comisión Europea asume que tales planes existen y que además disponen de mecanismos de participación pública efectivos, la situación en el Estado español es muy diferente: muchas ciudades españolas no han elaborado todavía ningún plan de estas características (por ejemplo, Madrid), y la mayoría que lo han realizado o bien no lo están llevando a la práctica (por falta de financiación y voluntad política) o simplemente no están consiguiendo mejoras significativas.

Los Planes de Movilidad Sostenible son la herramienta básica para conseguir sistemas de movilidad urbanos más sostenible, o lo que es lo mismo: ciudades con una mejor calidad del aire, con menos contaminación acústica y siniestralidad, con más espacio y calidad de vida para la gente. También se consigue que las ciudades sean menos dependientes de los combustibles fósiles para cubrir los desplazamientos de sus ciudadanos, lo que en resumidas cuentas significa hacer un uso más eficiente de la energía y permitir el ahorro de miles de millones de euros cada año. Y eso por no hablar de las ingentes inversiones en construcción y mantenimiento de infraestructuras, que se dedican a posibilitar los actuales ratios en tráfico motorizado.

En definitiva, resulta patente que mejorar nuestros sistemas de movilidad urbanos  hacia otros que pivoten más en el uso del transporte público y de los modos no motorizados, tendrían unos claros beneficios sociales, ambientales y económicos a día de hoy, pero resultan también necesarios para adaptarse al tremendo impacto que va a provocar en el medio plazo el inminente agotamiento del petróleo en el funcionamiento de nuestras urbes.

Conseguir transformar estos sistemas requiere sin embargo de la elaboración y aplicación de Planes de Movilidad Sostenibles que contengan medidas encaminadas, por un lado a disuadir del uso del automóvil, y por otro a promover e incentivar el uso del transporte público y los modos no motorizados. Sin embargo, desde que se manifestara la crisis, las medidas aplicadas en la mayoría de las ciudades españolas hasta el momento han ido en la dirección contraria, ya sea de manera activa (incrementado las tarifas del transporte público o empeorando la calidad de su servicio –al ampliar las frecuencias y disminuir los horarios–, aplazando planes de peatonalización y/o fomento de la bicicleta, o eliminando medidas ya implementadas y con resultados positivos, como las reducciones de velocidad o zonas de acceso restringido) o de forma pasiva, por no sin poner en marcha las medidas que son necesarias para transformar nuestros sistemas de movilidad hacia una mayor sostenibilidad.

Por este motivo, Ecologistas en Acción exige a los distintos ayuntamientos participantes en esta iniciativa unas políticas consecuentes con este objetivo, y no meras declaraciones en pro de la movilidad sostenible, que han sido la tónica habitual hasta el momento en pasadas ediciones de la Semana de la Movilidad.

Ecologistas en Acción

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