Durante los últimos cinco años la Unión Europea, al igual que el resto del mundo, ha sido testigo de importantes cambios a nivel planetario. La crisis climática se ha profundizado hasta extremos inédito. Frente a la retórica de la necesidad de transitar hacia otros modelos de sociedad, "la acción política ha estado lejos de situarse a la altura", aseguran desde Ecologistas en Acción.
Consideran además que la evidencia científica ha mostrado que "nos hallamos ante cotas nunca alcanzadas de degradación ambiental. Sin embargo, esta realidad no ha servido para revertir las inercias políticas que mantienen un sistema depredador de la vida".
A juicio de la organización ecologista, "el marco regulatorio europeo no ha sido fortalecido de acuerdo a este escenario; al contrario, ha continuado sufriendo los ataques de los lobbies corporativos, que no en pocas ocasiones han logrado sus objetivos".
Asimismo señalan que "afortunadamente la sociedad, con la juventud y las mujeres a la cabeza, está despertando, exigiendo transformaciones estructurales que permitan frenar y revertir la destrucción social y ambiental. Instituciones como el Parlamento Europeo deben tomar buena nota si quieren sentirse legítimamente representantes de la sociedad".
Ecologistas en Acción considera que el Parlamento Europeo debe ser una "actor clave" en este cambio, "no solo haciéndose eco de las demandas sociales sino garantizando la participación democrática, hoy día tan amenazada ante el auge de la extrema derecha".
Para la organización, esta cámara legislativa "puede contribuir a activar las palancas necesarias para iniciar sin demora un cambio de paradigma social y deje de privilegiar a una élite".
De esta forma, proponen algunas de las medidas que el Parlamento Europeo "puede y debe acometer con urgencia" (documento completo en este enlace).
Subrayan finalmente que estas propuestas son tan "necesarias y urgentes como, en gran medida, ajenas a las prioridades de la mayor parte de los partidos políticos.
"Pero no por ello se deben ocultar o relegar -aseveran-, porque nuestro futuro depende de que se ponga cuanto antes el mantenimiento de la vida en el centro de la acción política y de que los liderazgos políticos se basen en la justicia social y ambiental y en el bien común. Algo que sí que parece que están entendiendo las generaciones más jóvenes".