La Fiscalía de Perú ha confirmado este miércoles que ha detenido en Lima al ya expresidente peruano Pedro Castillo por el presunto delito de rebelión tras anunciar que disolvía el Congreso, decretaba un gobierno de excepción y convocaba nuevas elecciones legislativas.
Según ha explicado, se le acusa de quebrantar el orden constitucional en base a los artículos 346 y 249 del Código penal, por rebelión y conspiración. Ha sido calificado de golpe de Estado dado que se ha producido horas antes de que se votara una moción de destitución en el Parlamento.
Castillo se encuentra en el penal de Barbadillo, en el distrito limeño de Ate en el que también está recluido el expresidente ultraderechista Alberto Fujimori, padre de Keiko Fujimori a quien ganó en las elecciones de junio de 2021.
El ya expresidente comenzó la jornada del miércoles con un mensaje en vídeo transmitido al país en el que dictaba las siguientes medidas: “Disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un Gobierno de emergencia excepcional”.
En el mismo, pidió “convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de 9 meses”.
Dina Boluarte, primera presidenta de Perú
Ante este mensaje, el pleno del Congreso destituyó a Castillo por “permanente incapacidad moral” con 101 a 130 votos a favor. La vicepresidenta y compañera de partido de Castillo, Dina Boluearte calificó el anunció de golpe de Estado. Tras la caída de Castillo, el parlamento solicitó a Boluarte que jurara como nueva jefa de Estado, convirtiéndose así en la primera mujer presidenta en los 200 años de vida de la república de Perú. La decisión fue anunciada por el presidente del Legislativo, José Williams.
La ahora presidenta, aseguraba en el Congreso que era consciente de la “enorme responsabilidad” que le corresponde asumir e invocó al diálogo de las fuerzas políticas. “Nos corresponde conversar, dialogar, ponernos de acuerdo, algo tan sencillo como tan impracticable en los últimos meses”, resaltó.
La legisladora izquierdista Ruth Luque declaró que la decisión de Pedro Castillo “configura un golpe de Estado y se aleja de todos los marcos constitucionales”. Su partido, Juntos por el Perú ha apoyado habitualmente la permanencia de Castillo en el poder.
La parlamentaria agregó que la decisión del exgobernante “es claramente un golpe al estilo del 92”, en referencia al “autogolpe” que dio en 1992 el entonces presidente Alberto Fujimori (1990-2000), que también disolvió el Congreso.
En esta línea se ha pronunciado también el partido ultraconservador Renovación Popular o el partido fujimorista Fuerza Popular.
Por su parte, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional emitieron un comunicado en el que manifestaron ser “respetuosas del orden constitucional” establecido en el artículo 134 de la Constitución Política del Perú. “Cualquier acto contrario al orden constitucional establecido constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú”, señalaron y pidieron a la población mantener la calma.
¿Qué ha pasado durante su mandato?
Según explica TeleSur, el Gobierno de Pedro Castillo ha estado marcado por la constante tensión entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, con tres intentos de vacancia en el Congreso, de mayoría opositora, que fueron denunciados por sectores de la población como intentos de desestabilización.
Además, tuvo más de 70 ministros en los gabinetes que conformó, ya que varios dimitieron por diversas razones, entre ellas tras una moción de censura en el Congreso. Castillo también fue acusado por presuntos hechos de corrupción.
A esto se suma que este ente no autorizó viajes internacionales de Castillo a diferentes compromisos como la investidura del presidente colombiano Gustavo Petro; al Vaticano o a la Cumbre de la Alianza del Pacífico en México.
Reacciones
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó la situación y reiteró que "es un principio fundamental de nuestra política exterior la no intervención y la autodeterminación de los pueblos".
"A eso nos ceñimos en el caso de lo sucedido en Perú. Sin embargo, consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución", dijo.
El Gobierno de Colombia ha expresado su preocupación por la crisis política en Perú en una breve comunicado en el que se ha solidarizado “con el hermano pueblo peruano y hace un llamado al diálogo a todos los actores políticos para salvaguardar la democracia. Colombia condena todo atentado contra la democracia, venga de donde venga, y recuerda que la democracia requiere el reconocimiento de la voluntad popular expresada tanto en las elecciones para presidente como para el congreso”.

La Cancillería boliviana manifestaba también “su profunda preocupación por la situación de crisis política que afecta a la hermana República del Perú, y hace un llamamiento a todos los actores políticos a garantizar los principios democráticos, el orden constitucional y el Estado de Derecho”.
El exmandatario boliviano y líder del Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS – IPSP), Evo Morales, asegura a través de su cuenta de Twitter que se sumaba a los mensajes pidiendo que se respete la seguridad, el derecho a la vida y convivencia pacífica y democrática.
Y añadía que “la crisis política que afecta al hermano pueblo peruano, al Perú profundo especialmente, fue provocada por la conspiración permanente de la derecha fujimorista y medios derechistas contra un gobierno elegido en las urnas cuyo "delito imperdonable" fue representar a los más pobres”.
A su vez, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, indicó en Twitter que había seguido con preocupación los hechos que llevaron a la destitución de Castillo y que "lo que Perú y América del Sur necesitan en este momento es diálogo, tolerancia y convivencia democrática, para resolver los problemas reales que todos enfrentamos".
A ellos se sumó la Cancillería de Chile que lamentó lo sucedido y espera que la crisis "se pueda resolver a través de mecanismos democráticos y el respeto al Estado de Derecho".