No era el mejor día para ir a Sant Boi a enfrentar al segundo equipo del club decano del rugby estatal. Su primer equipo descansaba y hasta 6 habituales en las convocatorias de División de Honor, entraron en el 15 titular del DHB. El sabor, agridulce. Muy buena primera parte del Fénix que dominó y jugó con criterio, demostrando que los engranajes se van ajustando y puede aspirar a estar en mitad de la tabla junto a otros equipos de su nivel, aunque más experimentados en la categoría. El resultado, puede que demasiado abultado, refleja más lo ocurrido en los últimos 20 minutos de partido donde los visitantes no pudieron aguantar el ritmo de los locales. Un juego rapidísimo, un punto por encima del visto hasta ahora en nuestro grupo.
Los primeros diez minutos de juego fueron para los catalanes que encerraron al Fénix en su campo, sin acierto en la patadas que aliviaran la presión local. Una patada de Toni, de 22 a 22, fue el inicio de la presión maña en la zona de 22 visitante. Thomas y Pierre Huc rompían con relativa facilidad la primera cortina defensiva, pero la falta de apoyo detrás de la defensa y el buen hacer de las líneas de atrás de Sant Boi, anularon varias claras opciones de posar en la zona de marca contraria. El Fénix solo pudo conseguir tres golpes de castigo, de los que convirtió dos. 6 puntos que a la postre serían los únicos del partido. Por otra parte y dato significativo, fue en el único de la temporada que no se consiguió ningún ensayo.
Sant Boi, sin embargo, consiguió 10 puntos fruto de un ensayo transformado y un golpe de castigo en sus dos de las tres incursiones en campo rival.
En la segunda parte la decoración sustancialmente. El ritmo local seguía intacto y el Fénix no tenía posesión de balón. En diez minutos el Sant Boi se había ido 16 – 6 con dos golpes de castigo, pero el equipo no se descomponía. A veces, se defendía panza arriba, pero había orden colectivo. Pasado el minuto 20, el Sant Boi conseguía su segundo ensayo y ya fue el dominador total del juego y resultado. Dos más, hasta el 35-6 definitivo que dejan un regusto de amargor, pese al buen trabajo en una buena parte del partido.
