Dos de los jóvenes de Altsasu, Jokin Unamuno y Adur Ramírez de Alda, continuarán en la cárcel. La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española ha denegado nuevamente su puesta en libertad después de pasar más de un año encarcelados por un altercado nocturno con unos agentes de la Guardia Civil.
Mientras que cuatro de los encausados, con la misma petición de condena, están en libertad, estos dos jóvenes cumplirán un año y medio en prisión provisional en abril cuando se celebre el juicio. La abogada que los defiende Amaia Izko solicitó la libertad condicional nada más hacerse pública la fecha del juicio y según afirma ni el juicio resulta inminente, ni hay riesgo de fuga ni de reiteración dado su arraigo familial y social.
Los jueces - Concepción Espejel, Manuela Fernández y Fermín Javier Echarri - aseguran que los casos no son comparable dado que la “actuación” de Unamuno y Ramírez de Alda “es más relevante e incidiariamente implica una mayor peligrosidad”.
Además los tres magistrados aseguran que “la naturaleza del delito y gravedad de la pena (50 años para cada uno) permiten afirmar la concurrencia del riesgo de fuga”.
El argumento que ha trasladado la Audiencia es el de la acusación particular de Covite y que asegura que son “promotores de las movilizaciones del movimiento Ospa Eguna” y, por lo tanto, se enmarcan dentro de un posible “delito de asociación ilícita”.
Ospa Eguna es una jornada que se celebra en Altsasu desde hace algunos años para reclamar, con carácter público y festivo, la marcha de la Guardia Civil y la desmilitarización de Sakana.
También continúa en prisión un tercer joven Oihan Amanz, cuyo caso lleva otro abogado y para el que pide 62,5 años.
