La confederación sindical CCOO y las organizaciones ambientales Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han analizado conjuntamente la situación del sector del transporte, que tiene una gran importancia para la economía y el empleo, pero presenta grandes dificultades para la reducción de sus emisiones por su alta dependencia de los combustibles fósiles.
Además, en el Estado español los diferentes gobiernos han apostado desde hace muchos años por la ampliación de las infraestructuras de los modos más contaminantes, fundamentalmente carretera y aviación, en detrimento de las del ferrocarril convencional.
Sindicato y ecologistas han definido un conjunto de propuestas clave para la descarbonización del transporte; en relación con la movilidad de las personas, en el ámbito urbano e interurbano, con el transporte de mercancías y con el aéreo.
Una de las conclusiones que “la necesaria electrificación de los vehículos por carretera necesita una estrategia para superar los obstáculos que enfrenta”. Asimismo, debe acompañarse de otras estrategias para reducir las necesidades de movilidad e impulsar la transición hacia modos de transporte colectivos y compartidos, a la escala necesaria para la reducción de emisiones, en palabras de la ‘Estrategia de Transición Justa’ del Gobierno.
Entre las medidas que se plantean en el documento elaborado por estas organizaciones, se encuentra la aprobación de un marco normativo básico que regule la movilidad a través de una ley estatal de movilidad sostenible que incluya la financiación del transporte público.
Además, apuestan por establecer políticas para reducir las necesidades de desplazamientos y gestionar la demanda de transporte con la oferta de modos alternativos, restricciones al vehículo motorizado privado y con un urbanismo con mezcla de usos del suelo, compacto y con densidades medias.
“Articular medidas para facilitar y mejorar el transporte público y colectivo y el transporte a demanda en las zonas rurales, evitando el desequilibrio territorial actual”, y apuntan hacia la elaboración y creación de una red de infraestructuras seguras para los desplazamientos interurbanos de medio alcance en bicicleta (hasta 20 kilómetros).
También proponen impulsar el cambio modal en el transporte de mercancías, superando la excesiva dependencia actual del uso de camiones y fomentando su transporte en ferrocarril.
Otra medida tiene que ver con el diseño urbanístico de las ciudades: “Haciéndolo favorable a la accesibilidad universal y a la movilidad sostenible, en la que deben primar la movilidad a pie y en bicicleta y el transporte público, junto con la intermodalidad. Los diagnósticos y las actuaciones han de integrar la perspectiva de género, especialmente en clave interseccional”.
El documento también plantea la moratoria a la creación de grandes centros comerciales en las periferias urbanas y enfocarse en promover el comercio de proximidad.
En esta línea apuestan por establecer en las aglomeraciones urbanas intercambiadores modales en las estaciones de transporte público, conectados por vías peatonales, ciclistas y de transporte público colectivo.
CCOO y las organizaciones ecologistas Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF plantean que, para esa transformación del sector del transporte, cuyo cambio modal puede suponer el desplazamiento del empleo de unos sectores a otros, se necesita medidas específicas de transición justa desarrollando la propia Estrategia de Transición Justa elaborada por el Gobierno español.
Además de un plan sectorial de transición justa para el transporte, reclaman una reformulación de la Estrategia de Movilidad Sostenible, de las políticas de transporte y un foro sectorial que evalúe esas medidas y su incidencia en el empleo.