Cronología de una agresión

Hace ya una semana que el Servicio de Radiología dejó de funcionar en el Centro de Especialidades Pablo Remacha. A partir de ahí todos sabíamos que los ecógrafos, que estaban en el Centro, serían trasladados al Hospital Miguel Servet. Durante toda la semana anterior el “Encierro del Remacha” sirvió para concienciar más, si cabe, de esta agresión, además de para mostrar a todos los vecinos de que nuestra lucha en la defensa de la Sanidad es legítima, es decir, es “legal”. El jueves, miles de personas salimos a la calle porque “nos creímos” que estamos legitimados para hacer esa defensa, …

Foto: PCE Aragón
Marea Blanca en defensa de la Sanidad Pública. Foto: PCE Aragón

Hace ya una semana que el Servicio de Radiología dejó de funcionar en el Centro de Especialidades Pablo Remacha. A partir de ahí todos sabíamos que los ecógrafos, que estaban en el Centro, serían trasladados al Hospital Miguel Servet. Durante toda la semana anterior el “Encierro del Remacha” sirvió para concienciar más, si cabe, de esta agresión, además de para mostrar a todos los vecinos de que nuestra lucha en la defensa de la Sanidad es legítima, es decir, es “legal”.

El jueves, miles de personas salimos a la calle porque “nos creímos” que estamos legitimados para hacer esa defensa, porque será que  los que gestionan nuestra Sanidad están sordos, o ciegos. Porque es en la calle, donde la voz de los ciudadanos se hace oír, clara, alta, y totalmente “legitima”, y es en esa voz donde “ellos” se tienen que ver retratados.

Y el viernes, cuando pensaban que nadie los podría ver, asaltaron, el Remacha. Aunque hicieron demasiado ruido, las alarmas saltaron y los vecinos atónitos desde las ventanas no podían dar crédito, se les vio y se les escuchó, y esto ya ha dado mucho que hablar y se ha escrito sobradamente de ello.

Una vez más  la “torpeza”, que denota o falta de criterio, o improvisación. Una vez más la chulería, el aquí mando yo, la patada en la puerta. Una vez más la ceguera y la sordera a las voces de la calle, que es la que de verdad legitima un gobierno.

“Ellos”, los supuestos servidores de “lo público”, nos avergüenzan.

Ya han pasado días suficientes como para haber escuchado declaraciones al respecto de la vergonzante acción de la madrugada del viernes. Pero desde el lugar donde se colocan, que parece que sea “por encima” del bien y del mal, no hemos recibido los ciudadanos nada más que justificaciones a la acción de la patada en la puerta. Justificación de que la medida tomada es la adecuada y que la eficiencia y la resolución serán mejor.

Quizás piense el Consejero Olivan que los ciudadanos “somos tontos”, cualquier científico le diría que en cuanto a la resolución de un instrumento de medición, ya sea un ecógrafo, mamógrafo,  fotómetro….independientemente de su calidad o grado de sofisticación, se tiene una cierta capacidad finita de distinguir entre dos valores cercanos del mensurado, y a eso se le llama resolución. Y cada fabricante en las especificaciones da ese valor. Para que los no científicos entendamos en un lenguaje más cercano:

Ese valor es el mismo en el Remacha que el Servet, el mismo en el Servet que en Oviedo, o en Paris o en Almería…

La supresión del Servicio de Radiología vulnera el derecho de igualdad de acceso a los servicios sanitarios,  y los criterios para tomar una decisión de esa índole deberían estar justificados por los resultados a obtener, y no existen garantías ni asistenciales, ni científico- técnicas que  avalen, ni la eficiencia,  ni los resultados, sino todo lo contrario.

Además, dicha medida ha sido tomada sin tener en cuenta a los órganos de participación comunitarios, que son los Consejos de Salud de las Zonas afectadas por la medida, que deben ser consultados.

Ni la equidad, ni la atención integral, ni la atención continuada, ni la atención global, ni la participación, todos ellos principios informadores del de funcionamiento del sector, cuyo Gerente, Hueling, es corresponsable de los hechos, todos estos principios han sido despreciados, vulnerados, es un “sarcasmo” esta gestión.

Si se mantiene en el Centro la Radiología a demanda, que proviene de la Atención Primaria, con un profesional radiólogo que informe la imagen, se adelantan los diagnósticos, se regulan los flujos hacia la Atención Especializada, se actúa con mayor celeridad, incluso economía de medios, que consiguen mejores resultados. Se podría  efectuar la sincronización de procesos, con atención primaria.

Si se desplaza el profesional radiólogo al Hospital Miguel Servet, la Radiología de Atención Primaria queda precarizada, la imagen no se informa en un tiempo mínimo adecuado, quedando postergada, y la efectividad de dicho Programa queda desvirtuada.

Esta medida impide el intercambio de opiniones entre profesionales, en este caso, el médico de Atención Primaria que solicita una prueba diagnóstica y el radiólogo. Asimismo se obvian las necesidades poblacionales.

Esta medida,  no se justifica por el atentado que supone frente a los derechos a la protección de la salud de los ciudadanos, así como las actuaciones llevadas a cabo en los últimos días, que dicen poco a favor de la gestión de la Consejería de Sanidad, Bienestar Social y Familia.

Desde Marea Blanca condenamos la media tomada por la Consejería, condenamos la gestión que está llevando a cabo, y  condenamos con toda nuestra fuerza, que es la fuerza de la razón, la desproporciona actuación, que roza el vandalismo, la entrada por la fuerza, la patada en la puerta, en nuestro centro, Pablo Remacha.

Y pedimos directamente la dimisión de Olivan. La sanidad no se vende, se defiende.

Marea Blanca | Para AraInfo

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