La Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (CREFCO) protesta “enérgicamente” por el mal servicio que Renfe presta de ordinario en la línea Zaragoza-Canfranc, que en las últimas semanas no duda en calificar de “catastrófico”.
En efecto, el pasado 11 de abril, un día lluvioso, las personas que fueron a utilizar el tren que sale de Uesca a las 06.40 horas con dirección Zaragoza,se encontraron -según CREFCO- con que el agua “entraba por el techo en varios lugares. Algunos asientos estaban empapados y había charcos en el suelo de dicho tren, un automotor de la serie 596, popularmente conocido como ‘tamagochi’”.
El fin de semana siguiente, el tren que debería haber salido a las 06.40 horas de Zaragoza en dirección a Canfranc, lo hizo pasadas las 09.00 horas porque, según le informaron a la viajera que comunicó a CREFCO la incidencia, “faltaba una pieza o no sé qué desde el día anterior”.
El 20 de abril, un día en el que siempre aumenta el número de viajeros y viajeras por el fin de semana, pero mucho más en este en el que el puerto de Monrepós seguía cortado por el hundimiento de la carretera, el tren que sale de Zaragoza a las 15.41 horas era el mismo ‘tamagochi’ de 56 plazas de cualquier otro día.
Por ello, y según subrayan desde la coordinadora, “más de cuarenta viajeros tuvieron que ir de pie hasta Uesca. Para colmo, el aire acondicionado solo funcionaba en alguno de los departamentos por lo que, dada la aglomeración de usuarios, en los otros la temperatura se elevó más de lo razonable”.
Justo una semana después, las personas que acudieron a coger ese mismo tren en Zaragoza, pensaron que Renfe había escuchado sus protestas porque aquel día había dispuesto dos ‘tamagochis’ acoplados.
“Pero su satisfacción se terminó cuando el tren se detuvo largo rato en la estación de Almudévar (San Jorge), donde no tiene parada”. Y es que una avería en un cambio de agujas de la estación de Tardienta provocó aquel día el retraso de este tren, del que sale de Uesca hacia Zaragoza a las 15.58 horas y del que viene a esa hora de Lleida (y de Binéfar, Monzón y Sarinyena).
Y el día 28, al comienzo del puente del primero de mayo, el tren Zaragoza-Canfranc de las 06.40 horas volvió a salir con un gran retraso: 1 hora y 20 minutos. Retraso que fue aumentando durante el viaje, porque llegó a Chaca 2 horas y 28 minutos después de la hora fijada oficialmente.
CREFCO denuncia también que “Renfe no reaccionó ante el grave problema de movilidad que para el Alto Aragón supuso el corte de la carretera A-132, a causa de un desprendimiento ocurrido entre Murillo y La Peña, a la vez que el puerto de Monrepós estaba cortado como se ha mencionado anteriormente”.
“El ferrocarril era en aquellos momentos el único medio de transporte capaz de unir Zaragoza y Uesca con Sabiñánigo o Jaca, sin necesidad de dar grandes rodeos por Sobrarbe o las Cinco Villas. Pero Renfe no aumentó la capacidad de los trenes ni incrementó el número de servicios en la línea, que es de solo dos trenes por sentido al día”, señalan.
En CREFCO entienden que los problemas que ocasionan el “pésimo funcionamiento” de este servicio público de transporte son de dos tipos. Por una parte, la obsolescencia de los trenes con que Renfe atiende la línea de Canfranc. “Los automotores 596 proceden de la reforma de los 593, por lo que su verdadera edad es de casi 40 años; pero es que Renfe había retirado los 593 por sus malos resultados, que han heredado los ‘tamagochis’”.
El rechazo de los y las usuarias ha provocado que estos trenes hayan sido retirados de la mayor parte de las líneas donde prestaban servicio. Actualmente solo lo hacen en la línea Murcia-Cartagena, Orense-Vigo y en las aragonesas Zaragoza-Canfranc y Zaragoza-Teruel. Por ello, desde la coordinadora exigen a Renfe la “inmediata sustitución de estos automotores por otros más fiables”.
“El otro problema que afecta a la línea de Canfranc –continúan explicando-, es el mal estado de muchos tramos y el escaso número de estaciones abiertas en la misma. A pesar de algunas renovaciones parciales de vía realizadas en los últimos tiempos por razones de seguridad, la vía entre Uesca y Canfranc presenta tramos con tales deficiencias que la velocidad de los trenes de viajeros no puede superar los 60 km/h, por lo que el tiempo de viaje es prácticamente el doble que si se viaja por carretera”, añaden.
“Además, al tratarse de una línea de vía única, los trenes solo pueden cruzarse en las pocas estaciones abiertas -Ayerbe, Samianigo y Chaca- lo que limita la capacidad de la línea y, en caso de retraso de un tren, automáticamente se retrasan todos los que circulan en ese momento”, matizan.
Recientemente se ha licitado la redacción del proyecto de renovación de vía en esos tramos que faltan, pero en CREFCO temen que la mejora pueda tardar "años, como ocurre con la hace tiempo prevista reforma de la estación de Tardienta".
En un párrafo anterior aludían a los retrasos causados por la avería de un cambio en dicha estación. “Puede considerarse normal que se produzca una incidencia de este tipo, pero lo que no es normal es que dicha estación disponga de dos vías de ancho estándar europeo que solo utilizan los trenes AVE Uesca-Madrid (uno al día en cada sentido) y una sola vía de ancho ibérico que utilizan veinte trenes regionales al día y todos los de mercancías que desde Madrid, Zaragoza y todo el norte del Estado español se dirigen hacia Catalunya.
“Cualquier problema en esa vía provoca una situación crítica”, afirman. “Pues bien, hace más de un año que está redactado el proyecto para cambiar la vía 2 de ancho estándar a ibérico e incluso las nuevas traviesas están depositadas ya en Tardienta…, pero la anunciada reforma nunca llega”, recalcan.
Por último, en CREFCO entienden que “Renfe y Adif deben cumplir con su obligación de prestar un servicio público de transporte acorde con las necesidades y aspiraciones de los aragoneses”. De la misma forma, instan a que también la Diputación General de Aragón exija “con toda contundencia ese cumplimiento, pero no hemos visto que lo haya hecho, ni siquiera en días tan críticos como los pasados y ante tal cúmulo de incidencias”.