Concentración en Monzón contra la reforma laboral y el recorte de pensiones

Mañana, domingo 20 de octubre de 2013, la Asamblea Obrera y Popular de Monzón convoca una concentración a las 12.00 horas, en el Auditorio Labordeta de la capital de la Cinca Meya contra la Reforma Laboral y el recorte de Pensiones. Desde la Asamblea Obrera y Popular explican que “todavía no han terminado. Aunque haya quien pueda pensar que es imposible que nos puedan quitar más derechos y conquistas, para la patronal y el gobierno todavía queda mucho por robarnos. Las reformas siempre cuentan con el aval de los sindicatos del régimen a cambio de algunas migajas para seguir manteniendo …

asamblea popular monzon tio samMañana, domingo 20 de octubre de 2013, la Asamblea Obrera y Popular de Monzón convoca una concentración a las 12.00 horas, en el Auditorio Labordeta de la capital de la Cinca Meya contra la Reforma Laboral y el recorte de Pensiones.

Desde la Asamblea Obrera y Popular explican que “todavía no han terminado. Aunque haya quien pueda pensar que es imposible que nos puedan quitar más derechos y conquistas, para la patronal y el gobierno todavía queda mucho por robarnos. Las reformas siempre cuentan con el aval de los sindicatos del régimen a cambio de algunas migajas para seguir manteniendo sus privilegios. Haced memoria recorriendo el tiempo hacia atrás”. La Asamblea continúa explicando en un comunicado que:

¿Y esta vez que quieren quitarnos?

Desde 1998, para actualizar las pensiones, se aprobaba cada año una subida anual, equivalente a la inflación esperada, anclada al 2% anual. Y si, en noviembre del ejercicio en curso, el IPC superaba ese porcentaje, se compensaba a los pensionistas. Las excepciones han llegado en los últimos años. En 2011, el gobierno Socialista las congelo. Para 2012, el PP limitó la subida al 1% anual y se saltó la compensación por la inflación en noviembre. Para este año, el incremento inicial quedó en el 2% para los que cobran menos de 1.000 euros al mes (el 70% de los pensionistas) y el 1% para el resto.

  • Facilitar más el despido colectivo acotando las negociaciones, se dificultan las reclamaciones individuales y se restringen los casos de nulidad.
  • Convertir contratos de tiempo completo a tiempo parcial y subir del 15% a 30% las horas complementarias que se pueden realizar.
  • Pretenden que no haya límite de edad, flexibilizar las condiciones de la jornada y ajustar los salarios según el salario mínimo y no según el convenio que le corresponde a la empresa donde se realiza la formación.
  • Revisar la contratación temporal flexibilizando aún más unificando contratos con peores condiciones.
  • Imponer mayor flexibilidad interna en las empresas, mas movilidad funcional y salarios con “complementos variables” según los balances económicos.
  • Pretenden que cuando no haya acuerdo en la negociación colectiva el arbitraje sea obligatorio, así como suprimir cualquier límite a la ultraactividad de los convenios que con la reforma anterior habían reducido a un año.
  • Aumentar el poder de las mutuas patronales. Como se sabe las mutuas son entidades patronales y lo que harán es darnos de alta lo antes posible. Según el vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Inspección de Servicios Sanitarios (FAISS), podría darse el caso de que “una propuesta de alta de una mutua pueda llegar por fax a un administrativo y que el médico esté de viaje, a su vez de baja y sin sustituto, con lo que el paciente con cáncer terminal se puede encontrar al sexto día de alta y sin prestación”. Así nuestra salud quedaría en manos de la patronal dejando el control del INSS en un segundo plano.
  • Y por si todo ello fuera poco los empresarios piden además una rebaja de impuestos y cotizaciones.

Con una estimación del IPC más cercana a lo ocurrido en los últimos años, el tiempo para recuperar el poder adquisitivo que pierden los pensionistas se eterniza. Una merma del 1,75% (inflación del 2%, tope mínimo del 0,25%) en un solo año malo requiere siete años buenos para compensar lo perdido. Si esa merma es del 2,75% (inflación del 3%), harían falta 11 ejercicios con superávit de ingresos para compensar un solo año malo. Las pérdidas de poder adquisitivo que anticipa el Gobierno hasta 2019 con la aplicación de su reforma exigirían entre 18 años (con una inflación del 1% hasta 2022) y 71 años (si el IPC es del 3%) consecutivos de superávit de ingresos en el sistema de pensiones. Otra evidencia más de que la simple aplicación de esta reforma, sin propuestas adicionales, lograría el objetivo de frenar el gasto en pensiones a expensas del poder adquisitivo de los jubilados. A todo esto hay que sumar el repago de medicamentos, tanto de receta como si se dispensan en el Hospital.

Podemos pararles los pies

Las pensiones públicas no nos las han regalado los capitalistas; es una conquista del movimiento obrero, que durante décadas de lucha ha logrado arrancar al capital derechos como las pensiones, la sanidad o la educación. Ahora nos los quieren arrebatar, ¿lo vamos a consentir? Sólo mediante la movilización podremos detener estos ataques. Necesitamos una nueva Huelga General que les deje claro que no nos vamos a dejar pisotear. Podemos parar los planes del capital, y luchando unidos lo haremos.

“Retirada de todas las reformas. Retorno a lo público de todo lo privatizado. Fuera del Euro y de la Otan. Trabajo, salud, cultura y poder popular”, concluyen desde la Asamblea Popular.

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