Colocan un punto violeta literario en 11 bibliotecas de la zona oriental del Alto Aragón

El Punto Violeta persigue poner en valor la literatura escrita por mujeres y/o la relacionada con el feminismo; un espacio destacado en las bibliotecas adscritas que pone el foco en las mujeres y les da visibilidad

violeta
Foto: Concilia.

Este martes Olga Brosed, coordinadora del proyecto CONCILIA, y Ana C. López Lacalle, técnica de cooperación de las comarcas orientales del Alto Aragón, presentaban el Punto Violeta en el Ayuntamiento de Osso de Cinca, ante el Club de Lectura de la localidad, dinamizado por Chusa Garcés.

El acto era presidido por Javier Consul, alcalde de Osso de Cinca y Óscar Moret, presidente de CEDER Zona Oriental, quienes destacaban la importancia de visibilizar a las mujeres en todos los ámbitos, y la necesidad de estos programas para ayudar a alcanzar la igualdad de oportunidades en el medio rural.

El Punto Violeta persigue poner en valor la literatura escrita por mujeres y/o la relacionada con el feminismo; un espacio destacado en las bibliotecas adscritas que pone el foco en las mujeres y les da visibilidad.

En la Zona Oriental son 11 las bibliotecas que se han adherido y que se podrán beneficiar de diferentes actividades como sumar libros al catálogo de sus bibliotecas, entrar en la rotación de títulos escogidos para sus clubs de lectura, tertulias con algunas de las autoras o debates entorno a temáticas expresadas en la colección de libros de la red.

Es una iniciativa que forma parte del proyecto de cooperación entre ocho Grupos de Desarrollo Rural que abarcan 13 comarcas aragonesas, CONCILIA, coordinado por CEDER Monegros. Con este proyecto, financiado en un 80% por el programa LEADER, se han realizado numerosas actuaciones dirigidas a dar voz a las mujeres rurales, a facilitar su empoderamiento, a ayudarlas y orientarlas en la consecución de empleo, a alcanzar la igualdad de oportunidades, en definitiva.

Una de las últimas actuaciones en las que están trabajando en la Zona Oriental de Huesca con este proyecto es Tejiendo Sororidad, una red de apoyo a las mujeres que han sufrido violencia machista, coordinado con los Servicios Sociales comarcales y que próximamente se pondrá en marcha.

Un colectivo que es invisible muchas veces y con el que, como decía ayer Óscar Moret, “es imprescindible trabajar no sólo porque cualquier número cuando se habla de víctimas de violencia de género es alto, sino porque se trata de mujeres que todavía tienen más difícil conseguir una igualdad de oportunidades”.

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