Club privado

José Antonio Luque, analista y colaborador de AraInfo

El próximo día 7 de diciembre tendrá lugar el debate programado por el consorcio mediático A3 Media para ofrecer a los electores las diferentes visiones de las alternativas que concurren a la campaña electoral.

PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos tendrán presencia en el plató, argumentan que son las principales fuerzas políticas del país, unos, PP y PSOE, por su fuerza actual e histórica y otros, Ciudadanos y Podemos por su emergente pujanza.

Conocemos la composición del cartel, los moderadores y la estructura del acontecimiento, basado en la dinámica importada de las televisiones anglosajonas para favorecer el espectáculo, todo muy televisivo. Esperemos que no se olviden de una de las principales finalidades de este tipo de acontecimientos, ¡su carácter democrático!

Lamentablemente ya comienza mal. Estamos comprobando como se quedan fuera de la cita opciones políticas  que a día de hoy tienen una importancia capital y representan un porcentaje elevado de votantes. Una pequeña prueba añadida a las múltiples trampas que encierra nuestro alabado sistema.

Una de ellas es la penosa ley electoral que nos han proporcionado en la cual (ley D´Hont al margen) ser votante de algunas formaciones está sobredimensionado en unos casos y castigado en otros.

La referencia a la ley electoral la traemos a colación por una sencillísima cuenta aritmética: cada uno de los diputados que obtuvo el Partido Popular en las elecciones del 2011 le costaron 58.229 votos, sí nos tomamos en serio el principio democrático de que cada censado es un voto y estos valen igual en todos los casos, comprobamos con sorpresa que UPyD hubiera tenido 19 diputados en lugar de los 7 que obtuvo (cada uno de esos 7 le costó 228.048 votos) e Izquierda Unida en el parlamento que salió de las anteriores elecciones hubiera conseguido 28 escaños en lugar de los 11 que sumó ( IU pagó 152.800 votos por  cada escaño).

A todo lo dicho podemos añadir lo gratificante que es votar una opción nacionalista en Cataluña donde conseguir un diputado a CiU le cuesta 63.391 votos o en el País Vasco donde para ser diputado por Amaiur es suficiente contar con 47.661 votantes. No parece que los principios democráticos de igualdad de valor de todos los votos estén muy respetados con la ley que nos han obsequiado.    Rosa Diez y Cayo Lara se han quejado amargamente durante la agonizante legislatura sin ningún resultado. Los favorecidos no están por la labor de modificar el sistema de circunscripción provincial. Son fieles al principio de perpetuar aquello que les favorece, opinan que  cuando se gana con unas reglas es poco inteligente cambiarlas aunque mantenerlas denote un profundo desprecio al carácter democrático de las votaciones.

¿Cambiará el sistema con el advenimiento de los nuevos? Cuantas dudas me asaltan.

La postura adoptada, en la primera ocasión que tienen para fortalecer la reivindicación democrática de la pluralidad existente, consolida con holgura las dudas. Ambos “emergentes” están admitiendo que el espectáculo tenga lugar sin la presencia de  partidos que tienen una relevante representación en el Congreso de los Diputados en la actualidad y que, por otra parte, son la tercera y la cuarta fuerza política más votadas, con votos reales, de los de verdad no de encuestas.

Según los reportajes de opinión parece ser que tanto Podemos como Ciudadanos tienen una perspectiva de voto superior a Unidad Popular y UPyD, pero eso son valoraciones a priori, poco fiables y en todo caso escasamente válidas para dar o quitar asientos en los debates. Si las encuestas o los estudios previos son tan determinantes como para obviar a la 3ª y 4ª formaciones con mayor número de votos estamos a un paso de que los estudios de mercadotecnia previos sean suficientes para conformar el Congreso ¿Para qué perder el tiempo votando? Distribuimos los escaños con las encuestas del CIS y ahorramos la campaña electoral, los debates, las apariciones televisivas, los mítines y demás actos inútiles. A3 Media ya ha decidido el resultado de las elecciones. Amén.

A día de hoy los partidos de Alberto Garzón y Andrés Herzog representan al 11,47% de los votos válidos en el 2011, entre la 3ª y la 4ª fuerzas políticas suman casi 3 millones de votantes. Probablemente los participantes en el debate piensen que carece de importancia tal cantidad de partidarios y para la cita del 20D los estudios en marcha no les dan tanta cuantía. También es posible que piensen que esos votos tienen tan poco valor como el que les concede la ley electoral. Ciudadanos de segunda cuyo voto vale menos de un tercio que el de un votante del PP o la cuarta parte que el voto de un votante de Amaiur.

En la noche del 7 de diciembre tampoco estará Mariano Rajoy. Las explicaciones sobre su ausencia con las que nos ha deleitado María Dolores Cospedal han conseguido que la dirección del PP peregrine a la ermita de los Desamparados para solicitar una afonía que calle a Doña Finiquito mientras dure la campaña.

La triste realidad es que Rajoy no acude porque no tiene nada que decir. Alberto Garzón y Andrés Herzog no estarán presentes porque hay muchos intereses para que no digan nada.

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