Ecologistas en Acción ha lanzado una ciberacción<http://www.ecologistasenaccion.org/article22020.html>, junto con la Coordinadora Nacional para la Defensa del Ecosistema Manglar (C-CONDEM) de Ecuador, en contra de la comercialización de langostinos procedentes de una industria insostenible que está acabando con el sustento de muchos pueblos y que amenaza diariamente la vida de hombres y mujeres.
El langostino cultivado se ha convertido en términos de valor en el principal producto del comercio internacional de la pesca, pero este comercio no beneficia a las poblaciones locales donde se ha desarrollado la industria acuícola, sino que las ha sumido en la pobreza, y numerosos hechos demuestran graves violaciones repetidas sobre los derechos humanos.Esta industria, que crece y se expande a pasos agigantados, está instalada en ecosistemas costeros como deltas, estuarios, humedales, lagunas o manglares, y uno de los ecosistemas más afectados es precisamente este último, el manglar, considerado uno de los cinco sistemas naturales más productivos y del que dependen en el mundo millones de personas para abastecerse de comida y otros productos de primera necesidad. Pero esta industria, además de destruir vastas extensiones de bosque de mangle, ha forzado la emigración de pueblos enteros, ha contaminado zonas húmedas, ríos y estuarios y provocado una alta pérdida de biodiversidad, aumentando así el empobrecimiento y el hambre en las zonas donde se ha instalado.
Un claro ejemplo del impacto de esta industria lo encontramos en Ecuador, donde a pesar de su importancia y de un marco legal de protección, más del 70 % del ecosistema manglar ha sido destruido y remplazado por camaroneras para la producción de langostinos tropicales, cuyos mercados principales son Estados Unidos, Europa y Japón.
Al igual que en otros países, el progreso de esta industria en Ecuador ha aumentado la desigualdad social, la inseguridad alimentaria y generado conflictos armados directamente vinculados a la extensión y privatización por parte de la industria acuícola, que protege sus granjas de posibles robos con guardias de seguridad armados. En numerosos países las poblaciones afectadas han tratado de resistir y protestar contra la expansión de esta industria. Lo que ha generado conflictos que han terminado en muertes de pescadores, agricultores y otros habitantes de las zonas costeras. Además de muertes también se han documentado lesiones, detenciones irregulares, torturas, amenazas, así como acosos y violaciones repetidas en mujeres en varios lugares donde se asienta esta industria.
El Estado español es el principal importador de langostinos de la UE. Ecologistas en Acción no quiere que los supermercados comercialicen estos langostinos -certificados ecológicamente o no- procedentes de una industria insostenible que está acabando con el sustento de muchos pueblos y que amenaza diariamente la vida de hombres y mujeres pescadoras y recolectoras artesanales.
Ciberacción. No queremos que se vendan langostinos manchados con sangre<http://www.ecologistasenaccion.org/article22020.html>
Ecologistas en Acción