CHA culpa al españolismo del retroceso de los derechos lingüísticos de los aragoneses en un simposio europeo en Montpellier

Miguel Martínez Tomey, responsable de Asuntos Europeos de CHA, ha destacado en su intervención "que la actual pugna entre catalanistas y españolistas ha hecho que un pueblo como el aragonés, cuya identidad no se basa únicamente en la lengua, quede desprovisto de toda capacidad de gestión independiente y pacífica de su realidad lingüística. La consecuencia es la ausencia de reconocimiento, y de medidas eficaces de protección y fomento, lo que está conduciendo al aragonés a su desaparición". CHA ha explicado su visión de los problemas de Aragón para aplicar una política lingüística que evite la desaparición de sus lenguas propias …

Foto MontpellierMiguel Martínez Tomey, responsable de Asuntos Europeos de CHA, ha destacado en su intervención "que la actual pugna entre catalanistas y españolistas ha hecho que un pueblo como el aragonés, cuya identidad no se basa únicamente en la lengua, quede desprovisto de toda capacidad de gestión independiente y pacífica de su realidad lingüística. La consecuencia es la ausencia de reconocimiento, y de medidas eficaces de protección y fomento, lo que está conduciendo al aragonés a su desaparición".

CHA ha explicado su visión de los problemas de Aragón para aplicar una política lingüística que evite la desaparición de sus lenguas propias en el Simposio Internacional "Gestión de las minorías lingüísticas Europa en el siglo XXI" que ha sido organizado por el Laboratorio Dipralang - EA739 de la Université Paul Valéry (Montpellier III). El responsable de asuntos europeos, Miguel Martínez Tomey, ha participado como miembro de la Fundación 29 de junio, vinculada a CHA, y del Centro Mauritts Coppieters. En su intervención, "Cuando la lengua no hace nación: los fundamentos de la identidad y la realidad trilingüe de Aragón", Martínez Tomey ha destacado que las bases de la identidad aragonesa (esencialmente, el hecho histórico, su tradición foral y su voluntad de ser aragoneses a través de los tiempos y circunstancias) no tienen en la lengua un soporte fundamental, pero que cuando se intenta cuestionar desde fuera la identidad de los aragoneses aludiendo a cualquiera de las lenguas que éstos hablan, los aragoneses reaccionan anteponiendo su identidad a su lengua.

Para Tomey, esta reacción da cuenta del extraordinario vigor de la conciencia de su nacionalidad histórica y actual que tienen los aragoneses, pero ante determinados cuestionamientos identitarios y territoriales (como el proyecto político de los "Países Catalanes") la actitud de los aragoneses es tan exacerbada que hace muy difícil la aplicación de cualquier política lingüística racional, a falta de la cual "una lengua en peligro como la aragonesa puede acabar desapareciendo por los prejuicios, la ignorancia, la radicalidad y la irresponsabilidad de los gestores políticos que, en vez de cumplir con su obligación, se limitan a echar gasolina al fuego de estas disputas parra obtener réditos electorales".

"La oportunidad de llevar a cabo esta política se produjo entre 1982 (año de nuestro primer estatuto de autonomía) y 2009 (aprobación de la primera ley de lenguas de Aragón), pero el diletantismo irresponsable e interesado de los sucesivos gobiernos del PSOE, el PP y el PAR por un lado y, por el otro, la exacerbada falta de respeto hacia la identidad e integridad territorial de Aragón del pancatalanismo, nos han llevado a la penosa situación en la que vivimos hoy, en la que ni reconocemos a nuestras lenguas por sus nombres ni trabajamos como es debido para su protección y recuperación", señala Tomey, y añade, "por su parte, para el nacionalismo español, que también usa el argumento pancatalanista de lengua e identidad y busca la uniformidad lingüística en todo el Estado, la desaparición de las lenguas aragonesas sería una buena noticia en el camino hacia la total asimilación de la identidad aragonesa. Esto explica la actitud del PP con respecto a la ley de lenguas de Aragón".

Para CHA, "el reto está en revertir esta situación en favor de un patrimonio cultural aragonés y de toda la Humanidad que, además, el Estado español y el Gobierno de Aragón están obligados a proteger en cumplimiento de la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias. Sin embargo, el carácter acientífico y minimalista del nuevo proyecto de ley de lenguas que se está tramitando en las Cortes de Aragón no permite pensar -más bien al contrario- en una mejora de la situación".

"Es evidente que cuando a un pueblo se le quiere cambiar su identidad con su propia lengua, en el dilema entre lengua e identidad, optan por reafirmar su identidad, aunque sea a expensas de su lengua. Solo rompiendo esta lógica endiablada mediante una acción pedagógica sobre identidad aragonesa y lenguas aragonesas podríamos superar esta situación. Sin embargo, nuestros gobiernos no han tenido nunca la altura de miras ni el respeto por la cultura del pueblo suficientes como para hacer estas campañas o, al menos, abstenerse de usar estos debates para dividir, confrontar y sacar provecho frente a otros rivales politicos", concluye Tomey.

En este simposio se han analizado la situación de las minorías lingüísticas que existen en Europa y cómo hacen frente a una corriente política de homogeneización de las lenguas con el objetivo de minimizar la diversidad aunque sea a costa de destrozar un patrimonio como el que existe. Se ha analizado la relación de los Estados con los idiomas minoritarios, la identidad de las lenguas minoritarias y la relación de Europa con las minorías lingüísticas en lo que se refiere a cumplimiento de la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias.

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