La Administración decidió ubicar, por falta de espacio, a parte del alumnado del Colegio de Educación Especial Ángel Riviére en el CEIP Calixto Ariño de Zaragoza, algo que ha dado lugar a una situación de alarmante preocupación por el riesgo al que se somete al profesorado y alumnado de este Centro.
El Calixto Ariño no es un centro preparado físicamente para las necesidades de movilidad de parte del alumnado del Ángel Riviére y la intención de la Administración de hacer obras durante unas semanas en el Calixto Ariño para adecuarlo es solo un parche que no soluciona el problema, según denuncian desde la Confederación General del Trabajo (CGT), y está generando graves problemas para la convivencia del Centro y para la seguridad de la comunidad educativa del mismo.
Las obras planificadas para el verano terminaron por iniciarse la última semana de agosto. "Dos semanas después de iniciarse el curso escolar la situación de los distintos espacios es muy preocupante y la situación de riesgo es evidente en un centro de educación infantil: herramientas cerca de los niños, andamios, carretillas, camiones circulando por el patio mientras juegan niños y niñas, muebles amontonados en los pasillos, pasillos llenos de polvo de las obras, obras de instalación eléctrica ruidos de sierras y de taladros…", denuncian desde el sindicato.
En respuesta al Departamento de Educación, que quitaba peso a las quejas de las familias, CGT asegura que "solo hace falta acercarse al Calixto Ariño para comprobar la realidad. Da igual que las obras, como manifiesta la Administración, estén a punto de finalizar el riesgo ya está creado".
El sindicato pedirá explicaciones sobre esta situación y tras las denuncias de las familias de la aparente falta de formación e información de protocolos de seguridad para docentes y alumnado o del supuesto tránsito no contralado ni balizado de vehículos pesados a través del patio de recreo valoran la opción de presentar una denuncia a inspección de trabajo.
