"Las cifras de opositores matriculados para las oposiciones de Secundaria de este verano y el número de tribunales que se maneja desmienten rotundamente las declaraciones de la Consejería negando el efecto llamada y va a suponer un desborde organizativo en algunas especialidades", señala el sindicato de Enseñanza de CGT Aragón.
De 900 opositores a 1700 y de 8 tribunales a 14, son datos comparativos de las oposiciones de Geografía e Historia. "Casi el 50% más de opositores inscritos, cifra que ha desbordado a la Consejería de tal modo que ha tenido que aumentar de 11 tribunales previstos a 14. Las presidencias de los tribunales se eligen a dedo por la Inspección y en un primer momento se había citado a 11 funcionarios de dicha especialidad para ser presidente de tribunal, pero tras conocerse los datos finales de opositores inscritos se ha nombrado a tres presidentes nuevos, con lo que la cifra es de 14", añade CGT. Pero los datos del efecto llamado "no solo desbordan a la hora de crear y nombrar tribunales, los datos de la especialidad de Geografía e Historia, la que más inscritos tiene para estas oposiciones, también está desbordando a la Consejería desde el punto de vista territorial. Se eligió Teruel para ser sede de las pruebas de esta especialidad, sin tener en cuenta que es la especialidad con más opositores y que en las oposiciones de 2006 celebradas también en Teruel se agotaron las plazas de alojamiento. Ya están agotadas las plazas para el día 21 y habrá que ver que pasa durante las fiestas del Torico".
Pero "no solo hablamos de Geografía e Historia, el resto de especialidades también tiene su efecto llamada y también están desbordando a la administración, como en el caso de la especialidad de Orientación donde el gran número de opositores inscritos hace que se prevea que la mitad de funcionarios de esta especialidad vaya a ser tribunal", asevera el sindicato.
El tema de las oposiciones "es un ejemplo de las cosas mal hechas, algo a lo que nos ha acostumbrado esta Consejería desde el primer día, también nos ha acostumbrado a las mentiras, a pesar de los datos oficiales, y a que aquí nadie asume responsabilidades", concluyen.