La organización anarcosindicalista considera que estas cadenas de subcontratas, organizadas bajo diferentes plataformas digitales, "contribuyen a fomentar la mal llamada 'economía colaborativa', como ocurre con otros casos como Deliveroo o Glovo".
Según la CGT, estas empresas "obtienen importantes beneficios permitiendo que las personas trabajadoras se ganen la vida en régimen de falsos autónomos, o bien mediante la contratación de personal sin cumplir los derechos laborales más elementales".
Desde CGT entienden que este servicio debería ser público y con las garantías de cumplir con todos los requisitos laborales para las personas trabajadoras. Además, desde este sindicato indican que "la realidad demuestra que el servicio del taxi debería contar con una regulación específica, que garantice tanto la calidad del mismo como las condiciones laborales dignas de sus trabajadores".
CGT denuncia también una "importante falta de voluntad política" para solucionar este conflicto, que "permite que este servicio esté gestionado por multinacionales y subcontratas sin escrúpulos".
Desde CGT entienden que "el amparo que las empresas VTC encuentran en algunas instituciones debe cesar puesto que no hay otra salida al conflicto que se vive desde hace días en las ciudades más importantes del Estado español".