CCOO propone la reducción de la jornada lectiva en centros escolares por la ola de calor

Otra de las medidas que propone es que las juntas escolares se puedan realizar de forma online

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Foto: Pixabay

Desde la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Aragón (CCOO) hacen un llamamiento a las autoridades educativas para que actúen decididamente en la lucha contra los efectos nocivos para el bienestar y la salud del alumnado y del personal de los centros educativos.

Esta semana hasta el 20 de junio se esperan temperaturas de entre 40 y 43 grados en todo Aragón. El alumnado y el personal de algunos centros educativos deberá asistir a clase, realizar exámenes, impartir docencia o asistir a juntas de evaluación afrontando temperaturas que incumplen los establecido por el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

Hace ya cinco años, en junio de 2017, desde CCOO advirtieron de la necesidad urgente de dotar a los centros educativos de los indispensables elementos de refrigeración, “algo que no ocurre con casi ningún otro tipo de edificios”, denuncia el sindicato.

Añaden que “no podemos permitir que nuestros hijos e hijas tengan que acudir a clase a ejercer su derecho a recibir una educación de calidad en condiciones indignas, como son las que se dan en nuestras aulas, cuando las temperaturas pueden alcanzar en su interior valores superiores a los 35º”.

Esto genera, como ya lo ha hecho en años anteriores, situaciones en las que el alumnado tiene que ser atendido por golpes de calor, lipotimias, vómitos, mareos, etc., habiendo sido necesario, en los casos más extremos, la intervención de los servicios de Urgencia de las distintas administraciones sanitarias.

Por lo pronto, desde CCOO exigen se determine “con carácter urgente e inmediato la entrada en vigor de los horarios de verano para los centros de Infantil y Primaria, y la reducción de la jornada escolar en al menos una o dos horas en los centros de Secundaria, comprimiendo su jornada”.

Insisten en que lo prioritario, y por encima de todo, es el derecho a la salud del alumnado y del personal de los centros educativos. Es decir, en situaciones como estas, excepcionales, deben tomarse medidas igualmente excepcionales y, por lo tanto, al haber sido decretadas en numerosos puntos del Estado alertas amarillas y naranjas por altas temperaturas –por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET)–, se deben adoptar medidas tendentes a paliar el impacto en la labor docente y en las condiciones de salud e higiene del alumnado y del personal de los centros educativos.

Algunas medidas son sencillas de implementar, como por ejemplo autorizar la realización de juntas de evaluación docente de manera online para evitar la exposición a esas altas temperaturas de la tarde a lo largo de esta semana.

CCOO solicita a la Administración educativa aragonesa que, ante situaciones de este tipo, se permita a los centros, en base a su autonomía organizativa y en función de sus características específicas (ubicación geográfica, orientación, tipología constructiva, existencia o no de elementos de refrigeración, etc.) y etapas a las que imparte enseñanza, adoptar medidas tendentes a paliar los efectos de esta ola de calor, garantizando la salud y el bienestar del personal de los centros educativos y del alumnado.

La administración educativa está obligada por el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, o proveer unas disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, de obligada aplicación y cumplimiento en todos los centros de trabajo, sin excepción. Los centros educativos estarían englobados en los centros en cuyos locales se realizan trabajos sedentarios, propios de oficinas o similares, y las temperaturas, por tanto, deben estar comprendidas entre los 17º y los 27º C.

“Se hace urgente una respuesta rápida, ágil y clara de todas las administraciones educativas, es decir, la suspensión de las clases mientras persista esta alerta por altas temperaturas, según las características del centro. Eso sí, con las salvedades oportunas que pueden tener que ver con la asistencia a exámenes que pueden concentrarse a primeras horas del día, u otras que no supongan un riesgo evidente”, afirma el sindicato.

Pero este asunto tiene una dimensión más a largo plazo y que tiene que ver con la realidad incuestionable del cambio climático. Esto será una tendencia cada vez más real y persistente en los próximos años, como así apuntan todos los datos científicos. Por lo tanto, “urge abordar un plan nacional para adaptar los centros escolares a estas nuevas realidades, pide CCOO.

En aras de ser coherentes con los retos que nos pone el cambio climático, desde CCOO exigen que una parte de los fondos europeos de resiliencia, o cualesquiera otras partidas, se destinen no solo a instalar aparatos de refrigeración en los centros educativos, sino que, además, se dote a estos de los necesarios elementos de generación eléctrica fotovoltaica para que el aumento del consumo no repercuta en la factura de los centros escolares y para que esto sea un elemento más de la lucha contra el cambio climático.

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