CCOO considera que el IPC ofrece un escenario propicio para subir salarios y recuperar poder adquisitivo

Aunque el dato de junio es especialmente bajo por el precio de la electricidad, esta ha incrementado su precio un 50% desde el año 2007. A pesar del buen comportamiento del IPC, la contención de los precios no está llegando a bienes muy importantes para las familias como son la compra de vivienda o los alquileres, donde se aprecia un incremento notable de los precios.

CCOO
Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

El IPC bajó en Aragón un 0,1% en junio si comparamos el dato con el mes anterior, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa interanual se situó en el 0,4%, cuatro décimas menos respecto al mes de mayo que se situó en el 0,8%. Este dato resulta idéntico a la media de reducción de precios para el conjunto del Estado.

Por grupos los mayores incrementos se dan en Ocio y cultura (1,7%), Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,5%) y Hoteles, cafés y restaurantes (0,4%). En cuanto a descensos, los más importantes se registran en Vestido y calzado (-1,8%) coincidiendo con la campaña de rebajas y Transporte (-1,5%) como consecuencia de la disminución de precios de los carburantes y Vivienda (-0,8%) a causa de las bajadas de los precios de la electricidad y de los combustibles líquidos que hacen que sea el sector con mayor descenso de precios interanual en Aragón (-1,8%).

El origen de este comportamiento de baja inflación está muy relacionado con el descenso de los precios de la electricidad, que descienden un 2,4% respecto al mes de mayo y un 4,7% respecto a junio de 2018.

Desde 2014, año en que entró en vigor el presente sistema de tarificación, los precios de la electricidad fluctúan mucho más que anteriormente y pueden variar hasta un 10% de un mes a otro. Con todo, conviene recordar que la electricidad es uno de los servicios de consumo que más ha incrementado su precio durante la crisis. Desde 2007 el precio de la electricidad se ha incrementado un 48,9%, casi el triple del 16,7% de lo que lo hacia el IPC general, mientras que, por ejemplo los precios del crudo en el mismo periodo se reducían un 10%.

Analizando los componentes del IPC menos volátiles que constituyen la inflación subyacente y equivalen al 80% de los bienes y servicios con los que el IPC se calcula, esta se sitúa en junio en el 0,9%, dos décimas por encima de la registrada en mayo. Se trata de una cifra comparativamente muy baja si se compara con el 2,8% que promediaba a principios de la crisis económica o con el objetivo de inflación del BCE próximo al 2%.

Cabe, no obstante, hacer una salvedad respecto a los costes que soportan los hogares y su relación con el IPC. Aunque la superposición de ambos conceptos es alta, sí que hay algunos precios que no se reflejan adecuadamente en este último.

El más relevante es el coste de la adquisición de vivienda: según el INE este habría ascendido entre el 6 y el 10% anual en el primer trimestre de 2019, muy por encima, por tanto, del 1,1% de inflación para el mismo periodo. Otro concepto muy relevante para los hogares es el de los alquileres, estos sí que se incluyen en el IPC aunque con alguna dificultad metodológica para capturar las nuevas viviendas que se incorporan o los contratos con nuevos inquilinos, que son donde más se acumulan los ascensos de precios. En este sentido mientras el IPC indica que desde 2007 los alquileres de primera vivienda habrían subido un 11% otras fuentes no oficiales, como el índice elaborado por distintas sociedades tasadoras de vivienda en alquiler, apuntarían a que este aumento sería de aproximadamente 10 puntos más.

Como conclusión general, las bajas cifras de inflación indican que, por el momento los márgenes empresariales están absorbiendo sin excesiva dificultad los aumentos salariales. Según los datos obtenidos del informe presentado por CCOO el pasado 9 de julio sobre el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), los salarios han crecido hasta mayo de 2019 un 2,21%, un dato que coincide con los datos facilitados por el Índice de Costes Laborales del INE donde se recoge que los salarios están creciendo a un ritmo entre el 2,2% y el 2,3%.

Resulta evidente que la capacidad de absorción de los márgenes está relacionada con la pérdida de poder adquisitivo que los salarios han experimentado durante la crisis y que permitieron que estos se expandieran especialmente durante su primera parte.

Esta dinámica de contención de precios y aumentos salariales permite que se reequilibre el reparto del crecimiento, muy sesgado hacia los beneficios empresariales desde el inicio de la recuperación y sin riesgo de que se dispare la inflación. Por todo esto, desde CCOO de Aragón considera que hay margen para seguir subiendo los salarios y desarrollar el IV AENC en la negociación de los convenios con el objeto de que los trabajadores y trabajadoras recuperen poder adquisitivo perdido en los años de la crisis. Estas subidas salarias no solo permiten recuperar el poder adquisitivo de la población sino que beneficia al crecimiento de la economía y la creación de empleo.

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