Carmelo Asensio propone que se retire cualquier subvención o ayuda a los edificios que mantengan simbología franquista

Entre los símbolos franquistas que aún quedan por eliminar, el portavoz aragonesista ha destacado el “Valle de los Caídos particular que tenemos en el cementerio de Torrero”, el monumento de la Plaza Santa Cruz, o la simbología franquista en las placas de algunas calles de Ciudad Jardín

El portavoz de Chunta Aragonesista en el Ayuntamiento de Zaragoza, Carmelo Asensio, ha presentado una iniciativa junto a Enrique Gómez, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (ARMHA), para conseguir que “Zaragoza se convierta por fin en una ciudad libre de simbología franquista”.

Para ello, ha apostado por eliminar los nombres y símbolos de carácter franquista que quedan en la ciudad, impulsar el centro de interpretación de la Memoria Histórica de Aragón y sumarse a la querella por los crímenes del franquismo.

Carmelo Asensio ha explicado que “aún queda por hacer, a pesar de lo mucho que se ha avanzado, especialmente en la legislatura 2003-2007, con CHA en el Gobierno”. Y es que, recuerda, ya han pasado tres años desde que el Pleno aprobó la moción presentada por Chunta Aragonesista para sumarse a la querella por los crímenes del franquismo. “¿Qué ha hecho el Gobierno en este tiempo?", se pregunta.

Entre los símbolos franquistas que aún quedan por eliminar, el portavoz aragonesista ha destacado el “Valle de los Caídos particular que tenemos en el cementerio de Torrero”, el monumento de la Plaza Santa Cruz, o la simbología franquista en las placas de algunas calles de Ciudad Jardín. “El Gobierno se comprometió a elaborar un censo que seguimos esperando”, ha lamentado.

Asensio ha recordado que algunas calles aún conservan su nombre franquista, como la de Agustina Simón, una enfermera requeté que se negaba a atender a las personas heridas republicanas; Gonzalo Calamita, rector de la universidad de Zaragoza y máximo responsable de la purga del profesorado; o la de Escrivá de Balaguer, “un capricho del Alcalde Belloch”.

Capítulo aparte merecen el yugo y las flechas que permanecen en muchas viviendas construidas durante el franquismo. Por eso, el portavoz aragonesista ha propuesto que se retire cualquier tipo de subvención o ayuda pública a los edificios particulares que mantengan símbolos fascistas.

Por su parte, Enrique Gómez ha apoyado estas iniciativas, y ha señalado que “la libertad hay que lucharla todos los días. No podemos permitir que se normalicen los símbolos franquistas”.

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