Tal y como se estipuló en la primera reunión de seguridad que se celebró en el mes de junio, a la que asistieron todas las entidades y cuerpos de seguridad implicadas en el desarrollo del Descenso Internacional del Cinca, la pasada semana se realizó una primera evaluación del estado del cauce del río Cinca a su paso por Fraga y Torrent d'a Cinca, así como el estado del embalse de Riba-roja, en la localidad de Mequinensa, para determinar la viabilidad de la cita.
Tras una primera valoración, los cuerpos de bomberos de la Diputación de Uesca y de la Diputación de Zaragoza informaron que, según la actual situación, tanto del río como del embalse, son favorables para llevar a cabo la prueba, prevista para el domingo 20 de agosto de 2023.
"Actualmente, el río presenta un caudal de entre 10 y 11 metros cúbicos, y una gran ausencia de algas, lo que vaticina que, si se sigue manteniendo esta situación, se podrá celebrar sin ningún tipo de inconveniente", informan desde la organización.
Cabe recordar que en 2022 se vivió una situación de sequía en toda la península, lo que provocó la cancelación del Descenso Internacional del Cinca en aras de garantizar la seguridad de las personas participantes. Entonces, el caudal estaba a la mitad de lo que se presenta en estos momentos.
El presidente de la Comarca del Cinca Baixa, José Javier Ferrer, se ha mostrado cauto pero esperanzado. "Todavía faltan días para la celebración de la prueba, pero según se está viendo la situación, todo hace pensar que vamos a poder disfrutar de nuevo del Descenso Internacional del Cinca", ha indicado Ferrer.
La organización del XXIV Descenso Internacional del Cinca abrió el 1 de julio el plazo de inscripción de esta prueba deportiva en la modalidad popular.