La Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos cumple 34 años de lucha bajo la amenaza del embalse. Este pasado lunes, en rueda de prensa, instituciones y personas afectadas hacían balance y explicaban la importancia que supone para la zona -como motor de desarrollo- la actividad creada en torno al río Galligo. Ahora, su esperanza recae en el Tribunal Supremo, quien tendrá que dictar sentencia sobre la anulación -o no- de este proyecto.
La voz institucional la ha puesto Antonio Biescas, alcalde de Ayerbe, quien recordaba que hay tres ayuntamientos Biscarrués, Murillo de Galligo y Santa Eulalia de Galligo que tienen "afecciones territoriales directas", y muchos más como Ayerbe, la Comarca de la Hoya y la Chacetania "donde las afecciones son similares por las consecuencias negativas".
"La Galliguera o Reino de los Mallos quiere poner en valor el esfuerzo que se está haciendo por echar abajo este proyecto de embalse, que ha lastrado muchas de las posibilidades de desarrollo, futuro y economía, pero que no ha podido con todas, ya que pese a las dificultades muchas han sido y son las personas que apuestan por desarrollar sus proyectos de vida, negocios o inversiones", aseveraba Biescas.
A juicio del alcalde de Ayerbe, la actividad del río Galligo "es mucho más que el deporte de aventura, que es importantísimo por supuesto, sino que es el complemento necesario para otros sectores de desarrollo turístico como son el medioambiental, patrimonial, cultural, gastronómico o deporte de naturaleza (senderismo, Btt, escalada, parapente...). La suma de todo es lo que da fuerza a la Galliguera para convertirse en un referente turístico que mueve la economía aragonesa".
"Desde los ayuntamientos -añadía-, se continuará con el trabajo político, para buscar soluciones para el territorio junto a todas las formaciones políticas que lo deseen y agentes y grupos implicados en la causa".
En nombre de la Coordinadora, Lola Giménez, destacaba la resistencia de la zona desde los primeros años 80 "con una administración que dinamitaba la última casa habitada de Jánovas, pasando por gobiernos de mayorías absolutas de diferentes partidos, consiguiendo durante todo este tiempo no solo la supervivencia de la Galliguera, sino su evolución y trasformación gracias al trabajo e impulso de sus habitantes y de todos los que gracias a las aguas bravas del río Gállego han podido convertirse en habitantes rurales".
"Esta lucha ha mantenido desde una oposición firme con huelgas de hambre y manifestaciones hasta una apuesta por acciones divulgativas y de trabajo por el medio ambiente: plantaciones, marchas, ferias, descenso de nabatas, la creación de senderos como el del madroño o el sendero botánico que han sido reconocidas por galardones como el Premio Félix de Azara".
Para Lola Giménez, este movimiento se ha basado en un trabajo medioambiental, consiguiendo la protección del Monumento Natural de los Mallos y el acercamiento a las sendas del río. "Un trabajo técnico para demostrar que es posible tener un desarrollo sostenible junto a un río vivo sin tocar su caudal. Un trabajo político por el que cada vez más formaciones han entendido que es posible una gestión justa del agua sin arruinar territorios. Un trabajo judicial por el que la Audiencia Nacional anuló tanto el proyecto como la Declaración de Impacto Ambiental, y fundamentalmente un trabajo social para unir a la Galliguera y que mantenga su espíritu emprendedor y combativo desde la ilusión y la esperanza".
Asimismo, en estos momentos de incertidumbre judicial, desde la Coordinadora destacaban "que pase lo que pase en dicho ámbito se continuará con el trabajo para poder vivir en esta tierra aragonesa".
José Mª Sopena, empresario, recordaba que el sector de empresarios del Reino de los Mallos, con unas 80 empresas articuladas en torno a diferentes asociaciones territoriales, valoraba "positivamente el aparente cambio de rumbo que desde el sector político se tiene con respecto al proyecto de pantano de Biscarrués". Además, aseguraba observar "esperanzado" la posible sentencia del Tribunal Supremo que ponga fin a 34 años de incertidumbre que "han coartado el desarrollo empresarial" en torno al río Galligo.
En torno a este producto principal –el río- se ha generado un modelo económico sostenible y de alta repercusión en un entorno cercano que ha permitido el asentamiento de la población y el mantenimiento de algunos servicios importantes en el medio rural. "Un modelo económico que como ya se ha señalado en multitud de ocasiones depende íntegramente del río y que desaparecería con la construcción del pantano de Biscarrués", subrayaba.
Concentración este domingo en Uesca
Este domingo -23 de febrero- a las 12.00 horas, la plaza de Navarra de la capital oscense será escenario de una concentración en la que se mostrará, nuevamente, el rechazo al proyecto del embalse de Biscarrués. "La idea es llevar nuestro valle a Huesca para llamar la atención y hacer algo distinto y en el que participen los niños y las niñas de la zona, que al final son el futuro y los protagonistas de esta lucha", apuntan desde la Coordinadora.