Beatriz Suárez: “Que existan hombres y mujeres en términos esencialistas y biológicos solo beneficia al heteropatriarcado”

Ella es profesora de Teoría de la Literatura pero no es solo eso, también es la responsable de que a día de hoy exista una Cátedra de Estudios Feministas en la Universidad de Vigo. Tiene claro que gran parte de la apuesta debe pasar por la educación en las aulas y, por supuesto, por el feminismo queer.

Beatriz Suárez | Foto: Pablo Ibáñez

Es el descanso del Seminario de Estudios Feministas, Beatriz Suárez y yo aprovechamos para sentamos en un pequeño banco acompañadas de las cristaleras del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

Ella es profesora de Teoría de la Literatura pero no es solo eso, también es la responsable de que a día de hoy exista una Cátedra de Estudios Feministas en la Universidad de Vigo. Por eso, en la mesa redonda en la que se plantea el futuro del movimiento feminista, ella tiene claro que gran parte de la apuesta debe pasar por la educación en las aulas y, por supuesto, por el feminismo queer.

¿Quién es el sujeto revolucionario?

El sujeto del feminismo es el sujeto feminista. Ayer decía que para mí no hay feminismo sino es el feminismo queer, no puede haber ya feminismo sino es queer. Simplemente por un hecho que todo el mundo reconoceríamos dentro de estos ámbitos en los que nos movemos de los feminismos, de las militancias, de los activismos, y es que el par sexo-género, el par hombre-mujer es una creación interesada que solo sirve a los intereses del patriarcado.

Foucault nos enseñó a hacernos una pregunta que es de manual, ¿a quién beneficia una política? Que existan hombres y mujeres y solo hombres y mujeres y solo hombres y mujeres en términos esencialistas y biológicos solo beneficia al heteropatriarcado. Un feminismo antiguo, de mala fe, en 2018 sería este que sigue diciendo que hay un sujeto mujer y que las mujeres somos el sujeto del feminismo.

Queerizo el feminismo en el sentido de que lo queer nos ha enseñado a que los sujetos somos de múltiples identidades, que la identidad es fluida, que es móvil, que se mueve a lo largo de nuestra vida. Que los sujetos que somos, son los sujetos que vamos siendo, que no hay un sujeto estable, único y para siempre y definitivo. Todos los sujetos individuales y todos los sujetos colectivos nos movemos.

Los activismos también crean sujetos nuevos, nuevas subjetividades y estos son hechos evidentes.

Entonces, ¿qué es es el feminismo queer?

Otra caractéristica de lo queer es la dificultad de definirlo o de fijarlo. Fijar queer es convertirlo en un objeto muerto y de museo pero desde luego, ¿qué hace queer? La teoría queer se hace con textos de feministas, feministas negras, marxistas, lesbianas… Lo que caracteriza lo queer es la hibridación, el mestizaje absoluto, lo que las hispanas dicen esta mezcolanza y es la defensa de estas identidades fluidas.

Si queremos cambiar el mundo tenemos que desmantelar el género que también es una propuesta feminista queer. ¿Por dónde se empieza? Acabar con el género, deshacer el género con Butler, eso para empezar pero claro lo queer atiende a la sexualidad, a la clase, a la raza, a la etnia porque lo queer se ha ido haciendo con todas estas líneas, mezclando la identidad por eso lo queer es interseccional. Lo queer es treméndamente abierto y hay gente que quiere cerrar el feminismo, cerrar el feminismo supone matarlo.

Foto: Pablo Ibáñez
Foto: Pablo Ibáñez

Las críticas de esta corriente aseguran que este feminismo es académico y elitista.

Una teoría es una construcción intelectual, tampoco creo que sea solo eso porque también crea unos afectos. En lo último en lo que estaba trabajando Eve Kosofsky que es una de las madres de la teoría queer es en una teoría de los afectos.

Es una política desde abajo, no es desde arriba, somos las faunas sexuales las que hemos construido lo queer y lo hemos hecho desde nuestra reflexión y desde nuestro activismo. Yo creo que también el pensamiento se hace no solo desde los libros sino también desde las vidas de las gentes. Las vidas de mis amigas me han hecho, me han enseñado lecciones de vida. Pensamos a partir de la experiencia, no quiero dejar fuera la experiencia en ningún momento, no es elitista no nace de la torre de marfil de la academía. Lo queer está en la calle.

Y desde lo marginal…

Yo creo que también no atender a los sujetos más vulnerables… Lo queer pone a los sujetos vulnerables en el centro, pero en el centro del huracán, no es ese centro donde nos sentimos seguras. No nos da serenidad, no quiere hacer de nosotros unos sujetos seguros sino que más bien lo queer nos coloca en el ojo del huracán y esta cosa que es la vida en su hacerse.

También comentas que las categorías construyen a nuestro vigilante interior y que es muy productivo para el capitalismo.

Solo ese sujeto normal, normativo y normalizado, ese sujeto que ha de tener éxito solo favorece la productividad, que favorece el mercado y los empresarios. Lo queer es profúndamente antisistema.

En tu trabajo como crítica literaria también denuncias la colonización de las lenguas y escribes algunos textos en gallego.

Yo vengo de un país que tiene una lengua que está en peligro de extinción y todas las personas que vivimos en el margen conocemos muy bien de los efectos del capitalismo, de los imperialismos sobre nuestras vidas y sobre nuestras experiencias y, en realidad, es que nos jugamos la vida. Lo que nos estamos jugando es nuestra existencia. Si desaparece una lengua, desaparece todo un pueblo y toda una cultura.

Otra cosa que me gusta de lo queer es que es políglota, no habla una sola lengua y por eso también es tan difícil de decir qué es queer. No habla desde un solo lugar, una sola lengua, no habla desde el punto de vista de un solo grupo, de un solo colectivo, de un solo margen.

Mi sentir, en cierto sentido, es nacionalista de izquierdas… lo queer también me parece interseccional en un sentido internacionalista.

La eterna contradicción de la izquierda…

Queer es muy contradictorio, que viene de un centro de contradicciones, de discursos que se contradicen y nos hacemos a base de vivir en esta polémica de la contradicción.

Dos títulos que nos sirvan para entender por qué es tan revolucionario el feminismo queer

A veces los libros que una tiene que leer por oficio son libros dificilísimos, yo te diría que hay que leer a Butler pero cualquiera lee a Butler. Para mí nada me impactó tanto en mi vida de lectora como Monique Wittig sin cuyo pensamiento lo queer no existiría ni el feminismo como lo conocemos. Wittig es una lectura que yo pondría siempre de primera, leer el pensamiento hetersexual.

Y desde luego leer a Elvira Burgos, sin duda alguna, y, alguna cosa mía (se ríe).

Ángeles Mastreta dice que el feminismo es mucho más que una identidad y que una conciencia política, es como un instinto. Yo creo que esta es la sensación que tenemos muchas mujeres feministas que lo hemos sido siempre, de alguna manera u otra por sentimiento. Yo que leía feminismo a mí hubo un libro que me cambió la vida entonces a ella también la recomiendo.

Adrienne Rich y un libro que se titulaba “Sobre mentiras, secretos y silencios” si no recuerdo mal. Fue el primer texto que leía en mi vida, y esto me debió pasar cuando tenía 19 años, nunca había leído un libro que estuviese escrito por una mujer pensando en las mujeres, pensando que hay un público lector que es mujer, que hay una lectora mujer.

Yo hice filología y siempre te hablaban del autor y del lector, no existían ni las autoras porque no se daban en el aula y tampoco existían las lectoras y, entonces de pronto tener un libro en las manos que está escrito reflexionando acerca de los problemas de la vida de las mujeres y pensando como una mujer para otras mujeres, eso me cambió la vida.

Foto: Pablo Ibáñez
Foto: Pablo Ibáñez

Ya ha pasado el 8M, ¿ahora qué?

Yo voy a dar una respuesta que, si acaso se puede pensar institucional. Yo creo que tenemos que tomar las instituciones que el siguiente paso es también estar al 52% en todas partes y tenemos que asaltar el poder económico. Las mujeres somos las dueñas del 1% de la riqueza del mundo, mientras esto siga siendo así, el mundo seguirá siendo desigual y ninguna transformación es posible.

En Galiza hay un grupo de chicas que se llaman Toropirolos porque pirola es “la polla” y entonces son unas chicas que van denunciando y van contando el número de mujeres que hay en todas partes y nos lo muestran en fotos. Las mujeres tenemos que asaltar el poder, fíjate lo que te digo. Una representación justa del mundo, haría otro mundo. Sí, lo quiero creer.

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