Barba reivindica la diversidad y la tolerancia y llama a estar “alerta” ante los discursos que “capitalizan el miedo para cargar contra la diferencia”

La presidenta de las Cortes clausura el acto de celebración del Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto, que en su décimo año ha tenido un recuerdo especial para las 1.018 aragonesas y aragoneses republicanos deportados a campos nazis

Foto: Cortes de Aragón

La presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, ha alertado este jueves del “empeoramiento de la convivencia en toda Europa” y ha llamado a estar “vigilantes ante los discursos que capitalizan el miedo y la angustia para cargar contra la diferencia”.

Lo ha hecho al clausurar el acto de celebración del Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto, que ha tenido lugar en la Sala Goya del palacio de la Aljafería, y que ha querido convertir también en acto de reivindicación de “la diversidad y la tolerancia”.

“El respeto es el principio esencial de la democracia”, ha destacado ante el centenar de personas que han participado en el homenaje, que se ha celebrado por décimo año en la sede de las Cortes, impulsado por el Rolde de Estudios Aragoneses, la Amical de Mathausen, y al que se ha sumado también en esta edición la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

En sus palabras, Barba ha llamado a “renovar el compromiso con los derechos humanos y las libertades públicas”, y a “proteger las sociedades que hemos sido capaces de construir desde el diálogo, el respeto y la solidaridad”. “Porque no podemos cambiar el pasado –ha dicho- pero el presente y el futuro sí dependen de todos nosotros”.

Y en ese camino para asegurar un “futuro de paz y convivencia”, es fundamental, según ha subrayado “el deber de la memoria”, que ha quedado plasmado en la reciente ley de Memoria Histórica de Aragón. Una norma que en palabras de la presidenta ayudará a “alimentar nuestra democracia de los principios éticos y morales que la fortalecerán frente a los discursos de exclusión e intolerancia”.

La intervención de Barba y los compases de la ‘Canción de los soldados del pantano’ han puesto fin al homenaje, que este año ha tenido un recuerdo especial para las 1.018 aragonesas y aragoneses republicanos deportados a los campos nazis. Los nombres de todos ellos y ellas se han ido mostrando en pantalla a lo largo de toda la ceremonia.

Como es habitual, esta se ha iniciado con el encendido de siete velas, en representación del pueblo judío, por las niñas y niños asesinados, por las personas perseguidas por motivos políticos, diversidades físicas y psíquicas, por sus opciones afectivo-sexuales o por sus diferentes opciones religiosas; en memoria del pueblo gitano y en recuerdo de aquellas personas que ayudaron a salvar vidas.

Tras guardar un minuto de silencio por todas las víctimas del Holocausto, han tomado la palabra los y las representantes de los distintos colectivos homenajeados y que fueron perseguidos por el nazismo.

Así, ha intervenido Judith Miralles, nieta de José Egea, uno de los supervivientes de Mauthausen; Tamara Clavería, por la Fundación Secretariado Gitano; Timna Segal y Carmen Vera, de la asociación cultural Sefarad Aragón; Ana Santidrián, en representación de Towanda, así como varios alumnos del Instituto de Educación Secundaria Pedro Cerrada de Utebo, como testimonio de transmisión de memoria en las generaciones más jóvenes.

Por parte de los organizadores del acto, han hablado Josep San Martín, delegado en Aragón de la Amical de Mauthausen, y Miguel Martínez Tomey, presidente del Rolde de Estudios Aragoneses. Este año, el lema escogido para la celebración del Día Internacional es ‘Expulsados de casa’, en referencia al desarraigo y la pérdida de identidad.

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