Aranda, comarca de frontera y castillos

La Comarca del Aranda es actualmente una de las comarcas más deprimidas y con más despoblación de Zaragoza pero también es una comarca de historia y aventuras. Tierra de celtíberos, tierra de miedo y sangre durante la Guerra Civil y tierra de fronteras que fueron protagonistas de las guerras de los dos Pedros que motivó el refuerzo de los castillos existentes y la creación de nuevos aún en pie.

Castillo en Jarque.

La Comarca del Aranda es actualmente una de las comarcas más deprimidas y con más despoblación de Zaragoza, su único motor económico es la industria del calzado y el deporte de aventura vinculado a la escalada. Pero también es una comarca de historia y aventuras, tierra de celtíberos, con grandes yacimientos aún sin explorar como el de Aratikos, tierra de miedo y sangre durante la Guerra Civil con cientos de asesinados por el fascismo con muchas fosas aún sin abrir.

Y tierra de fronteras, fronteras entre Castilla y Aragón que fueron protagonistas de las guerras de los dos Pedros, guerra que motivó el refuerzo de los castillos existentes y la creación de nuevos castillos, aún en pie. Algunos de estos castillos tienen origen islámico y otros eran de la casa de los Luna pero independientemente de su origen, todas las fortalezas fueron usadas en la guerra de los Pedros por su ubicación estratégica.

Un poco de Historia: la Guerra de los dos Pedros

Entre 1356-1369 se enfrentaron los monarcas de la Corona de Aragón y de Castilla, el aragonés Pedro IV y el castellano Pedro I. Los orígenes hay que buscarlos en la conquista de Murcia, protectorado castellano fue el rey aragonés Jaime I el que tuvo que sofocar un revuelta mudéjar. Las apetencias aragonesas unidas al problema sucesorio castellano llevaron a que Jaime II lograse la cesión de Murcia y su posterior invasión en 1296. Aragón aceptaría devolver parte del territorio a cambio de la provincia de Alicante. Pero ninguno de los dos reinos estaba satisfecho. Esta rivalidad territorial se vio engrandecida por la Guerra de los 100 años entre Inglaterra y Francia en la que ambas Coronas participaron de manera activa aliándose con ambos contendientes. También hubo una lucha dinástica, Pedro IV apoyó a Enrique de Trastámara frente a Pedro I el Cruel, con el objetivo de recuperar Murcia, al mismo tiempo Aragón se enfrentó a Genova, aliada de Castilla por el control del Mediterráneo, el hundimiento de dos naves genovesas fue el origen de la guerra entre los dos Pedros. Hasta 1360 la superioridad fue castellana, logrando solo una victoria los aragoneses, el periodo más cruento fue hasta 1365, Aragón llegó a perder territorios como Teruel y Alicante paso a manos aragonesas.

El escenario principal de las batallas fue en la zona limítrofe de los dos Reinos y la Comarca del Aranda y las tierras sorianas de la frontera fueron escenario de muchas batallas. En 1357 un ejército castellano invadió Aragón desde Ágreda asediando todos los castillos a su paso, esta invasión tuvo su culmen con la invasión de Tarazona, desde ahí los castellanos avanzaron hacía Borja donde al encontrase con un gran ejército aragonés se vieron obligados a replegarse a Tarazona sin presentar batalla. En junio, Pedro IV ordenó fortificar sus castillos fronterizos; Añon, Purujosa, Illueca, Arándiga, Chodes, Tierga, Mesones, Jarque y Calcena. En septiembre de 1359 hubo un giro en la contienda; las tropas aragonesas, al mando de Enrique de Trastámara, invadieron Castilla por la Comarca del Aranda en dirección a Ólvega, saqueándola. En el valle del rio Arabiana tuvo lugar la primera victoria importante de los aragoneses, tras una sangrienta batalla. Pedro IV dio un golpe mortal a su enemigo al reconquistar Tarazona sin tener que presentar batalla. Aún así los castellanos se rehicieron y derrotaron a los aragoneses en batalla en Nájera haciendo fracasar el plan de invadir Castilla.

El nuncio papado logró una tregua, salpicada de problemas. Durante la tregua, a mitad de 1362 ambos reinos buscaron aliados internacionales, Pedro IV firmó un pacto con Francia y Navarra mientras Pedro I lo hacía con Inglaterra, Portugal y Granada. La Guerra de los 100 años había llegado a las Coronas de Aragón y Castilla.

Este largo conflicto terminará en 1369 tras la muerte de Pedro I el Cruel, el 23 de marzo acudió a una cita con el jefe de las “Compañías Blancas” una banda de mercenarios franceses, Pedro estaba asediado por las tropas aragonesas en su castillo de Montiel, en Ciudad Real, y decidió acudir a la cita por la promesa de ayuda para escapar. Fue un engaño, una vez llegado a la reunión, su hermanastro y aliado aragonés, Enrique de Trastámara lo asesinó.

Y de este sangriento y largo conflicto quedaron las huellas silenciosas del tiempo en forma de espectaculares castillos.

Tierra de Castillos

Si abandonamos la autovía de Madrid a la altura de Morata de Jalón tomaremos la primera de las carreteras que atraviesa la Comarca, pero antes de introducirnos en la Comarca pasaremos por dos localidades con sus respectivos castillos, aunque no pertenecen “políticamente” a esta Comarca. La primera localidad es Chodes y su fortaleza se encuentra a las afueras, en las llamadas Torcas de Chodes, sobre una peña llamada Iodos. Con el Fuero de Calatayud de 1131 ya aparece referenciado este castillo, perteneciente al apellido Luna. Planta ovalada que se adapta al terreno abrupto de la peña con difícil acceso. Es de pequeñas dimensiones, 30x15. Queda poco de su estructura, un paño de muralla y de torre, en la zona interior solo queda un patio.

Un poco más adelante, desde lo alto de una peña nos contempla pasar el castillo de Arándiga, localidad con pasado musulmán. Su primera referencia data de 1188 cuando Alfonso II lo cede a Pedro Jiménez de Osca. Este castillo tiene que ver con la guerra de los Pedros, fue conquistado por los castellanos en 1363. La fortaleza es estrecha y su planta irregular por adaptabilidad al terreno, su eje es de 40 metros y consta de 3 torres, una de ellas en la entrada. En un nivel inferior hay restos de un cuarto torreón.

El primer castillo de la Comarca es el de Mesones de Isuela, uno de los más desconocidos de Aragón y a la vez uno de los más impresionantes y mejor conservado. Es del S. XIV y perteneció al señorío de los Ferrench de Luna. Situado sobre un cabezo, ocupando más de 3000 metros cuadrados de superficie controla la panorámica del horizonte castellano. Tiene 6 torreones y su recinto totalmente cerrado al exterior da muestra de lo imponente de la fortaleza. La torre del Homenaje se dejó de construir y por eso muestra menor altura que el resto. Está construida en un estilo gótico y franco-gótico. En el patio de armas se conservan varios espacios subterráneos, serían las mazmorras a donde arrojaban a los prisioneros ya que no hay restos de escaleras de acceso. También se conservan distintos pasadizos.

En la siguiente localidad, Tierga, nos encontramos los restos de una fortaleza de origen islámico de la que solo queda en pie los restos de una de las paredes de la torre del Homenaje y algunos muros de mampostería muy rebajados. El castillo será testigo de enfrentamientos y luchas entre musulmanes y cristianos y entre castellanos y aragoneses. No se sabe su fecha de construcción pero en 1158 estaba inscrito como propiedad del obispado de Zaragoza. Fue destruido a principios del S. XVIII en la Guerra de Sucesión por las tropas del archiduque Carlos de Austria.

Por la otra carretera que tomamos al salir por la autovía en la salida del Frasno, el primer castillo que nos encontramos es el de Sestrica. La Torre de los Urrea es el único vestigio que queda en pie del castillo de los Urrea, del S.XIV. Destaca en altura y esbeltez sobre el resto del pueblo. Aunque el lugar perteneció a los Fernández de Luna en 1382 pasó a manos de los Urrea, por lo que es difícil determinar cuál de las dos familias construyó la fortaleza.

La siguiente localidad nos traslada al pasado y personaje más famosos de la Comarca, el Papa Luna. El castillo de Illueca es el más famoso de la Comarca por su relación con el Papa Luna. Es un castillo de grandes dimensiones ubicado en un promontorio elevado que obliga a adaptar su estructura al terreno accidentado. Se construyó en 3 fases; la 1ª entre los S.XIV-XV con estilo mudéjar, la 2ª en el XVI con estilo renacentista y la última en pleno estilo barroco del S. XVII. Tiene 3 plantas y destaca la entrada flanqueada por dos esbeltas torres que se abre ante una majestuosa escalera. En su interior destacan las techumbres de madera y sus salones.

Tras abandonar Illueca, un impresionante castillo nos vigila a la entrada de Jarque. Visualmente es el más espectacular por su forma esbelta y los cuatro torreones que cierran el espacio rectangular. Fortaleza militar de mitad del S. XIV, con una planta rectangular y con muros rematados en almenas. En uno de los lados largos está la entrada al patio, al que se accede a través de un arco de medio punto.

Y la Comarca termina en el pueblo que le da nombre; Aranda donde hayamos una fortaleza de origen musulmán con función de vigía del valle y principal vía de acceso a la meseta soriana.  Es un castillo de pequeñas proporciones, se compone de un recinto fortificado de planta poligonal elevado sobre una pequeña colina. Está levantado con piedras irregulares y su eje es de 30x12 m. Se conserva una de sus torres y dos altos muros que se unen en ángulo, en los muros se conservan varias almenas. Un poco más apartada del recinto se conserva otra torre con saeteras y parte del arranque de la bóveda.

Pero eran más fortalezas de las que hoy realmente siguen en pie, tanto en Purujosa como en Oseja y Calcena hay restos, mínimos, de sus antiguas fortalezas.

Aranda, tierra de castillos y de tesoros aún por explotar. Sorprende a día de hoy el poco valor turístico que se le saca a estos monumentos, alguno de ellos único.

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Bibliografía:

  • Castillos de Aragón, 133 rutas. Zueco, L.
  • La contraofensiva aragonesa en la guerra de los dos Pedros, Gutiérrez de Velasco, A.
  • http://www.aragonmudejar.com/

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