Al menos cuatro oscenses y dos zaragozanos viajarán hoy al Baix Llogregat (Barcelona), hacia el V Congreso de Ecologistas en Acción, que la confederación que aglutina a 300 colectivos ecologistas de todos los territorios del estado español organiza cada dos años.
Bajo el epígrafe “Ecologismo social: transformar en la crisis”, durante el fin de semana se reunirán cientos de socios y representantes de las distintas federaciones ecologistas que debatirán en torno a las perspectivas y retos para el futuro inmediato del ecologismo social.
Además, durante los tres días que durará el Congreso, que comienza hoy viernes en el Centre Espai, se desarrollarán debates, asambleas de las distintas Áreas de Ecologistas en Acción (agroecología, transporte y calidad del aire, educación, biodiversidad,…), se aprobará el plan de trabajo para el próximo trienio y se tramitarán los aspectos formales de cualquier asamblea (aprobación del presupuesto, de la nueva Secretaría y las líneas de trabajo de las áreas, entre otras cuestiones) y también habrá espacio para talleres (sobre comunicación, acción directa, economía o dinámica de grupos), excursiones, acciones reivindicativas, fiestas y comidas populares.
Hace casi 20 años desde que los líderes mundiales se juntaron en Río de Janeiro, para reconocer la gravedad de la situación ambiental planetaria y realizar un compromiso de cambio. Sin embargo, el diagnóstico ambiental es hoy peor que ayer. Aumenta la desigualdad en el acceso a los recursos naturales al tiempo que su disponibilidad disminuye. Los necesarios acuerdos climáticos parecen cada día más inalcanzables. Las causas socioeconómicas de la destrucción ambiental, no son atajadas...
Nos encontramos en un escenario de crisis global en el que se concitan la destrucción del medio ambiente, el deterioro de los derechos humanos, y la emersión de un autoritarismo económico, militar y gubernativo que lejos de proponer soluciones, empeoran la realidad al apostar por la defensa de los privilegios de elites cada vez más disociadas del resto de la población.
Poco cabe esperar de unos gobiernos que, en 2012, vuelven a juntarse en la Cumbre de Rio+20 para escenificar otro amago. Ante esta realidad, se hace más necesario que nunca el impulso del ecologismo social, la reacción firme y decidida de quienes argumentan que es imprescindible cambiar radicalmente la forma en que tenemos de habitar nuestro planeta.
Así, podemos afirmar, que el ecologismo social es la indignación del planeta, que surge con ilusión, oponiendo principios de esperanza a quienes no ofrecen más que guerra y barbarie: justicia social, decrecimiento, biomímesis, principio de precaución, lentitud, democracia real… En esta coyuntura, el Congreso Confederal de Ecologistas en Acción supone un pasico más en la organización y coordinación de esa indignación colectiva que crece cada día.