
Aragón pese a su gran diversidad y sus riquezas paisajistas, no es precisamente la comunidad que más protege sus territorios. Con la cordillera montañosa más importante de España como son los Pirineos, con otras de menor altura pero reconocidas por todo el mundo por sus barrancos como la Sierra de Guara, la Ibérica con el Moncayo y sus hayedos, el Matarraña comparada con la famosa Toscana italiana, los espacios únicos desérticos y esteparios de las Bardenas o los Monegros,
Aragón puede presumir de tener de todo menos el mar. Y sin embargo no nos destacamos por proteger esas bellezas y esas singularidades. Sin desmerecer a otras comunidades, porque en todos los sitios podemos encontrar espacios y rincones dignos de ser admirados y protegidos, Aragón es una comunidad con mucha suerte paisajista.
Ello no se traduce en espacios protegidos. Tenemos un Parque Nacional, Ordesa y Monte Perdido, y 4 parques naturales, Moncayo, Guara, Posets-Maladeta, y Valles Occidentales. Luego otras figuras de menor rango dan protección a determinados puntos del territorio. Pero nada comparable con comunidades autónomas que no contando con parques nacionales, sí han sabido valorar y proteger sus bellezas naturales, como ocurre con la vecina Cataluña donde hay 13 parques naturales. O el País Vasco con 13.
A la cabeza están la Andaluza con 22 y la Comunidad Valenciana con 15. De la primera se podría alegar que es más grande que Aragón y de ahí el número tan elevado, pero proporcionalmente al territorio nos sigue ganando en protección. Y en cuanto a la segunda es evidente que con mucho menos superficie que Aragón nos gana por goleada.
Si lo analizamos por superficie total de espacios naturales protegidos, a la cabeza una vez más Andalucía con 2.595 miles de hectáreas. Le sigue Cataluña con 1.114. Aragón ocupa el puesto dieciseis con solo 168 miles de hectáreas protegidas, lo que supone un 3,5% de su territorio. Mientras que Canarias tiene el 40%, La Rioja el 33%, Cataluña el 32% y Andalucía el 30%.
En eso que se repite como un mantra de que Aragón siempre está en la media de todo en España, pues está vez sí se cumple en cuanto a inversión por hectárea protegida, siendo la octava comunidad en ese gasto. Pero no olvidemos que con tan poca superficie protegida la inversión evidentemente es menor, y así parece que nos esforzamos.
Sorprende las reticencias de los políticos aragoneses en general a proteger espacios como el aparcado proyecto de Parque natural de Anayet-Partacua, custodiado por un Parque Nacional en el lado Francés, y el Parque Natural de los Valles Occidentales en la vertiente española. Además de ser un corredor biológico de vital importancia.
Una Canal Roya que ya en 1957 fue declarada en pleno franquismo como Reserva Integral de Caza, figura de protección de la época. Hubo otros intentos de dotar a esta canal mayor protección, como en 1974 por parte del ICONA incluyendo en el Inventario Abierto de Espacios Naturales.
Luego el Gobierno de Aragón con la Red de Espacios Naturales Protegidos de Aragón conocido como RENPA. O la propuesta de la Confederación Hidrográfica del Ebro de declarar como Reserva Natural Fluvial en 1984, que nuestro gobierno declinó. Y hasta el catálogo de Espacios Singulares Geológicos recoge la Canal Roya. Y faltaría ver la protección que merecen los al menos 6 monumentos megalíticos catalogados.
En 1999 un Consejero de Medio ambiente anunció una Ley de Protección del Pirineo, que nunca se presento. Al año siguiente con intención de incluir espacios en la Red Europea Natura 2000 se elaboró un listado en el que se incluía la Canal Roya, pero por obra y gracia desapareció de la lista.
La canal Roya lleva muchos años en el ojo del huracán, por un lado la ciudadanía queriendo que se le de la figura de protección que se merece de acuerdo a sus reconocidas cualidades medio ambientales, y por otro, los siempre atentos a sacar tajada de cualquier sitio, sin importar que es lo que destruyen.
Lo políticos aragoneses tienen que tomar conciencia de la verdadera riqueza natural de nuestro territorio, del paisaje que tanta gente atrae, y de una vez por todas empezar a proteger esos espacios únicos que otros quisieran tener, empezando por la declaración del Parque Natural de Canal Roya.