Se trata de una importante fábrica que cesó su actividad en 2012, hecho que puso en riesgo su conservación futura, sobre todo en su integridad global, incluidos la maquinaria y el archivo. Por ello en 2015, cuando se estaba produciendo algún movimiento comprometedor para la conservación del bien, Apudepa presentó ante la Dirección General de Cultura y Patrimonio una solicitud oficial de catalogación que abrió el expediente que ha concluido con la protección.
La Orden del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, de 29 de agosto de 2016, delimita y describe el bien, e incluye como parte indisociable del mismo la maquinaria y los fondos documentales. Apudepa muestra su satisfacción de que "en este caso el Departamento haya hecho (sin duda porque todavía no existían fuertes presiones urbanísticas) lo que no hizo con Averly".
Ahora, la Asociación pide a las administraciones que trabajen para garantizar que la protección del patrimonio redunde en beneficio de la sociedad y de todas las partes directamente implicadas, movilizando para ello los técnicos y recursos necesarios para que pueda compatibilizarse el uso de las instalaciones con la preservación del patrimonio cultural.