Nosotros no concebimos un mundo de fronteras. Sin embargo reconocemos las características de cada pueblo. Existe una realidad regional, una realidad comarcal y una realidad local. Y en el orden del pensamiento, nadie puede poner en duda la realidad individual. Cada región, comarca, pueblo e individuo tiene su fisonomía. Por eso es completamente absurdo imponer a todos un solo y único patrón. Las cosas no se transforman por decreto o por capricho personal. Un Estado de terror o dictadura podrá dejar a los hombres inactivos o anquilosados, pero nunca podrá borrar la personalidad de cada pueblo ni el pensamiento de cada hombre. Interiormente los pueblos y los hombres seguirán siendo lo que realmente sean.
El Consejo Regional de Defensa interpretará el sentir regional de Aragón, recogerá su contenido espiritual, valorará su suelo y riqueza, canalizará sus energías y agrupará sus ansias de mejoramiento en la conjunción armónica del organismo federal, que denominamos Consejo Regional de Defensa de Aragón.
Pero repárese bien: la revolución no se hace a fuerza de leyes: que nadie nos tome por legisladores, somos una Convención revolucionaria que se nutre de la savia revolucionaria que nos llega de los pueblos liberados.
Nuestra misión se limita a recoger ese estado espiritual de los pueblos y facilitar su libre expansión.”
Boletín Oficial del Consello d'Aragón, Fraga, 28 de octubre de 1936.
“... Por otra parte, el proletariado aragonés empieza a estar de enhorabuena, al reconocer que las circunstancias actuales de Aragón obligan a estar por encima de los intereses de partido. Poco podemos adelantar en concreto de la labor departamental de este Consello, pero en conjunto hemos de decir que sus hombres vienen preñados de voluntad a servir los intereses de Aragón y la causa de la Revolución.”
Joaquín Ascaso, Presidente del Consello d'Aragón, 1 de noviembre de 1936.
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El pasado domingo, 21 de octubre de 2012, se celebraron elecciones en Galiza y Euskadi para elegir a los nuevos diputados y diputadas que conformaran sus respectivas Cortes. Partiendo de análisis ya publicados, y ahorrándonos por tanto su elaboración, aportar otra visión para analizar, contextualizar y acercarnos a las consecuencias que estos procesos (y otros ya en marcha) pueden tener en nuestro país, es el objetivo que se pretende con este texto.
Comencemos pues observando los datos del proceso electoral gallego. El PP ha sufrido una merma importante de votos, y mucho mayor ha sido la perdida del PSOE, así pues los partidos del régimen capitalista sufren descensos, como también lo hace el BNG que ha “suavizado” su discurso soberanista e izquierdista, tan solo una nueva formación (una coalición de partidos nacionalistas y federalistas, socialdemócratas y verdes), Alternativa Galega de Esquerda que concurría por primera vez, obtiene un buen resultado electoral. Las organizaciones netamente rupturistas, anticapitalistas e independentistas, o bien no han concurrido, o lo han hecho de forma dispersa, opción penalizada en el sistema electoral borbónico.
De otro lado nos encontramos con el proceso electoral vasco. El conservador PNV ha sido la fuerza más votada, seguida por la coalición independentista y rupturista Euskal Herria Bildu, los partidos españoles del régimen capitalista PP, PSOE o UPD sufren importantes retrocesos. Estos resultados unidos a los procesos políticos de unidad de las fuerzas soberanistas y anticapitalistas en toda Euskal Herria pronostican un cercano proceso de ruptura con los estados francés y español y quizá de una acumulación suficiente para la ruptura con el sistema capitalista.
Debemos así mismo, atender al proceso socio-político que está teniendo lugar en Catalunya. Ya es un hecho aceptado que la Diada de 2012 ha supuesto el comienzo definitivo del proceso de autodeterminación del pueblo catalán. Y este proceso emancipatorio puede favorecer el desarrollo de propuestas netamente anticapitalistas como es el caso de las CUP, estaríamos por tanto ante un nuevo proceso de doble ruptura nacional y de clase.
Esta es la coyuntura política por la que atraviesan dos de nuestros Pueblos vecinos. Al este y al oeste de Aragón nos encontramos con dos procesos imparables de emancipación nacional y quizá de clase. No hay pues ya duda de que el estado español se descompone aceleradamente.
No podemos obviar otros procesos políticos que aunque algo más alejados geográficamente nos afectan de igual modo. Nos referimos a la actualidad política de países como Escocia y su camino hacia la independencia así como de elaboración de propuestas anticapitalistas, o el proceso de menor intensidad o sólo más lento de Flandes, o los pequeños avances en el control democrático del pueblo y de recuperación de su dignidad de otro pequeño país europeo como Islandia, o la resistencia obrera contra la violencia capitalista en lugares como Grecia, Portugal, Francia o Alemania.
Este es el contexto continental de nuestro país. Un sistema administrativo-burocrático, la UE, a la deriva. Un sistema político, el reino de España, implosionando. Un sistema económico, el capitalista, agonizando. Y numerosos procesos de emancipación nacional y de clase en nuestro entorno.
De esta situación, Aragón, sus clases populares y trabajadora, puede extraer algunas conclusiones que nos sean validas en nuestro propio proceso de emancipación colectiva. La Unión Europea (La Europa capitalista de Maastricht y sus estados-delegación) ha fracasado, es el momento de la Europa de los Pueblos. Y es en los Pueblos donde la acumulación de fuerzas anticapitalistas y soberanistas ha tenido éxito, sin renunciar a sus propuestas programáticas, donde se está avanzado hacia una salida justa de esta crisis. Sólo estos frentes rupturistas garantizan políticas de reparto de la riqueza y el trabajo, de aplicación de medidas como la Renta Básica Universal, como la protección de derechos sociales básicos (alimentación, vivienda, sanidad, educación, cultura) universales y públicos, de protección y desarrollo de derechos civiles y políticos, o de políticas ambientales que sitúen a nuestra especie como una más en su entorno.
Europa está en pleno proceso constituyente, de las aragonesas y aragoneses depende que nuestro país ocupe el humilde pero digno puesto que le corresponde entre las naciones y pueblos del mundo. La historia está por reescribir, y en nuestra historia reciente podemos encontrar ejemplos que se adaptan a nuestra idiosincrasia. Articular un proceso federal de municipios aragoneses libres y anticapitalistas puede suponer la arquitectura política básica que facilite el desarrollo equilibrado de nuestra sociedad, ayude a la acumulación de fuerzas soberanistas y anticapitalistas, y estimule la solidaridad internacionalista entre Aragón y todos los Pueblos del mundo.
Leonor Aquilué | Para AraInfo