El ministro principal de Baluchistán (Pakistán), Sanaullah Zehri, ha reconocido que el ataque tenía como objetivo a la población civil. “Incluso en tiempos de guerra nadie ataca un hospital”, ha subrayado. La explosión se ha producido en el momento que decenas de personas acompañaban al presidente de una asociación de abogados, Bilal Anwar Kasi, asesinado unas horas antes y cuando éstos llegaban al departamento de urgencias del centro sanitario.
El resultado del ataque ha dejado al menos 69 personas muertas y 108 personas heridas. Además, tras la deflagración, y según fuentes policiales, varias personas armadas han abierto fuego en el hospital. La mayoría de las personas heridas son abogados y periodistas que habían acudido al centro sanitario al escuchar el ataque contra los dos letrados. Un camarógrafo de Aaj News y otro de Dan News han resultado gravemente heridos. Horas más tarde, Daesh ha reivindicado la autoría de este atentado.
Las autoridades de la zona han decretado el estado de emergencia en todos los hospitales de Quetta, capital de Baluchistán. Nawaz Sharif, primer ministro de Pakistán, ha condenado el ataque y ha ordenado la detención de los autores de la matanza. Por su parte, la Asociación de Abogados del Tribunal Supremo ha anunciado una semana de luto, y los abogados del Tribunal Superior han convocado una manifestación en repulsa por el ataque contra sus compañeros y compañeras.