Al fin cierra la térmica de Escucha

Ecologistas en Acción celebra el cierre, el pasado día 31 de diciembre, de la central térmica de carbón en Escucha. Aunque la central térmica de Andorra-Teruel es, con mucho, la central con peor balance ambiental de Aragón, el cese de la actividad de la térmica de Escucha supone un avance en la lucha contra las emisiones de gases contaminantes en Aragón. La central térmica de Escucha, central de 159 MW de potencia que quemaba lignito, empezó su actividad en el año 1970, y ha emitido desde el año 1995, primer año del que se dispone de datos, más de 12 …

Central Térmica de Escucha, foto de Ecologistas en AcciónEcologistas en Acción celebra el cierre, el pasado día 31 de diciembre, de la central térmica de carbón en Escucha. Aunque la central térmica de Andorra-Teruel es, con mucho, la central con peor balance ambiental de Aragón, el cese de la actividad de la térmica de Escucha supone un avance en la lucha contra las emisiones de gases contaminantes en Aragón.

La central térmica de Escucha, central de 159 MW de potencia que quemaba lignito, empezó su actividad en el año 1970, y ha emitido desde el año 1995, primer año del que se dispone de datos, más de 12 millones de toneladas de CO2, gas invernadero que calienta el clima, pero si consideramos su media de emisiones conocidas (cerca de 690.000 t/año) la central de Escucha debe de haber emitido alrededor de 29 millones de toneladas de CO2 desde el año 1970, cifra nada desdeñable para una central de esa potencia.

Así mismo, según los datos que figuran en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR-España), emitió, entre los años 2001 y 2011,  una media anual de casi 3.000 t/año de óxidos de nitrógeno (NOx) y de 27.400 t/año de dióxido de azufre (SO2, gas a partir del cual se genera lluvia ácida), con un pico de 41.700 toneladas en el año 2002. A estos hay que añadir emisiones de partículas de hollín (PM10), con 770 toneladas en el 2006, monóxido de carbono (CO), con 1.450 toneladas en el 2008, o metales pesados. Entre estos últimos destacan el arsénico (50´3 kg en el 2008) y el mercurio (14´5 kg en el 2008), metales muy peligrosos que dañan el organismo con dosis que se miden en miligramos y que se acumulan en el organismo.

La térmica de Escucha, tras la de Escatrón, que cerró en 2006,  es la segunda central térmica de carbón que cierra en Aragón. Disponía de un plan de cierra desde al año 2004 por el cual se limitaba su funcionamiento a un máximo de 20.000 horas de funcionamiento (equivalente a 833 días completos) entre el año 2008 y el 2015. El agotamiento del plazo de actividad y la subida de impuestos que gravará a las centrales térmicas desde el 1 de enero han provocado el cierre de la térmica.

La actividad de las centrales térmicas de carbón en Aragón desde el año 1995 ha supuesto la liberación a la atmósfera de, aproximadamente, 119 millones de toneladas de CO2, correspondiendo unos 104 millones de toneladas a la térmica de Andorra-Teruel (de 1.102 MW de potencia), un 87´6% del total, mientras que a la térmica de Escucha le ha correspondido un 10´2% y a la de Escatrón (de 80 MW) un 2´3% de las emisiones. Mientras, en ese periodo de 18 años el calentamiento global del clima no ha hecho más que agravarse y la concentración de CO2  en la atmósfera ha pasado de 360 p.p.m. (partes por millón) en 1995 a 393 p.p.m. en el año 2012, es decir un 9% más.

El carbón es la fuente de CO2 más importante, y prescindible, del total de las emisiones aragonesas, con aproximadamente un tercio del total y por ello el punto clave en una estrategia realista para colaborar en la lucha contra el cambio climático en Aragón, punto omitido por el Gobierno de Aragón, pasa ineludiblemente por el cierre de las centrales térmicas de carbón, centrales que emiten 2´7 veces más de CO2 por megavatio-hora producido, por ejemplo, que las centrales térmicas de ciclo combinado (a gas). Por todo ello Ecologistas en Acción de Aragón solicita públicamente el cierre de la central térmica de Andorra-Teruel y la eliminación total, como primer paso para una estrategia creíble contra el cambio climático, del carbón como fuente energética para la producción eléctrica, cosa perfectamente asumible por el sistema eléctrico dado el gran sobredimensionamiento de potencia instalada que se ha llevado a cabo en los últimos años.

Ecologistas en Acción Baix Cinca

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