La música de Aiala es sentimiento, riesgo, emoción, un reto constante a los cánones timoratos de la producción musical. La cantante catalana presentó en Zaragoza su último disco '2021: an Earth Oddity' este sábado, 2 de octubre, en La Bóveda.
¿La comodidad es nadar por distintos estilos?
Este mundo en general te intenta encasillar siempre, parece que lo que no se define incomoda... Pero yo creo que lo natural y lo bonito es la mezcla, todo estilo musical bebe de muchos otros, aquí no hay nada puro. Me siento cómoda haciendo lo que me dé la gana en cada momento, y eso siempre va cambiando, hay que dejar ser, a las vidas de las personas igual que a las canciones, no voy a imponerle a mi creatividad que haga X cosa, la voy a dejar fluir libre para que me enseñe qué es lo que tiene que ser.
¿De quién bebes, o de quién has cogido ingredientes a la hora de crear esta propuesta propia y tan personal?
Desde muy pequeña me interesaban las voces… Voces con fuerza, por decirlo que alguna manera. Desde Etta James, Nina Simone, Freddie Mercury, Bowie, Prince, Janis, Bob Marley, Kurt, Salt'n'Pepa, Aretha... Amy... Estas personas, sus voces, me atraparon, podrían cantar sin letra porque sus voces solas ya cuentan la historia, y ahí es donde creo que está el poder, no en las palabras en sí, sino en los sentimientos que te transmite la voz de cada persona. Por eso me da igual el género, porque para mí lo importante siempre fue la voz.
Supongo que se trata de eso, de transmitir algo a través de la voz, independientemente de la letra o del idioma Tú, ¿qué quieres transmitir?
Me gusta pensar que las canciones, a pesar de ser muy personales, a cada persona le llegan de manera distinta, y eso es lo bonito, poder compartir sentimientos que a priori no tienen nada que ver con una misma canción. Cada persona recibe las cosas de forma muy distinta, depende del momento vital en el que se encuentre, y esto pasa con la música también. Que a cada cual le lleguen mis canciones, aunque sea de forma diferente.
A la hora de afrontar el folio en blanco, ¿Piensas en quién podrá escuchar tu música?
Cuando compongo intento no pensar en nada. Las letras las voy escribiendo a lo largo del tiempo, donde me va pillando, y suelen ser mis reflexiones e ideas, casi como un diario. No pienso en quien las va a escuchar, sería estúpido, solo intento que suene como tiene que sonar, realmente, la canción ya está en mi cabeza, lo único que hay que hacer es trasladarla al mundo real. En el proceso de creación intento que no haya barreras, que no existan los límites, hay que probar hasta encontrar lo que quiere cada tema. No hay que tener miedo a equivocarse, porque de ahí salen las mejores historias, probando cosas que nunca antes habías hecho. Mente abierta siempre.
Tu nacimiento como Aiala ha estado en cierta forma marcado por la pandemia, que cortó la gira del primer disco, y durante la cual has compuesto el segundo. ¿Cómo te influyó el confinamiento?
El confinamiento influyó para mal, desde luego. No paramos de intentar sacarle lo bueno, pero no lo tiene realmente. La cultura, que siempre ha estado muy maltratada en este país, ahora aún lo está más porque tienen la excusa del virus... A mí no me vale. El disco estaba escrito casi entero cuando nos confinaron, durante el encierro solo compuse tres temas y terminé alguna letra, y el día que nos desconfinaron me fui al estudio a grabar. Y hoy, un año y medio más tarde, sigo esperando que se puedan volver a hacer conciertos como antes.
Aiala reivindica el ser mujer, o así lo sugieres en algún videoclip como Red Temple... ¿Te has encontrado en tu carrera con dificultades de género, o es algo ya superado?
Que me pregunten si es algo ya superado demuestra que no lo es, claramente. Nos encontramos barreras a diario, nos tratan distinto, nos miran distinto, les incomodamos solo con existir, tenemos menos credibilidad a vuestros ojos, parece que seamos solo cuerpos que hemos venido a complacer a otros... Y no es así... A mí personalmente lo que más me pasa es que digan que soy la cantante de Aiala... ¿Perdona? Escribo y compongo yo mis temas, los coproduzco con Chalart58, no soy la cantante de una banda, lo siento. Y tengo muy claro que si fuera hombre esto no sería así.
En alguna ocasión has comentado que tu último disco, "2021: an Earth Oddity", se basa en la obra de David Bowie y Kubrick, ¿Es un homenaje, una reivindicación de su obra, una relectura de sus propuestas…?
Bowie y Kubrick han influido muchísimo en mi persona, y quería ponerlo de manifiesto. Visualmente sus mundos son brutales, y sus maneras de pensar únicas. Descubrí sus obras cuando era preadolescente, y no entendía nada, todo era extraño y eso me gustaba. Los dos trataban temas que me interesaban desde distintos puntos y te hacían pensar mucho, cosa que también me gustaba.
Me encanta la versión que haces de "Maldito Dinero" de las Draps Bruts pero,¿por qué de una banda punk cuando tu música está tan alejada de ese estilo?
Puede parecer que mi música está alejada, pero nada más lejos de la realidad. Bebo del blues, del glam rock, del blues rock y del punk rock, la música va evolucionando, pero todo está en la misma línea. Creatividad y expresión.
¿Qué han aportado a tu último disco colaboraciones como las de Spxxn o Farmo?
¿Qué te puedo decir sobre Farmo? Solo hay que escuchar “Always want more” para entenderlo, es uno de los mejores harmónicas del entorno, sin duda. En cuanto a Spxxn, me encanta su trabajo, su manera de tratar ciertos temas, y tenía “White wine (Raro)” que era una canción muy clásica y que me apetecía “romper” de cierta manera, creo que Spxxn lo consigue perfectamente.
¿A qué lugar le gustaría llegar a Aiala o qué caminos desearía transitar en el mundo de la música?
El tiempo lo dirá, no soy adivina y lo que me preocupa ahora mismo es hacer lo que estoy haciendo, sin presiones más allá de las que yo misma me pongo.
¿Que se va a encontrar la gente que no conoce a Aiala, en esta mini gira?
Pues un proyecto creciente, o al menos eso espero, donde se conjugan muchas realidades musicales diferentes. De alguna manera partiendo de lo que se ha denominado como black music, el soul, el blues, unos estilos hasta cierto punto más clásicos, pero que se entrelazan con propuestas más actuales, más acordes con mi generación, donde caben también el rap, la electrónica o hasta el trap, sin tabús, dejando que la música fluya por si sola.
