Acción contra Princelandia: "No más princesas. No a la manipulación infantil"

¿Por qué el único sueño de las niñas es estar bellas y casarse con su príncipe azul? Para empezar, todos los juegos “para niñas”, además de ser rosas reproducen los roles de género a partir de la división genérica del trabajo. Leen cuentos y ven películas de Princesas donde tratan a las mujeres como objetos sexuales, con un rol pasivo, en donde ellas “triunfan” al ser bellas y cuyo objetivo es gustar a los hombres. En las películas clásicas de Disney, se reproduce un ideal de belleza que enseña a las niñas que deben de ser altas, muy delgadas, preferentemente con …

acrPor qué el único sueño de las niñas es estar bellas y casarse con su príncipe azul? Para empezar, todos los juegos “para niñas”, además de ser rosas reproducen los roles de género a partir de la división genérica del trabajo. Leen cuentos y ven películas de Princesas donde tratan a las mujeres como objetos sexuales, con un rol pasivo, en donde ellas “triunfan” al ser bellas y cuyo objetivo es gustar a los hombres. En las películas clásicas de Disney, se reproduce un ideal de belleza que enseña a las niñas que deben de ser altas, muy delgadas, preferentemente con la piel de un color claro y con una actitud “femenina” de dulzura, pasividad, abnegación, etc. 

El imponer estereotipos de belleza tiene como consecuencia que muchas niñas y adolescentes desarrollen enfermedades como la anorexia y bulimia, quieran hacerse operaciones de estética… Debido al patriarcado y al sistema sexo – género, se transmite la idea de que la mujer es propiedad de los príncipes y de que es un objeto sin ideas ni pensamientos, que es reducida a su cuerpo y a los ideales de belleza, cuyo único fin en la vida es encontrar su “media naranja” y casarse para ser supuestamente protegida y servir al “príncipe azul". Esta imposición hace invisible todas las diversas formas que tienen las mujeres de ser, estar y experimentar el mundo y envían a las niñas un mensaje que les da valor como personas exclusivamente por su belleza.

Pues existe un lugar en Zaragoza, en Puerto Venecia que reproduce todas estas ideas, “Princelandia, party & beauty” un “spa” dirigido a las niñas en donde: “Durante dos horas las más pequeñas vivirán la experiencia única en Europa: pasarela de moda, circuito spa, y un mundo de fantasía y relax que nunca antes habían experimentado, donde toda la diversión se basa en pasar un momento divertido mientras a la vez se inculca una imagen positiva del bienestar y del cuidado personal". Este lugar pretende reproducir los roles patriarcales y machistas que hemos comentado, denigra a las niñas y las limita como seres humanos. Sería interesante preguntar a esas madres y padres que ideas quieren meter en las cabezas de sus pequeñas princesas.

Somos libres, furas, transgresoras, con curvas, con voz propia, activas, independientes, luchadoras, vestimos como nos da la gana (y eso no significa que estemos a la disposición de nadie para ser violadas, manoseadas o agredidas), no necesitamos protección, porque a pesar de haber sido educadas en un ambiente tan machista como éste, tenemos un cerebro bien puesto. Las mujeres no queremos ser princesas. No deseamos unas vidas encerradas en la torre para que nada nos toque. Somos personas actuales, inteligentes y preparadas para enfrentarlo todo.

Por eso decimos alto y claro: No a la manipulación infantil. No más princesas.

A Clau Roya

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