La Marcha contra la macrocárcel de Zuera vuelve a gritar: "¡Abajo los muros!"

Aunque en una versión más modesta, la movilización anti-carcelaria impulsada por la Iniciativa Ciudadana Contra las Macrocárceles celebrará su XIX edición el domingo 10 de abril manteniendo su reivindicación, que las prisiones "siguen sin ser la solución"

La Marcha contra la macrocárcel de Zuera volverá este año al parking de la prisión para celebrar su XIX edición. El domingo 10 de abril, desde las 12.45 horas hasta las 18.00 habrá radio en directo emitiendo hacía dentro de los muros, a través de su emisora, Radio Hawaii (102.4 FM), proyecto efímero que emite un solo día al año y que apunta al interior de la cárcel, además de taller de cartas, poesía, charlas, micro abierto, música y mucha reivindicación. Este año por medidas covid no habrá comida popular, así que animan a llevar bocata o tupper.

Las salidas desde Zaragoza serán el domingo a las 9.30 horas en bicicleta desde la plaza de la Madalena, con Las Bielas Salvajes; o a las 11.30 horas en autobús, desde el Colegio Tenerías (Coso Bajo). El bono de viaje en bus son 5€. Los bonos se pueden conseguir en A Flama (Mayor 53), Birosta (Universidad 3) y Pottoka (Martín Carrillo 5) hasta el viernes 8 de abril. Y durante el sábado 9 en el CSO Kike Mur (Plaza Memoria Histórica - antigua cárcel de Torrero), donde ese día habrá, desde las 19.00 horas, una "Gran apertura musical contra el encierro" con concierto de Komando Komare (flamenco estrógeno), antibingo musical (por CAMPA) y Rumba Taleguera & Salsa en vinilo (KinkiLolailo Djs).

"Las cárceles no sirven, las macrocárceles tampoco"

En 2021, la Marcha contra la macrocárcel de Zuera hubiera cumplido su 20 aniversario. Sin embargo, la pandemia obligó a parar durante dos años esta movilización impulsada por la Iniciativa Ciudadana Contra las Macrocárceles (ICCM). Para no perder el impulso, el pasado año hubo una ruta en bici hasta la prisión, y este año, aunque en un formato más reducido, la Marcha vuelve.

Una pandemia que dentro de los muros, en ese confinamiento a largo plazo, ha sido especialmente dura. "Se han prohibido comunicaciones y vis a vis durante meses. De hecho la macrocárcel ha estado sin vis a vis casi un año con periodos intermitentes. La única posibilidad de contacto físico con amigxs y familiares ha estado desaparecida todo ese tiempo. En ocasiones solo ha sido posible a través de cristales, con toda la frialdad que supone", denuncia la ICCM en el comunicado de la Marcha de este año.

También ha habido contagios, "de los que es muy difícil saber su cifra por el habitual oscurantismo de la institución. Probablemente muertes. Hay que tener en cuenta que una sanidad penitenciaria mínimamente decente es la eterna carencia tantas veces reclamada. La atención médica, odontológica o de cualquier tipo de especialista puede ser una odisea entre población a menudo delicada de salud", añade el manifiesto.

Imagen de archivo de una Marcha a Zuera. Foto: Iniciativa Ciudadana Contra las Macrocárceles

Y hay otras duras realidades carcelarias. "Más de la mitad de las personas presas padecen problemas de salud mental. Para todas esas personas la situación se ha tornado aún peor. Más cuando el tratamiento de sus patologías suele ser el puro atontamiento químico", advierte la ICCM.

Según el último informe del Consejo de Europa, el español es uno de los estados europeos con las condenas más largas y la población penitenciaria más envejecida, al tiempo que los suicidios multiplican por diez la tasa de personas que se quitan la vida en el exterior. "Todo ello en un contexto en que, pese a que la tasa de personas presas ha ido disminuyendo en la última década, sigue habiendo una cifra muy alta de encarceladas, prueba de un Código Penal, una judicatura y una sociedad centrada en las soluciones puramente punitivas".

El Estado español también lidera el ranking de mujeres en prisión. Según la Iniciativa Ciudadana Contra las Macrocárceles, "alrededor de 4.000 permanecen entre muros". "Las prisiones son espacios hipermasculinizados, diseñados para cubrir las necesidades básicas de los hombres, lo que supone una evidente desigualdad en el contexto carcelario y una invisibilización de las necesidades de las mujeres y personas trans".

"Las mujeres, asimismo, siguen padeciendo un doble confinamiento por estar privadas de actividades que solo llegan a los módulos masculinos, con menor acceso a 'puesto de trabajo' en prisión y menos apoyo en el exterior, además de haber en sufrido al menos un 70% violencia física y sexual y con una mayor porcentaje de muertes por suicido en prisión", subraya la ICCM.

Por último, la ICCM recuerda que "sigue habiendo una cárcel dentro de la cárcel". Hacen referencia al al régimen de aislamiento y los ficheros FIES que "siguen a la orden del día". "Personas que apenas tienen contacto con nadie en el exterior con un régimen de vida de 20 a 22 horas solas en la celda".

Con estas reivindicaciones, bajo el ya clásico lema que resume todas ellas, "Las cárceles no sirven, las macrocárceles tampoco", la ICCM vuelve a los muros de Zuera. Esta vez en una versión más modesta, pero "sin olvidarnos de que ninguna persona nos es ajena. Que el discurso de la mano dura y el punitivismo, ahora tan en boga con el ascenso de un partido fascista, no nos convence. Que las cárceles siguen sin ser la solución a problemas sociales y que año tras año volveremos a gritar: ¡Abajo los muros!".

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