Este viernes, 3 de mayo, a partir de las 19.00 horas Febrero Feminista organiza una charla debate en el CSO Kike Mur (plaza de la Memoria Histórica) de Zaragoza bajo un doble título: 'A estas harturas hablan las Gordas' y 'Cuerpos libres en tecnologías libres'.
En primer lugar, con 'A estas harturas hablan las Gordas' se profundizará en la pregunta: "¿Por qué es necesario que desde el feminismo y transfeminismo hablemos de nuestras propias carnes? (las que sobran, las que faltan, las que duelen, las que no son “funcionales”, las que están enfermas…)" apuntan desde Febrero Feminista. "Reflexionemos juntas sobre nuevas maneras de habitar el cuerpo y de pensar y (de)construir el deseo. Os invitamos a debatir sobre los patrones de normalidad corporal, y nos proponemos dinamitarlos" añaden. Esta parte de la charla correrrá a cargo de Lucrecia, "transfeminista, sudaka y gorda" como ella misma se define.
En segundo lugar, con 'Cuerpos libres en tecnologías libres' Febrero Feminista plantea las siguientes cuestiones: "¿Cómo hemos llegado a la supremacía hetero-patriar-capitalista de monstruos como google y similares? ¿Cómo la de[con]struimos? ¿Cómo nos vamos de ahí? ¿Hacia donde vamos? ¿Con qué lenguajes? ¿Qué tecnologías empoderantes tenemos a nuestra disposición?". En esta parte, Klau y Rox, activistas de las corporalidades y las redes presentarán la Plataforma Masa Crónica en un sistema de códigos y redes libres y abiertos.
“Un nuevo, enorme y potente lenguaje se ha desarrollado para el futuro uso de la análisis, en el que esgrimir sus verdades, para que estas puedan llegar a ser de aplicación prácticamás rápida y precisa, a los fines de la humanidad, respeto a como lo han hecho posible los medios hasta ahora en nuestro poder.” Ada Lovelace, 1842.
“Como ya lo mencionamos, la sumisión, que sería lo opuesto a la dominancia, ha sido ligada fuertemente a sentimientos de derrota y de inferioridad que a su vez son considerados como indicadores de estrés, ansiedad y depresión, además, mujeres depresivas se consideran a sí mismas sumisas e inferiores. Históricamente, ya desde las primeras civilizaciones egipcias o mesopotámicas, a la mujer se le otorgaba un mero papel reproductor, y pasaba su vida confinada a las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. La cultura griega y romana eran predominantemente patriarcales. En muchos países, y a lo largo de muchos siglos, las mujeres musulmanas estuvieron recluidas en el harén, sin posibilidad de abrirse al mundo. En este mundo musulmán, el varón asumía el rol principal, dejando a la mujer (esposa, hija o hermana) el de acatamiento y sumisión; situación que se prolongó durante la Edad Media. Fue en ésta época, también, cuando el número de mujeres encontraron una válvula de escape en el ingreso a los conventos, alejándose así de matrimonios impuestos o de regresos no deseados al núcleo familiar tras enviudar. [...]Múltiples factores han impedido, durante siglos la independencia de la mujer, entre ellos muchas religiones predominantes, tradicionales, dogmáticas y androcéntricas.” Google, abril 2013 – primer resultado buscando “sumisión de la mujer”.