28 campos municipales son explotados por clubes masculinos y ninguno por femeninos, el Zaragoza CFF pide implicación a las instituciones

El Zaragoza CFF, único equipo completamente femenino de la ciudad, no disfruta de ninguna instalación. Hasta la pasada temporada jugaban en los campos de la Federación Aragonesa de Fútbol (FAF), pero su puesto ha sido ocupado por un equipo masculino de menor categoría.

El primer equipo del Zaragoza CFF juega esta temporada en el estadio Enrique Porta de Villanueva de Gállego. Foto: Zaragoza CFF

Después de más de 10 años jugando y entrenando en las instalaciones de la Federación Aragonesa de Fútbol (FAF), el Zaragoza Club de Fútbol Femenino tuvo que abandonarlas a principios del pasado mes de septiembre (sólo cinco días antes del comienzo de la temporada 2019/2020, en la que el primer equipo juega en Segunda División) por orden de la FAF. Su puesto lo ha ocupado un equipo masculino de menor categoría, el Club Deportivo Ebro, que milita en el Grupo 3 de la Segunda División B (el tercer escalón del balompié masculino estatal).

El asunto está en los tribunales, que acaban de rechazar la solicitud de medidas cautelares del Zaragoza CFF para dejar sin efecto la prohibición de usar los campos de la FAF. Entretanto, las perjudicadas son las de siempre: 150 niñas de los nueve equipos de base entrenan cada día en un campo. "Utilizamos seis espacios. El no tener uno propio para nuestra explotación ha permitido que la Federación pudiera tomar de rehenes a las niñas", dice su vicepresidente, Rubén Alcaine.

En la actualidad, como confirman desde el propio Ayuntamiento de Zaragoza, hay 28 campos de fútbol municipales y todos están explotados por clubes masculinos (aunque algunos también tienen algún equipo femenino) y el Zaragoza CFF –que es la única entidad completamente femenina de la ciudad– no disfruta ninguno.

Problemas con los vestuarios y con el agua

Este desencuentro, ahora en manos de la Justicia, comenzó al inicio de la temporada 2018/2019, aunque tuvo un primer avivamiento, según Alcaine, en enero de 2018 cuándo él fue elegido presidente de la Asociación del Clubes de Fútbol Femenino. "Y ya sabemos que la Asociación no tiene la mejor de las relaciones con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Todos los caminos se juntan", asegura. Óscar Fle, presidente de la FAF desde 1992, mantiene una buena relación con su homólogo en la RFEF, Luis Rubiales, de hecho, acaba de ser nombrado miembro de su Junta Directiva, de la cual dejó de formar parte en 2003 por discrepancias con el anterior mandatario, Ángel María Villar.

En el primer partido de la campaña 18/19 (primera en Segunda División, después de 13 consecutivas en la máxima categoría), Alcaine recuerda que sólo les abrieron un vestuario, cuando siempre se facilitan dos por equipo (uno para jugadoras y otro para entrenadores). En los siguientes encuentros ya se habilitaron dos, "pero a final de temporada nos metieron 2.500 euros con concepto sin definir, todavía estoy pidiendo la factura".

También señala el vicepresidente que tuvieron muchos problemas con el agua: "A mis jugadoras les traen botellas de agua mineral en un palé para los entrenamientos y, en enero de 2019, dicen que el camión ya no puede entrar porque estropea el baldosado, pero el del bar seguía accediendo sin problemas, al final empezamos a meter las cajas entre la gente del club".

"No nos entendíamos porque ya tenían un acuerdo con el Ebro"

En mayo de 2019, relata Alcaine, comienzan a hablar con la FAF para la temporada siguiente, "y vemos que no nos entendemos, después ya supimos que era porque tenían un acuerdo con el Ebro". Dice el mandatario del club femenino que, por primera vez, la Federación apareció con un contrato por escrito y, de pagar 25.000 euros por todo, les pedían un aumento del 20 % sobre esa cantidad más un canon por publicidad, primero de 20.000 euros y luego reducido a 12.000. Ergo, pasaban de abonar 25.000 a 42.000 euros.

Reconoce Fle que se les pidió una cantidad por la publicidad, que antes no pagaban, y que se hizo para compensar todo lo que no habían aportado por el fútbol base: "Llevan mucho tiempo sin pagar absolutamente nada por los equipos de base". Además, al no tener saldadas sus cuentas (como muchas otras veces había sucedido sin consecuencias, dice Alcaine), les advirtieron de que el Ebro tendría prioridad en caso de coincidencia de horarios y también a la hora de usar los almacenes para guardar el material.

Con otras palabras, pero no lo desmiente Óscar Fle: "Nunca han pagado bien y llega un momento en el que hay que defender los derechos de la Federación. Antes de comenzar la nueva temporada deben tener a cero los saldos de la anterior", asegura el presidente que, sin embargo, no aplicó esta regla en años anteriores, y sí cuando un equipo masculino se interesó en la utilización de las instalaciones. "Estaba perfectamente articulado que Ebro y Zaragoza compartieran espacio –continúa Fle–, pero entendiendo que el Ebro cuando se inscribió estaba al día y tendría prioridad".

Al no haber entente, el Zaragoza CFF llegó a un acuerdo con el Villanueva Club de Fútbol para que el primer equipo entrenara y jugara en sus instalaciones de Villanueva de Gállego (en el estadio Enrique Porta) y retomaron las negociaciones con la FAF, pero sólo referidas al fútbol base. Finalmente, dice Alcaine, "quedamos en pagar 25.000 euros sólo por los equipos de base y firmamos el contrato".

Días después de la rúbrica, el 2 de septiembre de 2019, el club emite un comunicado en el que acusa a la FAF de haber tenido "un trato discriminatorio por razón de sexo". Un día más tarde, el 3 de septiembre, la Federación exige al Zaragoza CFF que rectifique so amenaza de no permitirles usar las instalaciones. "Les dijimos que no cambiábamos ni una coma", comenta Alcaine. Lo confirma Fle: "Las niñas podían estar jugando y entrenando si Rubén Alcaine se hubiera retractado, si no lo están haciendo es por el despotismo de su vicepresidente. Hablar de discriminación es una falacia, una mentira y es insufrible en los tiempos que corren".

Partido por el ascenso a la Liga Iberdrola de la temporada 2018/2019. Último encuentro oficial disputado por el equipo en los campos de la FAF. Foto: Zaragoza CFF

Ahora llegan las mejoras que tantos años llevan pidiendo

Como elemento que da solidez a su argumento de la discriminación, Alcaine indica que llevan años pidiendo mejoras como WiFi, parking o sala de prensa y que estas están llegando ahora, justo cuando es un equipo masculino el que usa las instalaciones. ¿Casualidad? Sí, según Óscar Fle: "Tenemos que gestionar la instalación con prudencia y cada año se van haciendo mejoras, entre ellas, por ejemplo, el WiFi, que ha coincidido que se ha puesto esta temporada. La aportación del Ebro también ha ayudado, claro".

El vicepresidente apunta que no quieren seguir "sometidos a la espada de Damocles de la FAF" y que la solución debería ser que les permitieran explotar unas instalaciones municipales, como sucede con multitud de equipos masculinos. Reclaman que este espacio sea el Centro Deportivo Municipal Mudéjar que, "aunque necesite arreglos, ya está montado". Para ello, solicita al Ayuntamiento de la capital aragonesa "que se ponga las pilas para acondicionar el Mudéjar, ya que, de momento, no están haciendo nada".

Alcaine anota que lo que más le duele es "la poca implicación de los organismos oficiales. Es un problema lo suficientemente grave como para que las instituciones tomen partido. Ayuntamiento y Gobierno de Aragón tendrían que salir a decir que ya vale de esta cacicada".

Al romperse el acuerdo, el Zaragoza CFF recurrió a la Justicia y solicitó unas medidas cautelares que les fueron rechazadas el pasado 5 de diciembre. "Es una decisión arbitraria de la que la FAF sale reforzada, pero vamos a apelar", indica Alcaine. A su vez, la Federación, como recuerda su presidente, también ha interpuesto sendas demandas: "Una por no respetar el contrato y otra por manchar el buen nombre de la FAF".

"Tienen todas las ventajas que llevamos pidiendo 10 años, nos sentimos discriminadas y desplazadas"

Las perjudicadas, evidentemente, son las jugadoras. Nora Sánchez es una de las capitanas del primer equipo, asegura que el Pedro Sancho (el campo de la Federación) era su casa, en la que llevaban 10 años, "pero llega un equipo masculino y se nos deja de lado". Para ellas, reconoce, supone un gran esfuerzo entrenar y jugar en Villanueva de Gállego: "Hay cuatro o cinco coches y nos organizamos". En la medida de lo posible, trata de abstraerse de la polémica: "Tenemos que centrarnos en nuestro objetivo, lo del campo es algo puntual, que nos afecta, pero que no debemos dejar que nos distraiga".

En la misma línea se expresa Lucía Fuertes, otras de las capitanas: "Llega un equipo masculino y nos vemos fuera de los campos de la federación, ellos tienen todas las ventajas que llevamos pidiendo 10 años, e incluso estando en Primera División no llegaron. Nos sentimos discriminadas y desplazadas".

Comparten visión general sobre el fútbol femenino, para Sánchez, "vamos poco a poco, pero estamos a años luz de las condiciones que merecemos. Ni siquiera tenemos un sueldo para vivir". Ojalá esto cambie y, en el futuro, las mujeres puedan vivir de este deporte en el Estado español, dice Fuertes: "Es un camino largo, pero hay que seguir luchando".

En la actualidad, reitera Alcaine, usan seis instalaciones. Habitualmente se da la circunstancia de que un equipo infantil, por ejemplo, entrena una semana en dos campos distintos y la siguiente en otros dos. Y los partidos igual, "cada vez que jugamos de locales lo hacemos en un sitio".

La situación del fútbol femenino

A finales de 2018, según el Anuario de Estadísticas Deportivas que cada año publica el Ministerio de Cultura y Deporte, había en Aragón 31.858 fichas federativas de fútbol (30.465 eran de hombres y 1.393 de mujeres). Las cifras, en ambos casos, sufrieron un descenso respecto al año anterior, cuando había 38.179 hombres federados y 1.974 mujeres. En el caso de las féminas, la cantidad de licencias venía creciendo desde 2012, cuando eran sólo 892. En 2013 dio un importante salto (hasta las 1.500). Por tanto, las cifras de 2018 son inferiores a las de 2013 (sucede lo mismo en el caso masculino).

El descenso en 2018 no es óbice para dejar de afirmar una obviedad: que el deporte femenino está creciendo, pero queda mucho para que sus condiciones sean las deseables. En diciembre del año recién terminado se alcanzó un preacuerdo para la firma del primer convenio femenino en la liga femenina de fútbol. Costó 29 reuniones y una huelga.

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