[alaya_toggle status="open" title="Manifiesto:"]
Estudios llevados a cabo en diversas comunidades autónomas concluyen en que un elevado porcentaje de adolescentes sigue estableciendo distinciones y atribuciones estereotipadas según el sexo, constatando un elevado grado de sexismo. La realidad de las escuelas e institutos de nuestra comunidad no es diferente, por lo que es importante que en un centro escolar se conozcan los pensamientos y actitudes que tenemos el alumnado en relación a la igualdad de género para así erradicar y prevenir actitudes sexistas en la escuela. Con esta idea surge el grupo de reflexión feminista del IES Torre de los Espejos de Utebo.
Un día como tan importante como hoy, el Ayuntamiento de nuestra localidad nos ha dado la oportunidad de realizar y de leer el manifiesto para la concentración programada a las 12 de la mañana en la plaza de la Constitución. En este manifiesto hemos querido plasmar la situación histórica y actual de la mujer y manifestar nuestro rechazo ante cualquier cuestión de desigualdad. Manifiesto que queremos compartir y dice así:
Hoy, día 8 de marzo se celebra el día Mundial de la Mujer. El origen de esta conmemoración está en las primeras luchas que llevaron a cabo las mujeres trabajadoras para mejorar sus condiciones laborales.
En marzo de 1908, 129 mujeres murieron en un incendio de una fábrica al encerrarse en señal de protesta, además 15.000 obreras marcharon por Nueva York para exigir un recorte del horario laboral, mejores salarios, el derecho al voto y el fin del trabajo infantil. Instaurándose en EEUU el Women’s Day cuya finalidad era la reivindicación del voto para las mujeres.
En 1910, Clara Zetkin propuso proclamar como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, celebrándose por primera vez en 1911 en cuatro países de Europa.
Fue en 1975 cuando la asamblea general de la ONU fijó el 8 de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Este día ha ido perdiendo su carácter obrero pasando a ser una jornada de lucha en la que se reclaman los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos.
A pesar de los avances que se han conseguido, como el voto femenino, el divorcio y diversos derechos fundamentales, a día de hoy, seguimos teniendo datos preocupantes como: 946 mujeres han sido asesinadas por violencia de género en nuestro país desde el año 2000; además en España, una violación es denunciada cada 8 horas y la tasa de desempleo es de un 5% superior en cuanto a la de los hombres, y en menores de 25 años es del 42’8% ocupando el segundo lugar a nivel europeo.
A nivel mundial, también encontramos cifras impactantes, el 70% de los pobres absolutos del mundo, son mujeres, 2 millones de niñas entre 5 y 10 años son vendidas y compradas como esclavas sexuales y dos terceras partes de los 876 millones de analfabetos del mundo son mujeres.
Aunque en los países occidentales, somos iguales según las leyes continúa existiendo el acoso callejero, la publicidad sexista, la brecha salarial en el sector privado y otros obstáculos que impiden una igualdad real.
Como Simone de Beauvoir ya señalaba el siglo pasado, el acoso y la hostilidad masculinas hacen que a una mujer le resulte muy difícil aventurarse por paisajes solitarios. Incluso en los jardines públicos puede ser molestada y no consigue pasear con la misma despreocupación que los varones. Siempre está sujeta a un posible intento no deseado de abordaje sexual. Esto es mucho más que un detalle anecdótico en la vida de una mujer.
En países subdesarrollados, la situación es peor, hay mujeres y niñas que deben hacer frente a los matrimonios concertados y la mutilación genital, entre otros.
A pesar de los datos, las cifras y los impedimentos a los que nos enfrentamos las mujeres hoy en día, algunas han conseguido superar los obstáculos impuestos por la sociedad y llegar a tener una gran importancia a nivel internacional.
Nosotras, las mujeres, deberíamos apoyarnos unas a otras, animarnos, para conseguir que como mujeres, como conjunto, avancemos y tiremos barreras; pero no solo las mujeres, sino cualquier persona independientemente de su género, porque más allá de nuestras creencias, de nuestro origen o de nuestra forma de pensar, deberíamos luchar por los derechos de las mujeres, es decir, deberíamos ser feministas.
Porque no, el feminismo no busca que la mujer domine al hombre, sino que busca la liberación de la mujer del patriarcado. La eliminación de su categoría inferior y la adquisición de los mismos derecho que poseen y han poseído siempre los hombres por el simple hecho de serlo. La eliminación de los micromachismos y opresiones que sufrimos las mujeres día a día. Buscamos ser reconocidas, no oprimidas, libres.
El feminismo y todo lo que engloba, incluyendo la igualdad en el mundo laboral, no es algo por lo que debamos luchar solas, es algo que debemos conseguir luchando todos y todas unidas.
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