2017 tampoco ha sido el año de los Derechos Humanos

El 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos. Pese a esto, tal y como advierten las organizaciones que tratan de defenderlos, el futuro se presenta funesto en este sentido.

Refugiados sirios intentando llegar a las costas griegas.

El 10 de diciembre de hace exactamente 70 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Dos años después la ONU invitaba a todos los Estados y organizaciones que así lo desearan a firmar la declaración que se autoproclamaba igualitaria para todos los hombres y mujeres, universal e inalienable.

En 1948 el recuerdo de dos guerras mundiales y millones de muertes estaban en la memoria del mundo. La Declaración de los Derechos Humanos quería convertirse en un freno para que la humanidad nunca más sufriera una nueva escalada de violencia como la vivida.

Mucha historia ha transcurrido desde entonces y todavía estamos muy lejos de ver un mundo en el que el articulado de 30 disposiciones se cumpla. Pese a la existencia de tribunales especializados en derechos humanos, a la existencia consensuada de que el futuro pasa por el cumplimiento de la declaración en cuestión, no hay ley que se incumpla más.

Para conmemorar el día de los derechos humanos, la gran ONG defensora de la declaración, Amnistía Internacional ha lanzado una campaña durante el mes de diciembre que mediante el hashtag #personasxpersonas quiere que dar a conocer aquellos incumplimientos de la declaración y poner en valor aquellas personas que luchan a diario para que se cumplan.

La misma Amnistía Internacional publicaba a finales de 2016 un documento de valor incalculable. La organización no gubernamental, en su informe anual, radiografiaba el estado de los derechos humanos en todo el globo. Las conclusiones del documento no podían ser menos alentadoras. Según el Secretario General de Amnistía, Salil Shetty, en 2017 “el mundo parece un lugar inestable, y se multiplica el miedo al futuro”.

No solo en países remotos de los que siempre se sospecha desde Europa se atenta contra los derechos humanos. En todo el globo se ha empezado una regresión. “Un nuevo pacto que ofrecieron los gobiernos a sus ciudadanías: la promesa de seguridad y mejora económica a cambio de ceder derecho de participación y libertades civiles”, afirmaba el documento de Amnistía. Según el informe la disidencia se aplaca con violencia o de un modo sigilosos mediante las estructuras formales de poder a disposición de los estados.

Tan solo unos pocos ejemplos que demuestran que tal vez, el 10 de diciembre, no hay nada que celebrar. Son solo unos poquísimos casos. Muy pocos.

DDHH en África

Camerún, Chad, Malí, Níger, Nigeria, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Somalia, Sudán y Sudán del Sur viven actualmente conflictos armados. En muchos casos esas guerras implican a menores y en todos ellos la violencia sexual es ampliamente extendida.

En el norte del continente siguen los abusos hacia las personas migrantes que huyen de sus países en conflicto y que a veces no son nada más que meros esclavos a la merced de las mafias. Recientemente el Reino de Marruecos intentaba encarcelar a la activista Helena Maleno por su lucha de denuncia hacia la situación de las personas que buscan en Europa un refugio. Según el informe de la Organización Internacional para las Migraciones, en 2017 4.526 personas morían en esos viajes funestos. De esas muertes 2.726 se habían producido en el mediterráneo. Esas muertes -que con toda probabilidad son muchas más- son responsabilidad de Europa y de los países del norte de África.

DDHH en América

El último trimestre nos ha dejado en este continente numerosos casos que demuestran la violación sistemática de los derechos humanos. En Argentina la muerte de Santiago Maldonado evidenciaba la represión brutal contra la disidencia en el país y la connivencia del gobierno Macri con la dictadura argentina. Del mismo modo, en Honduras, las sospechas de fraude del partido en el poder, el Partido Nacional de Juan Orlando Hernández, desembocaban en una represión que la unidad antidisturbios del país se negaba a ejecutar.

Otro hecho destacado pone de relieve cómo de endebles son los derechos humanos hoy día. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y sus beligerantes políticas de segregación con la población mexicana solo han sido la continuación de un modo de actuación iniciado por Barack Obama. El presidente magnate y su administración también han avivado el conflicto racial en Estados Unidos con sucesos como el Charlottesville donde una persona murió y 19 resultaron heridas. Además de lanzar la bomba más grande no nuclear en Pakistán, la MOAB, Trump ha tensado todavía más las relaciones con Corea del Norte.

DDHH en Asia

La guerra contra la droga -que tiene muy poco que ver con la droga- en Filipinas ya lleva 6.000 muertos. En China, como en el Estado español, se quiere fiscalizar internet.

Myanmar, país gobernado por una ganadora del premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, ha expulsado en 2017 a 600.000 miembros de la minoría étnica rohingya a Bangladesh. En la frontera, las violaciones y los asesinatos impunes son la norma.

En el llamado Oriente medio, sigue la violación sistemática de los derechos humanos en Siria, Irak, Palestina, Irán.

Todo ha ocurrido mientras el gobierno de Erdogan en Turquía intensificaba su persecución hacia los kurdos y la oposición política.

DDHH en Europa

El auge de la extrema derecha en el continente que vio como esa misma ideología dejaba un reguero de millones de personas muertas entre 1936 y 1945 ha sido notable durante el año 2017. En Francia, en los Países Bajos, en Polonia, en Hungría o en Alemania partidos xenófobos tienen cada vez más poder en los parlamentos, y su ideología está empezando a marcar la agenda política.

Ejemplo de ellos es Alemania, donde la política aperturista con las personas refugiadas de Angela Merkel ha quedado detenida por la fuerza creciente de Alternativa por Alemania.

Y la guinda de la vulneración de derechos humanos: El Estado español reprimía a millones de votantes del referéndum de independencia de Catalunya dejando casi 1.000 heridos y heridas. El mismo país ha sido denunciado por Bruselas por las ilegales devoluciones en caliente; un sistema de actuación policial mediante el cual se devuelven de forma fraudulenta a Marruecos a personas migrantes.

El futuro parece sombrío, quizás es buen momento para parafrasear al mismo Secretario General de Amnistía en clave optimista: “Nadie puede abarcar el mundo entero, pero cada persona puede cambiar su propio mundo. Cualquiera puede luchar contra la deshumanización, actuando localmente para reconocer la dignidad y los derechos iguales e inalienables de todas las personas, y sentar así las bases de la libertad y la justicia en el mundo. 2017 necesita héroes, héroes de los derechos humanos”.

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