La mala gestión de la depuración en Aragón

Los cuatro años de legislatura se van agotando y ninguno de los objetivos importantes se han conseguido

Pancarta de la FABZ en la manifestación en Zaragoza contra el ICA del pasado 4 de febrero. Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

En primer lugar, la depuración del Pirineo y Prepirineo sigue sin realizarse y ante la próxima campaña electoral, los alcaldes poco pueden ofrecer a sus ciudadanos en el campo de la depuración. El TSJA acaba de confirmar las multas por contaminación planteadas por la CHE y es de esperar que se repitan cada año mientras no se construyan las depuradoras.

La contaminación de los ríos ha provocado que este año decenas de barranquistas en los cañones de Guara sufrieran gastroenteritis y cada verano, en los diferentes ríos pirenaicos, pende la espada de Damocles de que estos hechos puedan volver a repetirse Desde 2005 estas poblaciones pagan el ICA pero las depuradoras siguen sin construirse. ¿Por qué el Instituto Aragonés del Agua-IAA- no reclama los 140 millones destinados a depuración del Pirineo y que se dedicaron a otros fines diferentes a los aprobados en el convenio con el Ministerio de Medio Ambiente?

En junio del 2017 el IAA rescindió a las empresas los contratos de obras de las diferentes zonas de depuración del Pirineo. Después de 16 meses nada sabemos de cómo se han resuelto las compensaciones económicas, que suponemos millonarias, y mucho nos tememos que cuando por fin se resuelvan, la única solución que se intente sea una nueva versión de contratos de concesión de obra, continuando las viejas políticas de depuración que han sido tan gravosas para el conjunto de los aragoneses.

El segundo objetivo incumplido es crear la Dirección General del Agua .Para ello pretenden incorporar el personal del IAA pero ello supone dos problemas: la oposición de todos los sindicatos de la DGA y el hecho de que bastantes de las personas que trabajan en el IAA, las consideramos incapaces de desarrollar otras políticas de depuración de las hasta ahora desarrolladas.

El IAA ha incumplido un tercer objetivo como es el de revisar el Plan Aragonés de Depuración que había caducado en el 2015.Solo hace dos meses se ha aprobado la adjudicación a una empresa para que conduzca esa futura revisión. Mientras no se haga, será imposible convocar pliegos de licitación de nuevos contratos que no sean públicos. Que hayan pasado más de tres años sin aprobar la revisión del Plan, dice mucho de la mala gestión del IAA , cuya urgencia ya la marcaba la auditoría de la Cámara de Cuentas que  anunciaba que habría  que realizar pagos de más de 3000 millones de euros,  hasta  el horizonte del 2045, para que el Plan saliese adelante.

Y este gran agujero económico lo han resuelto de la manera más sencilla para ellos y es cobrando con gran celeridad el cobro del ICA de las anualidades del 2016 y 2017 y que en el caso de Zaragoza supone un aumento de la fiscalidad del 60% respecto a los que los zaragozanos ya venían pagando. El mantenimiento de las dos depuradoras y los colectores asciende a 30 millones de euros. Los 17 millones del pago anual del ICA, supondrá para los próximos 30 años, 510 millones que pagaremos los zaragozanos además de los costes de nuestro propio sistema de depuración y que como cumplidores ciudadanos, pagamos ya desde el año 1993.

Pero si añadimos los más de diez millones anuales que en Zaragoza hemos de invertir durante más de una década para reposición de tuberías, acabar el saneamiento de zonas como Peñaflor, carretera de Castellón y mejora de las instalaciones casi obsoletas de las depuradoras de La Cartuja y L’Almozara, el pago anual asciende a 57 millones de euros, solo para depurar las aguas, sin tener en cuenta las necesidades de abastecimiento. Con estas cuentas el aumento de la fiscalidad para el 2019 será del 90% para los zaragozanos. Algo totalmente insostenible que hace que el ICA rompa las cuentas de depuración de la ciudad de Zaragoza. En este escenario cuesta creer que la Justicia no actúe y mientras Lambán, Olona y Torralba se obstinan en hacer reos de este impuesto injusto a todos los aragoneses

Y ya avisamos. Los cien mil impagos que muchas familias zaragozanas realizaron espontáneamente se volverán a repetir en los próximos años, sino más, hasta que no haya una solución más cercana a la que propone la sociedad civil organizada en la RAPA.

Esperamos que la manifestación del sábado por la tarde del 10 de noviembre sea un elemento más que haga recapacitar a los que ahora gobiernan en el Pignatelli.

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