El Ayuntamiento de Zaragoza ha presentado los datos obtenidos del estudio de actualización del indicador de la Agenda 21 Local de sostenibilidad urbana. El estudio realiza una valoración de la disponibilidad de infraestructuras, equipamientos y servicios para la población de Zaragoza en el periodo 2002-2017, como actualización del Indicador Ambiental A-4 de la Agenda 21 Local. Se trata de un indicador común europeo de sostenibilidad urbana, capaz de obtener una medida de accesibilidad a determinados equipamientos y servicios básicos, y en el que se preestablece como distancia óptima a un equipamiento básico 300 metros.
El estudio ha sido realizado por el profesor Ángel Pueyo y el investigador Sergio Valdivielso, de la Cátedra de Territorio, Sociedad y Visualización de Datos de la Universidad de Zaragoza. Asimismo, en la disposición de los datos abiertos a través del portal del Ayuntamiento de Zaragoza ha colaborado el departamento de la web municipal. De este modo, los datos pasan a formar parte del catálogo de servicios que ofrece la Plataforma de Gobierno Abierto del Ayuntamiento de Zaragoza, realizado por la Oficina de Participación, Transparencia y Gobierno Abierto.
Uno de los datos más destacables es que en el periodo 2002-2016, la población zaragozana empadronada se incrementó un 14,9%, mientras que la superficie urbanizada de carácter residencial creció un 39,21%, haciendo que la densidad de población por hectárea urbanizada haya pasado de 116,7 a 96,81.
Pese a este desequilibrado crecimiento entre población y superficie, no sólo se han mantenido los ratios de proximidad a los equipamientos referenciales, sino que se han mejorado cuantitativa y cualitativamente en algunos de ellos. En este sentido, la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Teresa Artigas, ha destacado que hay que reivindicar “el orgullo de ser una ciudad de 700.000 habitantes, que es capaz de cuidar a su gente ofreciendo una cantidad de servicios equivalentes a una gran ciudad pero con una calidad asimilable a las de un municipio pequeño”.
Proximidad de equipamientos, servicios y zonas verdes
Lo más destacado es que se mantienen las densidades y compacidad de la ciudad, así como la accesibilidad de la población por manzanas urbanas a distintos equipamientos y servicios. Es una valoración muy positiva en relación con otras ciudades españolas y europeas de su mismo tamaño.
Asimismo, el estudio refleja que los barrios tradicionales han mejorado la accesibilidad a casi todos los equipamientos estructurantes (centros de salud, centros educativos, zonas verdes, transporte público, centros culturales y equipamiento deportivo). Aunque los nuevos barrios tienen mejoras, todavía están en fase de maduración y de crecimiento en servicios hasta equipararse con los barrios tradicionales.
En cuanto a la sostenibilidad, hay una mejora muy importante en corredores verdes y sistemas de espacios abiertos, parques. Esto supone un cambio en el modelo medioambiental, que se está percibiendo emocionalmente por la población. También se observa de manera positiva la red de trasportes que garantiza una correcta accesibilidad pero tiene que orientar sus esfuerzos en mejorar su eficiencia, conectividad e intermodalidad.