12 hombres serán juzgados por secuestrar, violar y torturar a una joven durante dos meses

La menor de 17 años señala en un vídeo hecho público el 21 de agosto que durante ese tiempo era violada continuamente. Asimismo, muestra como sus torturadores le tatuaron todo el cuerpo con sus nombres y esvásticas.

Foto: Khadija Okkarou

El 6 de septiembre tendrá lugar el juicio en el que 12 hombres son acusados de violar, secuestrar y torturar a una joven de 17 años en la localidad marroquí de Awlad Ayyad.

La noticia saltó a los medios de comunicación el pasado 21 de agosto cuando “Maroc New 24” publicó un video en el que Khadija Okkarou explica que durante el Ramadán el grupo de agresores la secuestró mientras su tía y su prima visitaban a su familia en la provincia de Beni Melal ubicada en el centro de Marruecos.

Cuenta Khadija que entre diez y 15 hombres de 18 a 27 años la tuvieron un mes encerrada. El testimonio añade que fue violada por turnos en numerosas ocasiones y que sus agresores le tatuaron con fuego y objetos punzantes por todo el cuerpo y le quemaron cigarros en la piel. Los torturadores escribieron sus nombres en el cuerpo de la víctima, así como esvásticas y dibujos de mujeres desnudas.

“Me pegaban, me maltrataban, no me daban comida y no había ducha. Aunque lloraba no tenían piedad”, relata Khadija que pasó dos meses en cautiverio. Asimismo, la joven explicó en su declaración a la policía que el jefe del grupo “cobraba dinero” a los hombres que la violaban.

Khadija consiguió escapar por la mediación de uno de sus torturadores que llamó al padre de la joven para que no denunciara los hechos a cambio de que ella regresara a casa. Fue la menor de 17 años quien interpuso la denuncia.

Actualmente, los 12 hombres han sido arrestados y están a disposición del Tribunal de Apelación marroquí de Beni Melal. La justicia acusa al líder del grupo de trata de personas, violación de una menor, formación de banda criminal, secuestro y torturas.

Por su parte las familias de los agresores han señalado que el entorno de la joven no denunció la desaparición de Khadija porque se había escapado en varias ocasiones con la misma banda. Según el argumentario de esta parte, la menor de 17 años se prostituía y los tatuajes eran anteriores a los dos meses que estuvo en cautiverio.

La respuesta social

El video de la chica ha causado un fuerte impacto en una parte de la sociedad marroquí que desde hace tiempo viene luchando contra la pasividad para atajar la violencia machista del Gobierno.

Internet es uno de los epicentros de esa contestación social. Bajo el hastag #JusticePourKhadija se está realizando una campaña de apoyo a la joven que ha sumado más de 25.000 firmas en la plataforma Change.org.

La misma presión social ha conseguido derogar el artículo 475 del Código Penal que permitía a un violador eludir la cárcel si se casaba con su víctima. Al mismo tiempo, es esta presión social y la visibilización de casos como el de Khadija lo que ha hecho que las denuncias aumenten en los últimos años. En 2017 la justicia marroquí registró 1.600 casos de abusos sexuales.

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