Además "con dos factores agravantes". "Uno, de que se produce reiteración en este tipo de atentados contra el arbolado urbano a causa de la carpa. Y dos, el mensaje negativo que se da a la ciudadanía de desprecio hacia los árboles de la ciudad", añaden.
Desde la organización ecologista perciben "una clara falta de sensibilidad por parte de los responsables municipales que han autorizado la poda y una falta total de previsión" pues "entendemos que hay suficientes zonas diáfanas en el entorno para instalar dicha carpa".