Marcelo en campaña

Artículo de opinión de José Antonio Luque

Jorge Fernández Díaz.

Con la edad los recuerdos de la infancia se van difuminando irremediablemente, algunos incluso desaparecen, pero en ocasiones reverdecen situaciones, momentos, frases que creíamos perdidas y que se muestran en nuestra cabeza con extraordinaria nitidez ¿Quién no recuerda al matón de la clase? O ¿A la niña de coletas que vivía en el tercero? O ¿A ese maestro de traje ajado que malvivía enseñando a leer en un aula comunitaria en la que se mezclaban niños de 7 a 14 años?

Si, ya sé que de eso hace mucho, pero que mucho tiempo; es lo que tiene la edad, que ha pasado el tiempo.

Entre esos recuerdos al azar surge uno de un maestro que tuve, el hombre se ganaba la vida como buenamente podía, desasnando criaturas con más voluntad que acierto. Nos ponía tarea y leía el periódico y de vez en cuando en un arrebato de filosofía de la vida nos soltaba una frase para que pensáramos. Una de esas frases era “Cuando tengáis que cuidaros de alguien tened precaución con el tonto, el malvado una vez conseguido su objetivo os dejará en paz, descansará él y vosotros. Ahora bien, el tonto seguirá, un tonto no descansa nunca, continuará con su estupidez hasta el fin de sus días y amargará vuestra existencia; ¡libraos del tonto!”.

A los niños nos daba pánico la idea de un tonto malo. Como malvado nos haría daño pero como además era tonto no se daría cuenta de que había logrado su finalidad y seguiría dando la lata. Un tormento de situación.

¡Cuánta razón tenía mi antiguo docente!

Mariano Rajoy ha declarado que a los treinta años probablemente hubiera sido un mal presidente de Gobierno y no ha parado hasta comprobarlo. Ese es su “yo” malo, el cual debería darse por satisfecho con la comprobación, pero no, aparece el otro “Mariano” el ya y tal, el Señor de los Hilillos, el España está llena de españoles, el de los españoles son muy españoles, vamos el del… “VIVA el Vino” y ese no descansa, no ceja en su empeño, con inusitada contumacia persiste en sus trece para amargarnos la vida y lo que es peor: amenaza con repetir.

Este individuo que ha batido records de ministros imputados, semi-imputados, imputables, que entre sus logros está tener tesoreros del partido salpicados hasta las trancas, con la Secretaria María Dolores mirando para otro lado eludiendo responsabilidades penales por la destrucción de pruebas judiciales, con un tal Rafael Hernando difamando a diestro y siniestro en busca de agradar a su dueño - me recuerda mucho a mi perro cuando mueve el rabo - un tal Pablo Casado que presume de joven y tiene el mismo pensamiento político/social que mi abuela.

En definitiva un tipo que después de corroborar que sí, que es un pésimo presidente, quiere darnos otra ración. Es que no descansan.

Entre sus méritos tiene haber hecho ministro a un espécimen sacado de un TBO de la historia nunca contada de: Como ser Memo y no darse cuenta.

El Ministro (no sé muy bien si del Interior o Interiorizable) sospecho que padece una grave lesión que en los deportistas se denomina “La triada”.

Es una especie de tres en uno de desperfectos en la articulación de la rodilla. Jorge Fernández Díaz padece el tres en uno en su articulación cerebral.

Por un lado su fervor místico le lleva a condecorar a la virgen por sus logros policiales, Chiquito de la Calzada diría “Comoooorrrrr”. El diagnostico es claro: Estrafalario de todo punto.

Como la virgen le genera demandas civiles que le “obligan” a hacer un uso indebido de los bienes del Estado (Abogacía, funcionarios y técnicos) se autolesiona visionando al ángel Marcelo que además de ayudarle a aparcar el coche le asesora en materia antiterrorista y de defensa de la frontera de la Patria. Grita Marcelo al oído de Jorgito: ¡Esos negros indocumentados que no pisen suelo patrio…! Su acolito Fernández de Mesa (Puesta) captó el mensaje. Resultado QUINCE muertes en el Tarajal. España será Católica o no será. Segunda lesión de su cacumen.

La tercera es la más reciente, oída y leída en el diario Publico.es, según el medio en cuestión parece ser que el piadoso Jorge entre rezo y rezo se reunía con el Jefe de la Oficina Antifraude Catalana para rebuscar y rebuscar como poder incriminar al hermano de Oriol Junqueras.  A esto se le denomina en el Código Penal que afecta a todos los españoles menos a DOS (Felipe y Juancar): malversación de caudales públicos por  uso indebido de bienes y propiedades del Estado. Otra posibilidad es que la Fiscalía, que para eso está, le busque la calificación a la investigación y seguimiento de un ciudadano sin causa probable de delito y sin mandamiento judicial. Si la independencia judicial se lo permite   seguro que al fiscal se le ocurre algo.

Y queda establecida la lesión del Ministro Interiorizable, la sencillez del diagnostico (Discapacitado Político) es pareja a la simplicidad del tratamiento: Cese inmediato durante las primeras 24 horas, dimisión diferida si el cese no llega y apertura de diligencias judiciales para esclarecer responsabilidades penales si las hubiere.

Si conseguimos sanarle de su estulticia descansará él y lo agradeceremos todos.

Autor/Autora

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies